Muchos recordareis la película de 2003 que supuso el adiós definitivo de Sean Connery del mundo del cine, ‘La Liga de los Hombres Extraordinarios’, por la que el actor escocés renunció al papel del mago Gandalf en la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’. Premisa más que interesante, ejecución infame. Lo que todo buen amante del cómic sabe también es que esta película estaba basada en el cómic homónimo de Alan Moore y Kevin O’Neill, una pequeña joya del noveno arte (sobre la que han surgido rumores acerca de una nueva adaptación para televisión por parte de la cadena Fox). Tras los dos primeros volúmenes publicados respectivamente en 1999 y 2002, nos llega ahora este tomo titulado ‘The League of Extraordinary Gentlemen: Dossier Negro’ que publica Planeta DeAgostini. Pero esto no se podría clasificar exactamente como una trilogía, ya que este último tomo es algo más que un nuevo capítulo en la historia de esta extraña compañía de seres peculiares. Podría decirse que ‘The League of Extraordinary Gentlemen: Dossier Negro’ es al resto de la colección lo que ‘El Silmarillion’ fue a ‘El Señor de los Anillos’.
La historia comienza en pleno 1958. Los únicos personajes de la Liga que conocimos en los dos volúmenes anteriores y que veremos en este tomo son Mina Harper y Allan Quatermain, ambos con un aspecto bastante juvenil teniendo en cuenta la época en la que nos encontramos. ¿Y a qué se dedica ahora esta pareja? Pues a buscar el Dossier Negro, documentación secreta que lleva buena cuenta de todas las misiones en las que la Liga ha estado metida desde su primera encarnación, así como un montón de información relevante a sucesos de extraña naturaleza. El porqué de esta búsqueda y el nuevo estatus de estos personajes nos serán revelados según avancemos en la trama.
Los pequeños guiños a aventuras anteriores y las referencias (un poco encubiertas a veces) a figuras literarias son una constante desde el inicio de la historia. Quizás el caso más llamativo y mejor llevado es el del agente secreto más famoso del imperio británico, James Bond (o Jimmy para los amigos), tratado aquí como un exagerado machista sin escrúpulos con unos curiosos gadgets que no siempre funcionan como deberían.
Y, por supuesto, el propio dossier es parte fundamental de la narración. Dejamos en varias ocasiones las páginas llenas de viñetas para echarle un ojo a estos documentos secretos, algo que en ocasiones rompe el ritmo narrativo. Tendremos así ocasión de echar un ojo a un escrito de Oliver Haddo titulado ‘Sobre la descendencia de los dioses’ que nos cuenta la verdadera naturaleza de algunas figuras mitológicas de nuestra historia. La biografía ilustrada de un nuevo personaje fundamental en la historia de la Liga llamado Orlando será relatada en una edición facsímil, y descubriremos de la mano del mismísimo William Shakespeare la fundación de los hombres de Próspero (la primera Liga) por parte de la reina Gloriana en un preludio de ‘La tempestad’.
También hay lugar para los relatos eróticos dentro de este peculiar dossier. En ‘Las nuevas aventuras de Fanny Hill’ se nos detallan varias aventuras de índole sexual de esta joven señorita, donde sabremos también de otros personajes tan conocidos como Gulliver. Uno de los extractos más interesantes lo podemos ver bajo el título ‘Sombras en el vapor’, dónde se nos relata como Mina Harper reclutó al capitán Nemo para la formación de su Liga en 1898. Igual de interesante es la correspondencia en forma de postales mantenida entre Allan, Mina, Campion Bond, Orlando y Thomas Carnacki a principios de siglo que nos revela mucho sobre lo ocurrido tras el segundo volumen de la colección.
En ‘La forma más sincera de adulación’ se nos relatan los intentos francés y alemán de copiar el equipo original de Mina en los años posteriores a la fracasada invasión marciana de 1898. Algo similar vemos en ‘El equipo Warralson’, el embarazoso episodio del intento de duplicar el éxito de nuestro grupo tras la guerra bajo el mandato esta vez de la heroína de la WAF Joan Warralson. Y el que, para mí, es la joya de la corona de este dossier es el relato titulado ‘Oh, dioses del abismo’, donde un cronista inglés narra un incidente de finales de la década de 1920 relacionado con el segundo grupo de Mina y una incursión en nuestro mundo por parte de entes sobrenaturales y primigenios, todo con claras referencias a la obra de H.P. Lovecraft y sus mitos de Cthulhu, pero sin el dramatismo ni el terror que el escritor de Providence plasmaba en sus escritos, sino que más bien se trata de todo lo contrario. A continuación, en ‘Cuando suene la sirena por última vez’, podemos leer una recopilación de informes de la posguerra relativos a las actividades de nuestro extraordinario grupo que enriquecen el trasfondo de los personajes y hace que su universo cobre aún más vida.
Las páginas más prescindibles sin duda de este tomo corresponden al relato ‘Esa loca e inmensa eternidad’, en el que Moore se ceba con el lector mediante un extenso texto ausente de las más básicas reglas de redacción, difícil de leer hasta para un asiduo al excéntrico escritor británico, en el que nos cuenta (o al menos pretende intentarlo) un encuentro entre Mina, Allan y el misterioso Doctor Sachs.
El final del cómic, ya de vuelta a las viñetas, nos cuenta el enfrentamiento final entre Bond y nuestra pareja protagonista, rodeados de los personajes más extravagantes posibles, en su huida en pos del llamado Mundo Llameante, lugar que en un alarde de originalidad y de forma muy acertada ha sido dibujado en 3D. Por suerte para el lector, el tomo contiene unas gafas de cartón con los míticos plásticos azul y rojo muy útiles para abordar sus últimas páginas.
El guión de Alan Moore es simplemente genial. Pero ojo, porque el nombre del guionista británico puede generar unas expectativas tan altas que no se puedan cumplir luego. Que nadie se espere un nuevo ‘Watchmen’ o ‘La broma asesina’. La calidad de este tomo es muy alta, pero sólo hasta cierto punto. Incluso esta historia puede salir perjudicada si la comparamos con los anteriores tomos de la colección, tanto por su estructura documental, que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como por el considerable aumento de referencias decimonónicas y también de autoreferencias que pueden perder un poco al lector común. El hecho de estructurar esta obra como algo a mitad de camino entre el cómic tradicional y un compendio de historias varias hace que la lectura tenga un ritmo con altibajos. Si bien nos encontramos relatos realmente brillantes (no en todos los casos), el hecho de estar dando constantes saltos de un ámbito a otro puede resultar molesto en ocasiones. Aún así, estamos ante una historia más de este genio de Northampton con el tono habitual que lleva en sus obras durante los últimos años, con la despreocupación por el disfrute del lector como una de sus principales características, pero totalmente disfrutable para aquellos que le tenemos en un pedestal.
El dibujo de Kevin O’Neill es estupendo. Realiza un trabajo continuista con el resto de la serie que encaja a la perfección con la historia de Moore, tanto a nivel estilístico como narrativo. Personajes que van desde lo poco atractivo hasta lo realmente horrible, desnudos muy poco agraciados, complejos diseños para todo tipo de vehículos e infraestructuras de toda clase…las señas de identidad de O’Neill están claras. Quizás en este tomo haga más uso de recursos caricaturescos que en historias anteriores de la Liga, algo que se acentúa especialmente en las páginas en las que hace las veces de ilustrador de los relatos de Moore más que de dibujante común. Otro tema aparte sería el uso del color en esta obra, que se aplica de forma impecable.
El tomo ‘The League of Extraordinary Gentlemen Dossier Negro’ publicado por Planeta DeAgostini se presenta en formato cartoné de tapa dura. El tomo contiene 200 páginas a color, con un tamaño de página de 16,8 x 25,7 cm. Cabe destacar la inclusión en el tomo de unas gafas de cartón para poder visualizar correctamente las páginas dibujadas en 3D. El precio de venta recomendado es de 20€ y se puso a la venta en octubre de 2014.
Alan Moore
Nacido en Northampton (Reino Unido) en 1953, está considerado por muchos el mejor guionista de cómics de la historia. Debutó en su país natal con seriales para 2000 AD y Warrior que llamaron la atención de Len Wein, editor de DC, que le ofreció cruzar el charco. Así, a principios de los años 80, creó hitos como ‘La Cosa del Pantano’, ‘Watchmen’, ‘V de vendetta’ o las historias incluidas en ‘El Universo DC de Alan Moore’. También es el artífice de America’s Best Comics, de donde salieron obras tan destacadas como ‘Top 10’, ‘Promethea’ o ‘La Liga de los Caballeros Extraordinarios’.
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La Inglaterra de mediados de los años 50 ya no es la que era. Los poderes han instituido ciertos cambios. La Liga ha sido disuelta y desperdigada y el país está bajo el yugo de un gobierno implacable.
Ahora, después de muchos años, la siempre joven Mina Murray y un rejuvenecido Allan Quatermain vuelven en busca de algunas respuestas, respuestas que solo pueden ser halladas en un libro enterrado en las profundidades de su antiguo cuartel. El libro contiene la clave de la historia oculta de la Liga a través de los años: The Black Dossier.
Mientras Allan y Mina ahondan en los detalles de sus precursores, remontando siglos atrás, ambos deben sortear a unos peligrosos perseguidores que están empeñados en conseguir el manuscrito y acabar con los hombres extraordinarios de una vez por todas.
¡¡Con páginas 3D y gafas 3D de regalo!!
Título original: ‘The League of Extraordinary Gentlemen Black Dossier’
Autores: Alan Moore y Kevin O’Neill
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