Creo que jamás me cansaré de releer y recomendar los cómics de Conan el bárbaro que entre octubre de 1970 y diciembre de 1993 publicó la editorial americana Marvel. Si bien es cierto que entre sus 275 números y 12 anuales hay historias mediocres, por norma general tenemos una colección de aventuras que aún a día de hoy mantiene sus formas frente a otras más actuales.
Son muchas las ediciones que se han hecho sobre ella desde que la editorial Vértice comenzara a publicarla en nuestro país en 1972, pero tal vez la última, que lleva editando Planeta DeAgostini Cómics desde junio de 2005, sea la más destacada a la par que accesible. Pese a ello, tiene un detalle que no ha sido muy bien recibido por los lectores más puristas, aunque otros en cambio están encantados con la decisión: el recoloreado digital de los números. Pero dejando de lado este tema sobre el que podríamos estar debatiendo largo y tendido, y que al final, recae sobre el gusto de cada persona, la edición es estupenda.
Recientemente se ha publicado en nuestro país el volumen 22, que tiene como salvedad el ser el primero que incluye varios números de Jim Owsley (conocido actualmente como Christopher Priest), un gran guionista que estuvo al mando de la serie desde el número #172 hasta el #201 (salvo el #186), quedándose posteriormente como coescritor hasta el #213. Este joven, que logró entrar a trabajar en Marvel a la temprana edad de 21 años, también se encargó de escribir los anuales #8 y #10-12, además de realizar los guiones de los últimos cinco números de la otra serie del cimmerio que mantenía la editorial desde 1980, ‘Conan the King’.
El estilo de este autor varía notablemente con el que Michael Fleisher, quien debutó en el mundo del cómic en 1972 con ‘Secrets of Sinister House #5’, nos venía mostrando desde hacía dos años. Su Conan pasa de exhibir unas historias con gran dosis de creatividad, cuyo estilo varía de una a otra de una de forma plausible, a ir asentándose firmemente con el fin de contar relatos más profundos y trabajados, como podemos apreciar en la parte final de este volumen. Ambos guionistas fueron muy buenos, cada uno con su estilo y orientados hacia un mismo público que requería ya un cambio de narrativa que devolviese a Conan al esplendor de la década de los setenta, donde las historias de Roy Thomas encandilaban a todo aquel que quisiera adentrarse en este género conocido como espada y brujería.
De esta forma, este volumen se presenta como el punto de inflexión de la serie ‘Conan el bárbaro’ en la década de los ochenta. Iniciándose con los anuales #8 y #9, el primero de ellos con un relato de tintes místicos y el segundo con una historia cargada de traiciones y violencia, se da paso a los números #168 al #173 de esta colección. Estos cinco números muestran tres historias diferentes. La primera de ellas, que solo ocupa un número, lleva por nombre ‘La mujer pájaro y la bestia’ y en ella nos cuentan un relato de tintes clásicos sobre el amor entre dos personajes de mundos opuestos. Le siguen ‘La tumba del mago escarlata’ y ‘El dominio de los muertos’, donde básicamente se narra una historia de acción donde la magia y los seres sobrenaturales están a la orden del día. Después de estas, ‘El canto fúnebre de los bárbaros’ se presenta como un relato que sirve de nexo de unión entre el trabajo de Fleisher y el de Owsley, con una historia corta sin grandes pretensiones.
Tras estas, tenemos los primeros dos números escritos por Jim Owsley, para los que el guionista envía al bárbaro a las tierras pictas, una zona de sobra conocida por todos los fans del héroe. Este relato nos devuelve a la mejor época del bárbaro, con un Conan rudo y vigoroso que es capaz de hacer frente a todo un ejército con el fin de lograr su objetivo. Por otro lado, merece la pena destacar un nuevo personaje femenino que aparece en las páginas, Tetra, claramente inspirado en Red Sonja o Bêlit.
El dibujo ha sido realizado casi en su totalidad por John Buscema, salvo los dos anuales, donde Val Mayerick y Ernie Chan son los encargados de ilustrar los relatos. Estamos, eso sí, ante un Buscema cuyo estilo se ha visto algo mermado por el paso de los años. Si bien es cierto que se sigue respirando la grandeza de su arte, observamos cómo esta no deslumbra como lo hacía en sus primeros años a cargo de la serie.
Planeta DeAgostini Cómics incluye dentro de este volumen 22, que se presenta con cubiertas cartoné y el mismo estilo de los anteriores números, 232 páginas a todo color por un precio recomendando de 25 euros.
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[note]Las leyendas cuentan que incluso los demonios temen internarse en los yermos pictos cuando se ha puesto el sol, pero la amenaza que supone una horda de pictos salvajes no es impedimento suficiente para que Conan el Bárbaro los recorra en busca del tesoro de un rey… y permanezca junto a Tetra, la bella hija de un noble brythunio.
Aunque parezca que Tetra es una muchacha desvalida que necesita la protección de Conan, ¡no tardará en demostrarles tanto a los pictos como al cimmerio lo equivocados que están!
Este volumen de Las crónicas de Conan recoge, por primera vez, historias de Conan el Bárbaro descatalogadas hace veinticinco años ¡y con los colores originales, recuperados mediante técnicas digitales!.
Título original:Conan the Barbarian #168–173, Conan the Barbarian Annual #8-9[/note]