‘La brigada de la muerte’ (‘The Kill Crew’) es la primera obra que llega a nuestro país del autor británico Joseph D’Lacey, ganador del British Fantasy for Best Newcomer en 2009. Es una novela corta de escasas 112 páginas que se devoran de una sentada. Con una narrativa muy ágil, esta novela de corte postapocalíptico consigue que disfrutemos de un tema que a estas alturas ya está muy manido: la supervivencia en un mundo poblado por “infectados”.
En una especie de fortificación, construida alrededor de unos bloques de viviendas, llamada ‘Estación Nielsen y Mckinley’, sobreviven 200 personas, refugiadas del asedio de los “Transeúntes”, una especie de infectados de mirada vacía y expresión triste. Desde un suceso inconcreto llamado ‘El Gran Silencio’, la mayoría de la población mundial se ha convertido en esta especie de zombis y la mayoría de aparatos electrónicos ha dejado de funcionar. Los habitantes de la Estación son los únicos supervivientes de los que tienen constancia. Nuestra protagonista, Sheri, forma parte de ‘La brigada de la muerte’, un grupo de exterminadores de transeúntes que todas las noches salen en grupos de siete a liquidar a cuantos más mejor. Con ella está su pareja cirscunstancial, Ike Delgado, con el que mantiene una relación de amor-odio. Bajo su protección se encuentra Trixie, una niña que parece haber sufrido mucho y que apenas habla con nadie más que con Sheri.
Pese tener una premisa exprimida hasta la saciedad, D’Lacey es capaz de sorprender hasta cierto punto. La voz narrativa de la protagonista, fría y directa, establece un punto de vista bastante novedoso en el género. El resto de personajes, los otros habitantes de la Estación, quedan todos en un segundo plano (quitando a Ike y a Trixie) y con la duración de la novela es un sacrificio entendible. Otra cosa que resulta hasta cierto punto novedosa es la naturaleza intrínseca de los “zombis”, cuyo origen va un poco más allá de un virus o una maldición. Por algún motivo, solo están activos de noche, mientras que durante el día apenas se los ve. Las descripciones que el autor hace de ellos añaden una nota de color: la mayoría de infectados son hombres y mujeres de negocios, de clase alta, bien vestidos, pero a la vez parecen desesperados y movidos por algo que no es exactamente hambre. A nivel de trama, a medida que nos vamos acercando al final de la obra vemos como las cosas no se estancan en la típica narración del superviviente y algunos giros resultan bastante sorprendentes, aunque bruscos.
Joseph D’Lacey muestra en ‘La brigada de la muerte’ un potencial literario capaz de sobreponerse a una premisa un tanto manida y consigue meter al lector en una historia novedosa e interesante. Lo único que limita dicho potencial es precisamente la extensión de la oba. Con el doble de páginas hubiéramos podido adentrarnos en un universo que se antojaba prometedor, los personajes podrían haber resultado más sólidos y la trama se podría haber desarrollado de forma más natural y pausada. Considero por tanto que ‘La brigada de la muerte’ sirve como demostración del potencial de Joseph D’Lacey, que seguro que nos sorprenderá con novelas de gran calidad en el futuro.
‘La brigada de la muerte’ forma parte de la colección Runas de Alianza Editorial, la misma colección de la que forma parte la obra de Joe Abercrombie, por ejemplo. La traducción de María Hernández Díaz es bastante buena, aunque el estilo de frases cortas del original hace que a veces algunas de las opciones elegidas queden demasiado pegadas al inglés. El formato es correcto: tapa blanda con solapas, 112 páginas con márgenes generosos y letra grande. La portada, que a nivel artístico o visual no tiene nada de malo, contiene dos errores importantes: el primero es el ‘blurb’ de Stephen King, que dice “¡Me gusta Joseph D’Lacey!”. Resulta una afirmación un poco pasada por agua si la comparamos con el “Joseph D’Lacey Rocks!” del original. Pasa de ser una frase entusiasta en inglés a no convencer especialmente en castellano. El segundo error está en la portada en sí. Claramente hecha a imitación de la portada original, el edificio de fondo y la coloración general dan a entender que quizás la novela se sitúa en Oriente Medio o en una zona desértica, cosa que no favorece a la hora de apelar al ‘target’ potencial de la obra. Como lectores, ahora que lo sabéis, dadle una oportunidad a ‘La brigada de la muerte’, es una lectura gratificante, rápida y sorprendente. Un giro de tuerca al género postapocalíptico que demuestra el gran potencial de su autor.
[review]
[note]Asediadas en un bloque de calles llamado la Estación, doscientas personas han sobrevivido el apocalipsis desde que comenzó el Largo Silencio. Hasta ahora. Nadie sabe qué ocurrió. Después de que anochece, miles de habitantes de la ciudad -ni vivos ni muertos- merodean por las calles en busca de los vivos. La Estación está bajo constante amenaza. Cada día, se echa a suertes quiénes serán los siete miembros de la Brigada de la Muerte. Su misión es simple: el exterminio. Sheri Foley ha descubierto que tiene el corazón de una superviviente y es uno de los miembros más implacables de la brigada. Pero dentro de la Estación hay otra clase de enemigos…
“Esta siniestra historia postapocalíptica deja al lector riendo, llorando y sonriendo… a veces al mismo tiempo.” This is Horror [/note]