La colección de ‘La Cosa del Pantano’ estará ligada siempre al nombre del escritor inglés Alan Moore, indudablemente por méritos propios. Suya ha sido la etapa que más ha definido (o redefinido) a este personaje en su larga historia, y buena muestra de ello es el cuarto tomo de ‘La Cosa del Pantano de Alan Moore’ que hoy comentamos.
En esta ocasión asistimos al final de la mítica saga ‘Gótico americano’ iniciada con anterioridad, saga en la que acompañamos a nuestro montón de lodo favorito en una terrorífica odisea por el continente americano. Alan Moore se propone hacer, en los números que incluye este tomo, un profundo análisis sobre la naturaleza del bien y del mal a lo largo de varias aventuras vividas por nuestro protagonista y del cruce con el macroevento de DC titulado ‘Crisis en Tierras Infinitas’ que sacudió todas las colecciones de la editorial a mediados de los 80.
En la primera historia, titulada ‘Fruta caída’, un hippy cuarentón llamado Chester dedicado a realizar trabajos de camello para ganarse la vida encuentra un extraño fruto en los pantanos, que no es otra cosa que uno de esos tubérculos que crecen aleatoriamente en el cuerpo de La Cosa del Pantano. Los efectos que tiene consumir ese misterioso fruto dependerán de la naturaleza de cada persona, y así es como el guionista comienza a jugar con los conceptos del bien y del mal en este recopilatorio. Y, premeditadamente o no, pone al lector en el lugar de Chester cuando este debe plantearse a sí mismo qué tipo de persona es. ¿Bueno o malo?¿Quién decide eso?
En la siguiente historia autoconclusiva, ‘Los Hombres del Saco’, nos vemos inmersos ya en pleno inicio de las ‘Crisis en Tierras Infinitas’, aunque la trama no se ve afectada por este hecho. Pero sí nos sirve para ver deambular por las páginas a algunos ilustres conocidos, como son Batman y John Constantine, quien tendrá un papel cada vez más importante según avanzamos hacia la conclusión del recopilatorio a través de las distintas historias. En esta ocasión, el protagonista es un asesino en serie, uno de los grandes (si medimos a los asesinos en serie por el número de sus víctimas). En cierta forma, es un relato con una estructura muy típica de Alan Moore, pero también es una historia con cierto regusto a terror de serie B, entendiendo esto en el mejor de los sentidos. Tal vez los lectores de ‘Sandman’ vean aquí, al igual que en otras historias posteriores, ciertos detalles que a Neil Gaiman, intimo amigo de Alan Moore, debieron impactarle mucho y en los que se inspiraría para crear posteriormente las historias de su obra más reconocida.
La última de las historias individuales que encontramos en este tomo, antes de que La Cosa del Pantano se mezcle de lleno en las ‘Crisis en Tierras Infinitas’, es ‘Danza Fantasmal’, una historia de la que el autor se siente muy orgulloso y que trajo no pocos problemas a la editorial debido a los puntos que toca: el derecho de los ciudadanos estadounidenses a portar armas de fuego y la masacre de los nativos americanos por parte del hombre blanco, dos temas bastante delicados en la sociedad norteamericana. Al parecer la historia está inspirada en un relato de Jim Whelock que trataba sobre Sarah Winchester, heredera de la fortuna Winchester, fortuna acumulada gracias a la fabricación de los conocidos rifles. La pobre mujer vivía aterrorizada por el miedo a sufrir las consecuencias de todo el dolor que había causado el invento de sus antepasados a lo largo de la historia, y un Alan Moore en plena forma plasma esa idea en una historia de auténtico terror que marca el punto más álgido del cómic. Y al final, el epílogo nos prepara para dar paso al siguiente número en cuya portada podemos ver el sello ‘Special Crisis Cross-Over’, por lo que ya sabemos lo que nos espera a continuación.
‘Apocalipsis’ transcurre, como es obvio, en pleno apocalipsis. O algo que se le parece mucho, al menos. El lector que no haya seguido el evento editorial antes mencionado puede verse un poco desubicado al principio, pero el guionista cuenta lo necesario (con la ayuda del Luthor de otro universo, del Fantasma Errante y del satélite de Monitor) para quitarse de encima lo inevitable y seguir contando una historia de La Cosa del Pantano. Básicamente se podría decir que con este macroargumento la editorial DC pretende racionalizar casi cinco décadas de su historia llena de tramas inconsistentes e incoherencias por doquier formando un nuevo universo conexo y lógico. En esta historia conocemos a los habituales compañeros de Constantine en sus sobrenaturales aventuras mientras nuestro protagonista es preparado para entrar en la terrible batalla que nos aguarda en los últimos números del cómic.
Pero antes de eso viene ‘El Parlamento de Árboles’, historia en la que La Cosa del Pantano viaja hasta un recóndito lugar en el nacimiento del río Tefé, en Sudamérica, para encontrar respuestas a todas las preguntas que le atormentan. O al menos eso le promete Constantine. Viendo en retrospectiva esta historia se puede decir que tiene una importancia fundamental en la mitología del personaje de La Cosa del Pantano, y muchas tramas escritas posteriormente bebieron de esta para desarrollarse, ya que no sólo nos habla de anteriores encarnaciones de su misma naturaleza, elementales de lo Verde, sino que profundiza en el concepto del Verde que fue presentado ya tiempo atrás por el autor en sus primeros números en la colección con Jason Woodrue, más conocido como el Hombre Florónico.
El preludio a la gran batalla final se relata en ‘Un Nido de Cuervos’, donde Constantine y La Cosa del Pantano tratan de detener a una milenaria secta conocida como Brujería que amenaza con destruir el Cielo. La influencia que tiene esta historia (en general todo este recopilatorio, pero esta historia especialmente) en la posterior colección ‘Hellblazer’ centrada en el personaje de Constantine es capital, ya no sólo por el destino de sus compañeros de aventuras sino también por la aparición de uno de los personajes que más ha calado entre los fans, el horroroso Imbunche (aunque ya se le había mencionado en ‘Apocalipsis’), y por las constantes referencias a lo ocurrido en Newcastle, algo que marcó la vida del mago.
Posteriormente, en ‘La invocación’ y ‘El fin’ (historia que coincide con el número 50 de la colección y que tiene el doble de páginas de lo normal) asistimos a la confrontación definitiva donde las fuerzas del Cielo y del Infierno se unirán para poder salvar el status quo, todo ello con nuestro personaje central en medio de la cruenta batalla en la que el enemigo es el mal absoluto y definitivo. Y el final, dónde el autor concluye su pequeña disección moral de la naturaleza humana, no dejará indiferente a nadie. Pero para llegar a él veremos desfilar ante nuestros ojos a no pocos personajes del universo DC: el Doctor Destino, el Barón Winter, Sargón el Hechicero, el Doctor Occult, Boston Brand, el Espectro, Zatanna, Etrigan y muchos más, incluso Caín y Abel, habitantes del mundo de sueños de Morfeo, tienen sus pequeñas apariciones. Puede que no todos sobrevivan a la gran guerra, pero ya sabemos que Constantine no es alguien a quien le cueste demasiado sacrificar inocentes en pos de un bien mayor.
Cabe también mencionar que a lo largo de todos estos números se desarrolla una pequeña subtrama relacionada con Abby Holland que tendrá su final en posteriores números, y cuyos efectos llegan hasta nuestros días. Pero eso es otra historia…
Sobre el guión, creo que sobran las palabras. Alan Moore no sólo ha sido responsable de la mejor etapa en esta colección, como comentaba al principio, sino que revolucionó el mundo del cómic con estas historias. Su forma de narrar sigue hoy día siendo todo un referente, y sus guiones aquí rozan la perfección, si bien es cierto que las primeras historias de terror gótico autoconclusivas contenidas en este recopilatorio son más redondas que las últimas, más metidas en la guerra del Cielo.
En las labores ilustrativas encontramos a Alfredo Alcalá, John Totleben, Rick Veitch, Ron Randall, Stan Woch, Stephen Bissette y Tom Mandrake, todos ellos dibujantes y entintadores muy diferentes pero que consiguen fundirse en un sólo estilo que da gran consistencia al dibujo haciendo pensar (o casi) al lector que siempre está viendo al mismo dibujante. Aunque sí se podría criticar tal vez el uso que se hace del color en contadas ocasiones dónde resulta plano y sin profundidad, en general estamos hablando de un acompañamiento ideal para el guión que nos regala momentos de terror (la sugerida transformación de Judy es genial), de viajes oníricos (los últimos momentos de la mujer víctima de una enfermedad terminal) y de espectaculares batallas (la carga de Etrigan) cuando es necesario.
Este cuarto tomo de ‘La Cosa del Pantano de Alan Moore’ publicada por ECC Ediciones se presenta en formato cartoné de tapa dura. El tomo contiene 224 páginas a color e incluye los números del 43 al 50 de la edición americana de la colección. Se incluye además una introducción de Neil Gaiman, biografías de los autores al final y las fantásticas portadas originales de todos los números incluidos dibujadas por Stephen Bissette, convirtiéndose así en una edición imprescindible. El precio de venta recomendado es de 17,95€ y se puso a la venta en septiembre de 2014.
Alan Moore
Nacido en Northampton (Reino Unido) en 1953, está considerado por muchos el mejor guionista de cómics de la historia. Debutó en su país natal con seriales para 2000 AD y Warrior que llamaron la atención de Len Wein, editor de DC, que le ofreció cruzar el charco. Así, a principios de los años 80, creó hitos como ‘La Cosa del Pantano’, ‘Watchmen’, ‘V de vendetta’ o las historias incluidas en ‘El Universo DC de Alan Moore’. También es el artífice de America’s Best Comics, de donde salieron obras tan destacadas como ‘Top 10’, ‘Promethea’ o ‘La Liga de los Caballeros Extraordinarios’.
Stephen Bissette
Nacido en Vermont en 1955. Junto a otros autores de renombre como Rick Veitch o Tom Yeates, fue uno de los primeros licenciados de la Kubert School. Su estilo pronto lo convirtió en un referente del cómic de terror y suspense, cosa que demostró con creces durante su estancia en ‘La Cosa del Pantano’ de Alan Moore. Después, creó su propia empresa, Spiderbaby Grafix, donde lanzó ‘Taboo’, una antología de terror que dio origen a seriales tan conocidos como ‘From Hell’. Actualmente, da clases de dibujo en su Vermont natal.
Alfredo Alcalá
Nacido en Talisay (Filipinas) en 1925 y fallecido en 2000. Apasionado de los cómics y del dibujo en general desde muy joven, se convirtió en uno de los artistas más famosos de su país natal, donde incluso se publicó una revista que llevaba su nombre, Alcalá Komix Magazine. A principios de los años setenta, empezó a colaborar con las principales editoriales estadounidenses, entre ellas la propia DC. Destacó especialmente como entintador habitual de Don Newton en las series de Batman y por su participación en ‘La Cosa del Pantano’ de Alan Moore.
John Totleben
Nacido en Erie (Pensilvania) en 1958. Estudió en la Kubert School y, tras convertirse en profesional en 1979, no tardó en unirse al dibujante Stephen R. Bissette en las aventuras de ‘La Cosa del Pantano’ que, poco después, escribiría Alan Moore. Unos años más tarde, ambos artistas crearon la antología de terror ‘Taboo’ antes de que Totleben volviera a colaborar con Moore en ‘Miracleman’. Hoy en día, su producción se ha reducido mucho por culpa de un problema visual, pero sigue trabajando puntualmente para varias editoriales.
Rick Veitch
Nacido en Estados Unidos en 1951. Se labró cierta reputación como artista underground antes de ingresar en la Kubert School, donde compartió clases con Steve Bissette y John Totleben. Fue uno de los dibujantes de ‘La Cosa del Pantano’ de Alan Moore, de la que tomó las riendas también como guionista tras la marcha del británico en lo que fuera la etapa más polémica del personaje. Más recientemente, creó la sátira militar ‘Army@Love’ para el sello Vertigo.
Tom Mandrake
Nacido en Estados Unidos en 1956. Se trata de todo un veterano del cómic americano, habiendo protagonizado sus primeras incursiones en la industria a finales de los años 70. Formado en la Kubert School (fundada por el mítico Joe Kubert), ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera en DC Comics, siendo especialmente recordadas sus colaboraciones con el guionista John Ostrander en personajes como Grimjack, Firestorm, El Espectro o Detective Marciano. A lo largo de su carrera también ha tenido ocasión de dibujar a personajes como Batman, Superman, la Liga de la Justicia, los Nuevos Titanes, Shazam, La Cosa del Pantano o The Spirit, entre muchos otros.
[note]
La Oscuridad amenaza con destruir el Cielo. Para neutralizar el peligro, la Cosa del Pantano se embarca junto al mago John Constantine en un viaje por el lado más tenebroso de Estados Unidos. En el trayecto se cruza con asesinos en serie, mansiones encantadas y sectas milenarias. También con un extraño cónclave vegetal conocido como el Parlamento de Árboles cuyos miembros le deparan revelaciones decisivas sobre su origen.
Publicados por primera vez entre diciembre de 1985 y julio de 1986, los episodios recogidos en este volumen marcan el clímax de la saga Gótico americano. Con ellos, Alan Moore, Stephen Bissette y John Totleben firmaron un clásico del cómic moderno y se situaron a la vanguardia del horror contemporáneo.
Autores: Alan Moore, Alfredo Alcala, John Totleben, Rick Veitch, Ron Randall, Stan Woch, Stephen Bissette y Tom Mandrake.
Este tomo incluye los números del 43 al 50 de la edición americana de ‘The Swamp thing’.[/note]