viernes, noviembre 22, 2024

Música de Película— X-men: Días del futuro pasado

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Panini

X-Men Días de un Futuro Pasado Carátula

 

La amistad es una de esas cosas maravillosas de la vida que nos devuelve a menudo la fe en el ser humano como especie. Quizá no está lo bastante valorada, pero si atendemos a la escasez de este fenómeno en el reino animal, podemos considerar que la unión de dos individuos sin lazos de sangre ni necesidad de asociarse para sobrevivir, es un pequeño milagro social. La amistad nos permite sobrellevar mejor el día a día, compartir nuestras alegrías y nuestras penas y desarrollar actividades en común. Ahora bien, la amistad, por noble sentimiento que pueda ser, encierra, como el amor, un efecto ceguera que nos priva de medir en su justa medida los defectos de quien recibimos recíprocamente amistad. Así puede suceder cuando defendemos ante nuestra pareja comportamientos de nuestros amigos que solo podrían ser calificados de grotescos o cuando los recomendamos para un empleo para el que posee dudosas competencias. Pero claro, por un amigo… cualquier cosa. Bryan Singer, director de X-Men: Días del futuro pasado y John Ottman, editor y compositor de la misma, son amigos.

John Ottman
John Ottman

La relación entre director y compositor viene desde que aunaran esfuerzos codirigiendo el corto Lion’s Den  en 1988. Sin embargo, es en Public Access, estrenada cinco años más tarde donde Ottman muestra por primera vez su doble vertiente en la participación en las cintas de Singer, ejerciendo de editor y de compositor al mismo tiempo. Desde entonces, siempre que ha sido posible, Ottman ha venido desempeñando ambas funciones para el director de Nueva York. La unión de director-compositor de forma habitual es algo que ha arrojado, en ocasiones, un saldo más que positivo. Ahí tenemos el tándem formado por Steven Spielberg y John Williams, con obras maestras de la talla de Parque Jurásico, La Lista de Schindler o la Trilogía de Indiana Jones, por citar solo algunas; el compuesto por Tim Burton y Danny Elfman, que pueden presumir de bandas sonoras como Batman, Batman Vuelve, Mars Attacks!, Eduardo Manostijeras o la nunca suficientemente alabada Pesadilla Antes de Navidad (si bien Burton no ejerció labores como director en esta última); remontándonos a los clásicos, el dúo Hitchcock-Bernard Herrman que produjeron Vértigo o Psicósis. Pero claro está, hablamos de compositores que han pasado o pasarán a la Historia del medio y, claro, es comprensible que directores de prestigio se asocien con el talento. Lo que ya no está tan claro es el empeño de algunos otros en contar con hombres como Tyler Bates (Zack Snyder) o David Julyan (Christopher Nolan). De hecho, ambos han recurrido al siempre presente y generalmente resuelto Hans Zimmer en producciones más exigentes, como El Hombre de Acero, la Trilogía de Batman u Origen. Sin embargo, a Singer no se le puede achacar falta de lealtad hacia Ottman, ya que ha contado con él en las producciones más modestas y en las más grandes, todo y que los resultados de sus trabajos no son nada alagüeños. La música de Ottman suele ser simple y provista de una pretenciosa funcionalidad mal entendida. No hay ningún error en querer hacer música de cine que sacrifique su propia espectacularidad a cambio de un mejor acompañamiento de las imagenes; pero el amigo de Singer tiende a hacer música simple, carente de todo atractivo que además no suele ajustarse correctamente a las necesidades de la película. Tiene una querencia por abusar de los coros hasta lo indecible, incluso cuando todo lo que vemos desaconseja su uso como recurso. Así por ejemplo lo hacía en el tema principal de los Cuatro Fantásticos, una película que no se tomaba en serio en ningún momento y en la que no encajaban esos pretenciosos coros; sí, el tema es resultón, pero inadecuado. Algo similar le ocurría en una de las escenas más vibrantes de Superman Returns (probablemente su mejor banda sonora junto con Valkyria), la del rescate del avión y de la lanzadera espacial. El clásico tema de John Williams brilla en los momentos más heróicos, pero cuando Ottman vuela solo su música se vuelve torpe, previsible e incluso, aburrida, de nuevo con esos coros que nunca han funcionado con Superman (en ninguna otra película se han utilizado para el personaje por genios de la talla del citado Williams, Zimmer, Ken Thorne o Alexander Courage).

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Es probable que la singular labor de Ottman como editor interfiera negativamente en sus tareas de compositor. Recientemente, en una entrevista a nuestros compañeros de BSOSpirit, Ottman confesaba que deja la composición para lo último (algo sensato si tenemos en cuenta que para adecuar la música a las imágenes antes tendrá que finalizar el montaje), pero reconocía que muchas veces no tiene tiempo suficiente para ella. Mientras que otros compositores trabajan en los temas principales (aunque tengan que dejar para después los que exijan mayor concreción) antes de finalizar el montaje, Ottman ha de hacerlo todo a la carrera. Esto, que para algunos será una justificación, no es sino un síntoma de uno de los mayores problemas que tiene Ottman como compositor y que comparte con su amigo director: tiene un ego desmesurado. Si Bryan Singer ha tendido a rechazar por no canónico las obras en las que no ha participado dentro de X-Men (véase el desprecio manifiesto por lo mostrado en X-Men 3 o en X-Men Orígenes: Lobezno, en colisión con X-Men: Primera Generación, cuyo plot viene firmado por Singer) no digamos ya en Superman, donde negó la existencia de las películas sin participación de su mentor y adorado Dick Donner; esto es, afirmó que Superman Returns sucedía justo después de Superman II, borrando de continuidad Superman III y Superman IV: En busca de la paz. ¿Que eran cintas mediocres? Sí, pero Superman Returns podía existir igualmente sin hacer ese ejercicio de negacionismo, porque en nada le afecta ese hecho a lo narrado a lo largo de su metraje. Ahondo en el ejemplo de Superman no solo para justificar el paralelismo Singer-Ottman, sino porque es ahí, en Superman Returns, donde se perpetra uno de los mayores insultos a la música de cine y donde el ego de Ottman brilla en todo su esplendor. Como seguro sabéis, Singer quería que su película de Superman fuera una protosecuela del Superman de Donner. Para mantener la estética, exigió a Ottman que utilizara el icónico material de John Williams. De hecho, no solo recupera el tema central de Superman, sino que utiliza el Love Theme para Lois y Kal-El, el tema de Krypton en el microprólogo o el de Smallville en los flashbacks. Pues bien, en los títulos de crédito podéis ver como  se destaca bien grande el “Music by John Ottman“, mientras que el “Superman Theme composed by John Williams” apenas puede leerse (además de obviar, como decíamos, que no solo se utiliza el tema de Superman). La falta de respeto mostrada al compositor de Star Wars es del mismo tamaño que la distancia entre el talento de este y de Ottman. No obstante, no es novedad que los mediocres necesiten alimentar su ego de estos modos y maneras.

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 Adentrándonos ya en su trabajo para esta X-Men: Días del futuro pasado, lo antedicho al respecto del ego cobra todo el sentido, porque el principal problema musical de Ottman vuelve a ser este. Decíamos en la reseña de la música de Capitán América: El Soldado de Invierno que las cintas de los mutantes de Marvel no habían tenido hasta la fecha ninguna unidad musical al contar en cada entrega con un compositor diferente. Lo compuesto por Ottman para X2 superaba claramente a lo exhibido por un Michael Kamen en horas bajas y lastrado por una enfermedad, la esclerosis múltiple, que ya no le dejaba trabajar como antaño. De este modo, Ottman dejaba un tema principal ostentoso que, todo hay que decirlo, sí encaja muy bien con el tono de la película y con el carácter del grupo; aunque no se puede decir lo mismo de la música dentro de la película, de nuevo alternando entre la poco apropiada (aunque suene relativamente bien en la escucha aislada) y la anodina. Un buen ejemplo, el track Storm Perfect Storm (de nuevo con los omnipresentes coros). En X-Men 3: La decisión final, un John Powell inspirado dejaba en pañales a Ottman tanto en la acción, en lo épico como en el drama . Compitiendo duramente con X-Men 3 por ser la mejor de las películas en cuanto a música, posteriormente encontramos el trabajo de Henry Jackman en X-Men: Primera generación. La precuela dirigida por Matthew Vaughn se benefició del buen hacer de Jackman, que puede verse en su enorme tema X-Training, donde ameniza la secuencia donde los jóvenes talentos de Xavier tratan de prepararse para lo que vendrá y en el que inserta acertadamente el tema del grupo y el de amor;  y del esmero y cuidado que siempre pone el director en todas sus películas. Es reseñable que en los extras del Bluray, Jackman explica la decisiva intervención de Vaughn a la hora de perfilar el tema de Magneto (probablemente el único director de la franquicia mutante que ha entendido al personaje), que sirve perfectamente como definición musical del personaje y de sus devenires a lo largo del film. Por todo esto, ahora que ambas corrientes temporales (la de Primera Generación y la vista en la trilogía de X-Men) iban a confluir, solo puede entenderse que Ottman rechace utilizar el brillante material (o al menos, parte) compuesto por sus antecesores (en especial, Jackman) y a cambio entregue una banda sonora tan mediocre e insípida, como un problema de ego; de mi música es la mejor y su empeño en ser editor y compositor a toda costa (más si tenemos en cuenta que sus montajes suelen adolecer de una falta de ritmo que asusta, véase Superman Returns o la segunda mitad de esta Días de un futuro pasado).

 Days-of-Future-Past-poster-1Los defectos habituales en la música de Ottman (plana, simple y singularmente pretenciosa) aparecen por doquier en este trabajo. El primer track, The Future-Main Titles ya es una buena carta de presentación, con un largo y anodino tema que viene rematado por una nueva versión del tema principal de X2, con pocas novedades más allá de unos arreglos más electrónicos y que hace lo que puede con unos títulos de crédito más bien cortos. He de decir, no obstante, que los arreglos de sus trabajos desde que falleciera Damon Intrabartolo, su orquestador habitual, han ido a peor, con lo que no esperéis una versión mejor de lo ya escuchado en X2. Enseguida, el segundo track, Time’s Up, acaba de recoger las carencias no mostradas en el anterior: un tema plomizo con abundantes coros que no dice nada a nadie, sirviendo de modelo para la práctica totalidad de cortes de acción del CD. Un despropósito completo, sabiendo además que lo que mejor se le da rodar a Singer son las set pieces de acción, donde curiosamente sí suele mantener un buen ritmo, a diferencia de los momentos más introspectivos. Como si Ottman quisiera enseñarnos todo lo que tiene que decir en los primeros cuatro tracks, el siguiente, Hope (Xavier’s Theme), considerado por el propio Ottman como uno de los mejores temas de la película, es en realidad una descarada referencia (si no incluso un plagio) del conocidísimo Time de Hans Zimmer para Origen.

X-Men-Days-of-Future-Past1Si el tema de uno de los grandes protagonistas, Xavier, está tomado prestado en su esencia, nada sabemos de un tema para otro de los personajes principales, Magneto. Según palabras del propio Ottman en la entrevista antes citada, decidió no usar el tema de Jackman para Magneto porque (siempre según él) éste utiliza las mismas notas que un tema suyo para X2 del que no se acuerda nadie. De nuevo, el ego de Ottman no conoce límites. Decide, por tanto, dejar huérfano al antagonista claro del film por semejante chorrada mayestática, aunque parece ser que hay un leve eco de su tema de X2 para el Amo del Magnetismo. Al menos, todo hay que decirlo, hay algún tema un poco más entretenido (que suena al Thomas Newman de Skyfall y el John Powell de Paycheck; sí, todo muy original) como Springing Erik, pero tampoco es nada del otro mundo.

Los únicos consuelos que podemos tener al escuchar el trabajo de Ottman son dos: 1) A pesar de todo, aunque la música no brille en la película, tampoco desentona tanto como en Los Cuatro Fantásticos o en la citada X2 y 2) el último corte, Welcome Back- End Titles es una bonita suite en la que utiliza, aquí con más acierto que en los títulos del comienzo, el tema de X2 y la parte original del tema de Xavier. No es original ni es algo muy elaborado, pero al menos suena bien y no se hace tan pesado. Porque al César lo que es del César, el tema principal de X2 que repite aquí es muy bueno, pero a la postre acaba siendo como un oasis en el desierto, más aún teniendo en cuenta que a lo largo de la película no se utiliza.

Para añadir más desasosiego, el tracklist del CD parece ser erróneo. Así lo aseguraba el propio John Ottman en su estado de Facebook el 30/06/2014

“‘Im mortified to discover that cues 16 thru 19 are in the wrong order and labelled wrong on my X-Men Days of Future Past album!
For those who care…. In the order on the album (which was NOT the way it was supposed to be heard), the correct cue names should be:
16. Do What You Were Made For
17. I Have Faith in You/Goodbyes
18. Join Me
19. The Battle Begins
I was going though all the extra cues that weren’t released on the album, and through my cross-checking, I discovered this. My fault for not proofing it more carefully. Motherfk I mean why would I put “The Battle Begins” as the 2nd to last cue? UGH.”

Por todo ello, os aconsejamos que dediquéis vuestro tiempo a escuchar otras cosas, si bien podéis poner el Welcome Back-End Titles en vuestra lista de reproducción, lo único salvable de un disco que uno se pregunta cómo es posible que se haya podido hacer tan mal. Ah, sí, porque Singer y Ottman son amigos.

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