El pasado jueves 31 de julio, durante el segundo día del festival Celsius 232, pudimos charlar con una de las mejores voces del fantástico actual: Brandon Sanderson. Desde aquí queremos agradecer a la organización la oportunidad de entrevistar a este escritor prolífico, interesante y lleno de grandes ideas.
LCDE. Tu última novela publicada en España es ‘Steelheart’ y, ya que La Casa de EL es una referencia a Superman, queríamos conocer tu relación con la figura del superhéroe y el mundo de la novela gráfica.
Conocí la novela gráfica a través de un cómic que no era de superhéroes, ‘Las Tortugas Ninja’. ¿Alguna vez los leísteis? Los antiguos, de Eastman y Laird, antes de que se hiciera una serie animada. Me encantaban. Un vecino me enganchó a ellos y a los juegos de rol, por el juego de rol de ‘Las Tortugas Ninja’ de Palladium. Mi pasión por los cómics y los superhéroes nació de ahí y luego empecé a pedirles recomendaciones de novela gráfica a amigos. Siempre me incliné por la novela gráfica, porque prefería que la historia estuviera completa, ya que una de las cosas que me molestan de los cómics es su naturaleza sin fin. Por eso me gustan cosas como ‘Kingdom Come’ o, por supuesto, ‘Watchmen’, que a todo el mundo le encanta. Me gusta leer un ciclo completo, incluso algo como ‘Crisis en tierras infinitas’, que tiene su planteamiento, nudo y final. De hecho, me gustó mucho la saga de la muerte y el renacimiento de Superman. Dejo que amigos y críticos en Internet me recomienden qué leer.
LCDE. Ya que has mencionado los juegos de rol. ¿Cómo se desarrolló el juego de rol de Mistborn [basado en los libros ‘Nacidos de la bruma’, inédito en castellano]?
Muy al principio de mi carrera, un grupo de fans que se dedica a hacer juegos de rol se me acercó. Ellos lo hacen como hobby, no forman parte de una de esas compañías grandes, pero vinieron a una sesión de firmas y nos pasamos horas hablando sobre juegos de rol. La historia les apasionaba y tenían muchas ganas, así que decidí dejar que hicieran el juego de rol de Mistborn. Me preguntaron acerca de mis sistemas de juego preferidos y qué creía que podría ayudar al juego a ser bueno. Les hablé de mis juegos preferidos. No creé las normas, pero les dije lo que me gustaba: quería que la gente que no quisiera combatir se lo pasara bien, que los recursos fueran importantes, que se pudiera hacer duelos con la reputación de alguien (y no solo con espadas)… Y ellos incorporaron esos elementos a la mecánica del juego.
LCDE. Y una vez diseñado, ¿te involucraste más en el proceso?
Cuando lo acabaron me lo enviaron, lo probé y les envié algunas sugerencias más. Anoté la última versión, de modo que tienes unas secciones laterales, en los márgenes, en las que habló de mi teoría acerca de los juegos de rol y de por qué el juego funciona como funciona.
LCDE. Una cosa en común de muchas de tus novelas es la presencia de protagonistas jóvenes, a menudo incluso adolescentes. ¿Cómo te planteas el proceso de escritura una novela juvenil frente a una de adultos?
Es difícil definir qué es juvenil y qué no lo es. Por ejemplo, en Reino Unido ‘Steelheart’ se ha publicado como novela para adultos, mientras que en Estados Unidos se la considera juvenil. Creo que en España también se publicó como juvenil. La ciencia ficción y la fantasía a menudo juegan con el límite entre literatura juvenil y literatura para adultos. Para mí, la diferencia radica en si la voz principal es una voz de adolescente muy distintiva. Por ejemplo, ‘Steelheart’ está escrita en primera persona desde el punto de vista de un adolescente que habla de su vida, mientras que ‘Nacidos de la bruma’ va sobre Vin, Kelsier, Sazed y Elend. Ahí tienes a uno o dos adolescentes y a dos personajes que no lo son, con lo que tienes un espectro mayor y la novela no es juvenil, aunque algunas de las voces sean de jóvenes.
LCDE. ¿Dirías que son los editores los que deciden las etiquetas?
Sí, aunque hay ciertas cosas que se dan en la novela juvenil. Creo que una buena novela juvenil debe captar su atención rápidamente, mientras que los adultos dan algo más de margen. Por ello, algo como ‘El camino de los reyes’ no funcionaría como novela juvenil, aunque muchos lectores adolescentes lo han disfrutado, porque necesita de doce capítulos para empezar a saber lo que ocurre.
LCDE. Ahora pasamos a ‘Legión y El alma del emperador’, para hablar sobre creación de mundos. ¿Qué te resulta más complejo: crear un mundo propio o jugar con las reglas y limitaciones del mundo real?
Quizás es más complejo crear un mundo nuevo pero documentarse sobre el mundo real es duro. En ‘Steelheart’ tuve que comprobar datos a menudo para asegurarme de que los detalles del mundo real que daba eran los correctos. Se tarda más en crear un mundo propio pero es más complicado usar el mundo real sin errores, así que se podría decir que cada sistema tiene sus retos.
LCDE. Queríamos preguntarte acerca de tu relación con tus traductores (por ejemplo, tu traductor al castellano, Rafael Marín). ¿Contactan contigo a menudo?
Creo que Rafael todavía no nos ha contactado. Intento estar muy disponible para que los traductores hagan consultas, algo que era más complicado antes de tener asistentes a tiempo completo. Los traductores son más que bienvenidos. He oído buenas críticas del trabajo de Rafael, cosa que me alegra, aunque no hayamos hablado directamente de traducción. La verdad es que suelen contactarme en especial los traductores de lenguas lejanas al inglés y quizás el castellano y el inglés están lo bastante cerca como para que no dude sobre mis intenciones. Mis traductores japoneses, taiwaneses y chinos me contactan a menudo, pero raramente los europeos.
LCDE. En el caso de series, ¿te preguntan por detalles de la historia?
Sí, y a veces he de explicar si en mi mundo diferencian entre la palabra para hermano mayor o menor, ya que las lenguas asiáticas a menudo lo hacen.
LCDE. Sabemos que también das clases de escritura creativa y que alguna vez has hablado de tu opinión sobre la necesidad de olvidar el héroe de Campbell para revitalizar la fantasía. ¿Qué recomiendas a tus alumnos: usar clichés de la fantasía como modo de aprendizaje (una especie de ruedecitas en la bici del escritor) o evitarlos de buenas a primeras?
Recomiendo escribir sobre lo que les apasiona y lo que les gustaría leer. Hay todavía espacio para libros como los que escriben R. A. Salvatore o Terry Brooks, que tienden hacia un tipo de fantasía más clásica. Aunque me gustan esos autores, ya no me interesa tanto leer ese tipo de fantasía y no quiero coger un libro nuevo de un nuevo autor y ver que está lleno de este tipo de cosas, así que yo no escribo sobre elfos y enanos. Creo que lo mejor es escribir sobre lo que te apasiona, pero que el género fantástico ha evolucionado y ya no se ven tantos clichés como antes. Dicho esto, tienes cosas como la saga de ‘Harry Potter’, que me gusta mucho, aunque sea una historia tópica. Es tópica, pero está muy bien hecha y creo que todavía se puede trabajar con clichés y hacer grandes cosas. Al final, todo se reduce a preferencias personales. Creo que lo que busca un lector en un libro nuevo es un poco de lo que ya conoce y algo nuevo.
LCDE. Creaste las llamadas ‘Leyes de Sanderson’, que regulan tus sistemas de magia. ¿Cómo nacieron y qué te llevó a compensar la magia con algo negativo?
Pensad que las ‘Leyes de Sanderson’ son algo que creé para mí mismo. Por ejemplo, me percaté de que un sistema de magia me salía mejor (y lo disfrutaba más) cuando me centraba primero en las limitaciones. Me di cuenta de que creaba mejores historias cuando me imponía unas limitaciones, en vez de hacer trabajar más duro a mis personajes dentro de sus propias limitaciones. Son unas reglas para escribir mejor.
LCDE. Como tener un personaje de rol débil que te obliga a esforzarte más con su historia.
Exactamente, es algo así. Me gusta mucho jugar con personajes de rol que son más débiles que el resto, por lo que tienen que esforzarse más para ser relevantes.
LCDE. Viviste en Corea del Sur durante un par de años [Marc y Brandon intercambian unas frases en coreano]. Hablaste un poco del tema en el prólogo de ‘El alma del emperador’, pero nos gustaría saber más. ¿Cómo crees que tu contacto con diferentes culturas asiáticas influenció tu modo de escribir y tus sistemas de magia?
Me afectó mucho, en especial en dos aspectos. Por una parte, como viví allí como misionario, dejé atrás casi todo en mi vida y eso me hizo descubrir qué era lo que más disfrutaba y quería. Aunque había estudiado química, no la echaba de menos. Echaba de menos escribir, algo que solamente podía hacer un día a la semana. Al volver, me di cuenta de que de verdad quería ser un escritor. Había echado de menos escribir más que, por ejemplo, los videojuegos. Por otra parte, la lengua coreana es fascinante y la legua de ‘Elantris’ está muy relacionada con el modo como el coreano y el chino se relacionan. El sistema de aones, la lengua aónica, funciona igual que el hanja y el hangul combinados.
LCDE. Y siguiendo con este tema, aunque la fantasía actual sigue estando basada en la tradición anglosajona con ambientación medieval, hay una nueva ola de escritores multiculturales (de origen asiático o africano, por ejemplo) o fantasía basada en el Oriente Medio. ¿Qué estilo te resulta más atractivo?
Si haces algo bien, al final el resultado es disfrutable. Por ejemplo, Guy Gavriel Kay toma de la tradición anglosajona pero se basa en un lugar concreto: Francia, España… Al leer sus libros te das cuenta de que detrás hay una cultura específica. No me gusta lo genérico, una Inglaterra medieval genérica, por ejemplo, prefiero explorar otras cosas. ‘El camino de los reyes’ es Asia/Oriente Medio y con ‘Nacidos de la bruma’ pensaba en el Londres de 1810. Uso influencias europeas u orientales dependiendo de lo que me anime en ese momento.
LCDE. Tu carrera ha evolucionado muy deprisa, convirtiéndote en un nuevo clásico. Como tal, ¿qué nueva hornada de escritores recomendarías?
Me gusta Ian McDonald y el libro que publicó hace un año. Aunque no es tan nueva, diría N. K. Jemisin. Hay muchos autores contemporáneos maravillosos y es un gran momento para la fantasía y la ciencia ficción, ya que me gusta mucho de lo que se publica. Creo que el género se está ampliando y llegando a límites nuevos.
LCDE. ¿Se puede hablar de una época dorada del fantástico?
No creo que se pueda reconocer una era dorada cuando estás involucrado, pero tal vez luego alguien mire atrás y diga que lo que se está haciendo ahora es muy bueno. Por ahora, sé que disfruto mucho de lo que leo.
LCDE. Varias de tus obras están a punto de ser adaptadas. ¿Cómo va el proceso?
Hemos vendido los derechos de varios proyectos, pero me parece que nada avanza demasiado. Por ejemplo, la novela corta ‘Legión’ está en pleno desarrollo para ser convertida en serie de televisión. Acabamos de revender los derechos, ya que el comprador anterior los dejó expirar. Y lo mismo sucedió con ‘Nacidos de la bruma’. Por ahora no sé de nada que esté a punto de suceder, ya me gustaría. A veces me cuesta entender a Hollywood. Todavía no han adaptado ‘Sandman’ de Neil Gaiman y mira que pienso “¡Sería genial! ¿Por qué no la adaptan?”. Tardaron quince años en ponerse con Spiderman y si se tardan quince años para Spiderman, no sé lo que ocurre.
LCDE. La hija de Terry Pratchett ha empezado a trabajar para adaptar las obras de su padre, ocupándose del transmedia de ficción de la obra de Pratchett. ¿Crees que podría darse una situación similar con tus obras, haciéndote cargo tú?
Me temo que no conozco el medio lo suficiente. Ahora bien, quizás sí, si se me acercara un director que me gustara, por ejemplo un director independiente y me dijera: “Hagámoslo”. Quizás podríamos usar Kickstarter y hacer nosotros una película. No sé demasiado sobre hacer una película, así que no tengo la confianza suficiente como para hacerlo solo.
LCDE. Pues parece que eso es todo. ¡Muchas gracias por todo!
Entre bambalinas, Sanderson nos comentó que estaba disfrutando en Avilés (tras la visita a Barcelona por los premios UPC, es su segunda vez en España). Nos dijo que Barcelona necesita un evento y, cuando le explicamos la candidatura de la EuroCon y el proyecto de la MIRcon, pareció bastante interesado en asistir. Parece que, por suerte, vamos a tener más ocasiones de ver al escritor en un futuro.
Entrevista y traducción por: Rocío Rincón y Marc J. Miarnau