Uno de los baremos para medir la calidad de un superhéroe es echar un vistazo a su galería de villanos. Batman, el mayor defensor de Gotham, es uno de los mejores ejemplos, dada la cantidad de extravagantes enemigos a los que se ha enfrentado a lo largo de su trayectoria, entre los que destacan el psicópata Joker, el estrafalario Pingüino y la enigmática Catwoman (aunque la historia romántica existente entre la mujer gato y el hombre murciélago la convierte, a veces, en una extraña aliada). El nombre civil del felino personaje es Selina Kyle, que ya ha sido interpretada por varias actrices: Julie Newmar en 1966 (en las dos primeras temporadas de la serie de Batman protagonizada por Adam West), Lee Meriwether en el mismo año (en la película derivada del programa televisivo), Eartha Kitt en 1968 (en la tercera etapa), Michelle Pfeiffer en 1992 (en ‘Batman vuelve’) y Anne Hathaway en 2012( en ‘El caballero oscuro: La leyenda renace’).
Sin embargo, existe otra mujer gato que, al igual que Selina Kyle, también se ha dejado ver por el mundo cinematográfico de DC. Su nombre es Patience Phillips. Lo curioso es que aparte del nombre que usa en su identidad secreta y cierta tendencia a apropiarse de lo ajeno, no tiene ningún otro parecido con la felina que todos conocemos, ya que está interpretada por una actriz negra, no vive en la ficiticia ciudad de Gotham y no tiene ningún vinculo con Batman.
Para conocer mejor a este peculiar personaje, lo ideal es ver su película. ‘Catwoman‘ se estrenó en el 2004, bajo la dirección de Pitof y contó con Halle Berry como protagonista. Le acompañan en el reparto Benjamin Bratt, en el papel del detective Tom Lone, y Sharon Stone, como la maquiavélica Laurel Hedare. Su duración es de 104 minutos.
El argumento gira alrededor de Patience Phillips, que trabaja de diseñadora de publicad para una empresa de cosméticos. Tras ser asesinada por descubrir accidentalmente que la compañía va a sacar a la venta un producto con unos efectos secundarios muy dañinos, vuelve a la vida gracias a la intervención de un misterioso gato egipicio llamado Medianoche. Su resurrección conlleva la posesión de unos poderes felinos muy especiales, tales como una extraordinaria agilidad, una increíble flexibilidad y la facultad de ver perfectamente en la oscuridad (aunque también sufre algunos efectos negativos como la aversión a los perros y al agua). Debido a ello, se confecciona un disfraz bastante escaso de ropa, a partir de un traje de cuero que le habían regalado, y adopta el nombre de Catwoman. Al principio, mientras se adapta a su nueva condición, se dedica a robar joyas y otros objetos preciosos. Sin embargo, pronto cambia de actitud y pone todo su empeño en descubrir al responsable de su muerte y detenerlo. El detective Tom Lone, que se ve involucrado en el caso y siente cierta debilidad por Patience (aunque, incialmente, ignora su doble identidad), colabora en la investigación. Sin embargo, no existe un final feliz en común para los dos protagonistas. El film termina con una curiosa frase de Catwoman:
“A veces soy buena. Oh, no sabes cuánto. Pero, a veces puedo ser mala, tan mala como quiera ser. La libertad es poder. Vivir una vida indómita y sin miedo es el don que me ha sido otorgado. Aquí comienza mi viaje”.
La verdad es que las críticas de la película fueron bastante demoledoras, con lo que a nadie se le pasó por la cabeza rodar una secuela. No obstante, quizás la idea habría funcionado mejor, si hubieran creado un nuevo personaje, en lugar de usar el nombre de Catwoman, o si no se hubiera tratado de un proyecto de DC. Es comprensible que los fans de Batman se sintieran defraudados al no encontrar ninguna relación con las aventuras relatadas en las viñetas. De hecho el asunto tuvo un repercusión en las redes sociales comparable a la que se forma cada vez que dicen que Ben Affleck va a interpretar a un superhéroe.
No obstante, si uno se fija bien, sí existe un guiño a Selina Kyle. Hay un momento en que Patience descubre que, antes que ella, han existido otras mujeres gato a lo largo de los siglos. Entre las fotos de todas las antecesoras podemos ver una que parece sacada de la Catwoman que interpretó Michelle Pfeiffer en ‘Batman vuelve’. Esto podría relacionar ambas películas, dando a entender que la dirigida por Tim Burton es cronológicamente anterior. Así, de una manera un tanto enrevesada, se logra encontrar una ligera conexión entre el largometraje de Pitof y el ámbito del caballero oscuro.
¿Se trata, entonces, de una mala película? No. La idea, si bien no es original, resulta entretenida y tiene buenas dosis de humor. Además, Sharon Stone hace un trabajo espectacular como la mala de la historia. En resumen, el film funciona bien como película independiente, pero nunca debió haberse vendido como un producto del Universo DC.
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