Una de las etapas más castigadas en nuestro país del hombre sin miedo ha sido sin lugar a dudas la que se encargó de escribir la guionista Ann Nocenti. En la época en la que Forum editaba los cómics de Marvel en nuestro país, muchos de sus números no fueron publicados, comenzando la recopilación de estos a partir del número #248, momento en el que Daredevil se enfrenta a Lobezno. Pero los fans del diablo enmascarado, que tanto pedían ver recopiladas estas historias, ven por fin cumplidas sus expectativas gracias a la publicación por parte de Panini Cómics de esta etapa completa, concretamente dentro de cuatro volúmenes que pertenecen a la colección Marvel Héroes. Dos de ellos ya fueron publicados hace unos años, bajo los títulos ‘El diablo en el infierno’ y ‘María Tifoidea’, anunciando la salida del cuatro número, ‘El ocaso de los ídolos’, para antes de que finalice este año.
Aun así, debemos conocer una de las principales razones por las que el trabajo de Nocenti no tuvo tanta repercusión en nuestro país. Situándonos en el contexto de la época, a finales de la década de los 70, Daredevil era un superhéroe que había ido viendo cómo sus ventas, y por ende el interés por parte de los lectores, disminuían. Esto llevó a la Casa de las Ideas a decidir poner fin a la serie, aunque en aquel momento, un novel Frank Miller pidió tomar las riendas de la serie, algo que la editorial aceptó, ya que no tenían nada que perder. Miller logró así hacerse un nombre en la industria del cómic, no solo por relanzar al héroe, sino por crear una de las mejores historias de este, ‘Born Again’.
El problema es que la estela de este guionista era muy vasta, hasta el punto de que tras su salida, le encomendaron a Ann Nocenti, a quien habíamos visto trabajar junto a Claremont en los X-Men, que escribiese un relato a modo de introducción al trabajo del siguiente guionista para crear así menos fricción. Pero Steve Englehart, que sería el encargado de continuar la serie, no estaba de acuerdo con lo contado por Nocenti en su historia, lo que le llevó a discutir con el editor de la serie, hasta el punto de que este decidió dispensar de él y encomendar la labor de guionista a Nocenti.
Esto supuso dos quebraderos de cabeza para la escritora, por un lado las continuas comparativas hacia el trabajo de Frank Miller y por otro, las críticas por parte de los lectores que no estaban acostumbrados a la predominancia de mensajes políticos y sociales en la serie de Daredevil. La marcada ideología de Nocenti impregna las páginas de estos números, donde sus críticas sociales ponen de manifiesto los pensamientos de la guionista.
En plena era Reagan, donde la URSS estaba llegando a su desplome, poniendo así fin a la Guerra Fría, la sociedad norteamericana vivía aún con muchos temores. Toda esta decadencia y concienciación la veremos en cada una de las historias escrita por Nocenti. Desde el problema de la drogadicción hasta la situación del ser humano en el medioambiente son algunos de los temas que se tocan en estos números. Todos ellos, eso sí, focalizados en la Cocina del Infierno, el conocido barrio de Nueva York que en las historias de esta escritora adquirirá un gran protagonismo como telón de fondo.
El legado de Miller dejó a Matt Murdock fuera de la abogacía y con ello también puso fin a la dualidad del héroe al decidir cómo afrontar ciertos temas. Pero Nocenti recupera esta esencia vital. Para ello, tras mostrarnos a Murdock trabajando en un bar, decidirá encomendarle una labor mucho más apegada a su persona, como es el trabajar en una asesoría. De esta forma vuelve a darle a Daredevil la oportunidad de tener que decidir si quiere enfrentarse a alguien mediante la vía legal o como enmascarado nocturno.
La gran mayoría de sucesos a los que se enfrenta el héroe en los primeros números tienen que ver con problemas que se habían venido gestando en la época. En el número #236 por ejemplo, el ‘villano’ es un antiguo héroe de guerra que ve cómo al volver a Nueva York, no es capaz de integrarse en la sociedad, algo que lamentablemente pasó a cientos de soldados. Bajo el título ‘Soñador americano’, estamos ante una clara crítica por parte de la guionista hacia su gobierno a la hora de participar en conflictos ajenos a su país. Natasha Romanoff, que también hace acto de presencia en este primer número, tendrá una mayor relevancia en el siguiente, cuando intente convencer a Daredevil de convertirse en una figura pública que luche contra las drogas, al igual que hacían muchos deportistas o celebridades de la época.
En cuanto a Murdock, el cómic profundiza en el amor que este siente por su novia Karen, a quien ha ayudado a salir de las drogas. Su relación continua a lo largo de las páginas y se vislumbran en ciertos momentos conversaciones en las que analizan la antigua situación de la joven como ejemplo para los lectores.
Pero no todo van a ser críticas sociales y personajes secundarios que intentan dar lecciones de moral directa. Dientes de Sable, Lobezno, Pantera Negra o Kingpin son algunos de los conocidos que hacen acto de presencia en este volumen. Cada uno de ellos estará envuelto en una trama más o menos cerrada que como es lógico, guarda alguna lección de moral para el lector, aunque de forma más sutil.
La narración peca en algunas ocasiones de tener un exceso de cuadros de texto, lo que puede abrumar a los lectores más noveles. Pero tras leer los 17 números que escribe Nocenti, podemos ver que su guion mejora según avanzamos en la lectura, hecho que podemos corroborar en los siguientes volúmenes. Además de sus historias, tenemos dos números escritos por John Harkness y Jim Owsley (quien posteriormente cambió su nombre por el de Christopher Priest), creando en su totalidad una serie de historias con grandes dosis de crítica, que lograron pese a la detracción inicial, sorprender a los lectores por el buen tratamiento de estos temas dentro de un cómic.
Donde sí que apreciamos unos grandes altibajos es en el dibujo, pero la razón no es otra que el exceso de dibujantes que pasaron por la serie durante estos números. Podemos así respirar un profundo estilo ochentero, tanto para bien como para mal, aunque en la parte final encontramos a uno de los mejores dibujantes de la serie: John Romita Jr. Por otro lado, Barry Windsor-Smith, Sal Buscema o Todd McFarlane son algunos de los dibujantes que también toman parte en esta obra, implementando cada uno su característico estilo.
Panini Cómics edita este tercer volumen que recoge el inicio de la etapa de Ann Nocenti a cargo de Daredevil en un tomo de 480 páginas a color por un precio recomendado de 34.95 euros. En su interior encontramos los números #236-253 y #264 de la serie original, además de varias ilustraciones en blanco y negro a modo de extras.
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[note]MARVEL HÉROES 50 – Daredevil: Zona cero
Contiene Daredevil 236-253 y 264 USA
El arranque de la genial etapa de Ann Nocenti como escritora de Daredevil, en un volumen que incluye gran cantidad de episodios inéditos, entre cuyos dibujantes figuran los legendarios Barry Smith, Sal Buscema, Rick Leonardi y John Romita Jr. Tras la publicación de Born Again, el Hombre Sin Miedo encontraba una autora a la altura de la leyenda forjada por Frank Miller. Nocenti, que había sido largo tiempo editora de La Patrulla-X y había escrito la miniserie de Longshot, desarrolló historias pegadas a la calle, con una importante sensibilidad social y en la que se abordan temas que, a finales de los años ochenta, en raras ocasiones figuraban en la agenda de los cómics de superhéroes. Una obra maestra a reivindicar, que se complementa con Daredevil: El diablo en el infierno y Daredevil: María Tifoidea.
Autores: Ann Nocenti, Barry Smith, John Harkness, James C. Owsley, Sal Buscema, Louis Williams, Todd McFarlane, Keith Pollard, Chuck Patton, Keith Giffen y John Romita Jr.[/note]