Con este cómic ponemos punto y final a la segunda miniserie basada en los orígenes del mutante canadiense, antes de que todo su esqueleto fuese forrado con adamantium y el mundo le conociera como Lobezno.
La historia comienza con Clara siguiendo los pasos de Logan y Creed. Ellos, al creer que la joven ha muerto, van en busca de Nathaniel Essex, para hacérselo pagar. La chica desea encontrarlos antes de que hagan alguna tontería.
Sin embargo, ninguno de los dos hombres se anda con contemplaciones y, tras llegar a la fortaleza de su enemigo, acaban con todos aquellos que se interponen en su camino. Creed le dice a su compañero que se dividan y que el que encuentre a Essex lo mate, sin esperar al otro. Logan consigue dar con él y, tras ensartarlo con las garras, lo tira por la ventana (sin saber que no es tan fácil acabar con el futuro Mister Siniestro y que, en algún momento futuro, volverán a enfrentarse). Sin embargo, antes de su aparente muerte, Nathaniel confiesa a su asesino que Creed fue quien le dijo donde se escondían, aunque reconoce que lo sucedido con la chica fue un accidente.
Dolido por la traición, Logan se enfrenta al hermano de Clara, al que encuentra en el laboratorio de la fortaleza. Creed no tiene problemas en admitir que todo es cierto, ya que nunca aceptó la relación entre el canadiense y la chica. Ni siquiera la llegada de la joven consigue detener la furia del futuro hombre X que, tras pegar una paliza al traidor, lo ahoga en un tanque lleno de la pócima creada por Essex. Aunque Clara nunca ha sentido demasiado aprecio por su hermano (que fue el causante de las cicatrices de su cara) no tolera el comportamiento de Logan, al que le dice que, si no va a matarla, se largue y que no regrese nunca, o será ella la que acabe con él.
Cuatro meses después, la joven, que ha vuelto a trabajar en el circo, recibe una inesperada visita. Es entonces cuando descubrimos que el guionista nos ha estado tomando el pelo todo el rato, ya que el miembro de la familia Creed asesinado no es Víctor, sino Saúl, otro hermano de Clara. Cuando la chica le cuenta lo sucedido al futuro Dientes de Sable , él le responde que no cree que sea cierto.
De esta forma, Kieron Gillen utiliza el mismo juego que Jenkins usó en la miniserie original. Sin embargo, en aquella ocasión sólo se tardó dos números en descubrir que Logan era James, en vez de Perro. Aquí nos han mantenido el engaño de identidades hasta el final, lo que logra una conclusión más impactante y nos deja entrever cuál pudiera ser el primer motivo de Víctor Creed para odiar a Lobezno.
No sabemos cuándo algún guionista decidirá retomar la historia del origen del mutante canadiense, si eso llega a suceder. De lo que no cabe ninguna duda es de que, en pocos meses, esta miniserie será reeditada en un tomo (al igual que ha pasado con la anterior), para disfrute de aquellos lectores que prefieran este formato al de la grapa. No obstante, cabe destacar, como curiosidad, que en “Salvaje Lobezno“, la colección regular del personaje, han decicido retroceder en el tiempo y contarnos una aventura que, al igual que las de los orígenes, transcurren antes de que a Logan le forraran el esqueleto con adamantium. De esta forma, dicha historia puede considerarse como una continuación apócrifa de esta colección.
Kieron Gillen y Adam Kubert siguen haciendo el mismo estupendo trabajo que han realizado en los números anteriores, sin hacer que se eche de menos la ausencia de Jenkins y Andy.
Las dimensiones de este cómic de grapa publicado por Panini Cómics, al igual que las del resto de la colección, son de 16 x 27 centímetros. Además, es una correcta edición de tapa blanda, a color, con 24 páginas y a un precio de 1,95 euros.
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