‘Blue Dragon RalΩGrad’ #1

‘Blue Dragon RalΩGrad‘ es una licencia que, tras haber pertenecido a la editorial Glénat, pasó a formar parte de Norma. Es esta última, Norma Editorial, la que acaba de presentar una nueva edición de dos tomos recopilatorios de los cuatro originales que contaba la historia de Ral, el protagonista, y Grad, su fiel compañero dragón que también es su sombra, aunque eso lo explicaremos más adelante.

Quizás os suene el nombre de ‘Blue Dragon‘ por el famoso juego de rol y aventuras de la consola XBOX360 que salió el año 2007. Este videojuego tuvo mucha repercusión al tratar una interesante historia y contar con un magnífico Akira Toriyama (para quien no lo sepa, creador de ‘Dragon Ball’ y ‘Dr. Slump’) diseñando a los personajes, monstruos y escenarios. Esto repercutió en una marca que tuvo bastante relevancia sobre la que se crearon dos series de televisión consecutivas, un videojuego para consolas portátiles, un manga que seguía bastante la historia del juego llamado ‘Blue Dragon: Secret Trick‘ y, entre algunas cosas que seguramente se me escapen, este manga independiente que vamos a tratar a continuación.

Sin embargo, si tenéis alguna referencia del videojuego y de la saga en general, borradla por completo a la hora de leer esta aventura que, en su primer tomo de la reedición de Norma Editorial, cuenta con 400 páginas. Y digo que la borréis porque el único homenaje que se le hace es la presencia de los monstruos (sombras) y la capacidad que estos tienen de unirse (o poseer) a los seres vivos del planeta. Bajo esta base, se crea una historia bastante especial digna para los amantes del manga pero que queda algo corta para lo que promete en un principio, lo que quizás fuera el detonante de que las ventas del manga en Japón no acabaran siendo lo suficientemente rentable y se cerrara la historia con tan solo 29 capítulos.

La trama comienza con la figura de Ral, un joven de quince años que ha pasado absolutamente toda su vida en una especie de huevo hermético que le tiene en la más incierta penumbra, sin permitir, de este modo, que ni un ápice de luz pase a su interior. El motivo por el que le encerraron en dicho huevo es porque encierra en su interior un magnánimo dragón azul que no es más que una de las sombras que habitan el planeta y, al no proyectarse sombra ante la ausencia de luz, no puede aparecer. Sin embargo, dentro de la estructura artificial aprende a controlarlo y ambos se hacen amigos, por lo que acaban soltándole para aprovechar su poder en la defensa de la ciudad.

Para que entendáis un poco más de qué va el tema de las sombras, es importante destacar que son seres pertenecientes al No-Mundo el cual acabó dominado por la malvada Opsquria (Reina de las Sombras) y ahora deben sobrevivir en el Mundo Terrenal a través de la posesión de seres vivos, que a través de la unión que tengan con estos se les denomina de las siguientes formas:

• Primeros o Parásitos: Sombras que se unen con la sombra del ser vivo (que pasa a ser un anfitrión voluntario) para así poder aparecer a través de esta.
• Segundos o corrosivos: Sombras que devoran al anfitrión desde dentro, apoderándose de su mente y cuerpo hasta que llega a  alternar perfectamente cualquiera de sus dos formas.
• Terceros o acumulativos: Suelen ser las sombras más poderosas, pues devoran tanto a seres vivos como a otras sombras para acumular dentro de sí sus poderes y habilidades. No solo pueden adoptar una hipotética forma humana, sino tamibén la de todas las criaturas que hayan ido devorando.
• Especiales o “amigos”: Aunque solo ocurre con Ral en el primer tomo, es la permisión por parte de la sombra al protagonista para que utilice sus poderes de cualquiera de sus formas.

Una vez “roto el cascarón”, el peor defecto que le veo al manga sale a relucir. Ral no tarda en obsesionarse con el cuerpo de las mujeres y con toquetear a una permisiva Mio, que no es otra que la profesora que ha estado enseñando al protagonista todo lo que sabe durante sus años en la más profunda oscuridad. Digo defecto porque, si bien al principio los tintes de erotismo resultan graciosos a la vez que oportunos, poco a poco se van haciendo demasiado pesados en un abuso constante de algo que tan extendido está en la cultura nipona. Además de no ver ningún desnudo completamente explícito en los dibujos de Takeshi Obata, lo que quita bastante sentido a la sobreoferta de erotismo, el machismo del guion resulta, en ocasiones, vergonzoso. Si bien estamos acostumbrados a que las mujeres en el mundo del cómic en general por desgracia tengan un papel secundario, en ‘Blue Dragon RalΩGrad’ se da un paso más allá al considerarlas completos juguetes sexuales en algo que no llega a ser ecchi.

Dejando este tema de lado, la trama continúa cuando Ral salva a toda la ciudad con el increíble poder del que le dota Grad, y tras un par de días de reflexión acaba siendo convencido para salvar el No-Mundo. Para esto, lleva a cabo un viaje con la compañía de Mio y Aia, esta última una niña de trece años que, ¡sorpresa!, también tiene un papel muy secundario, pues la sombra que alberga en su interior apenas sirve para la infiltración. Esta introducción deja a relucir los fallos que durante todo el tomo acarreará el guion, aunque la historia mejora en gran medida a partir del capítulo 4 y con la incorporación al grupo de Kafka de los Rosales (será mejor no comentar el nombre…).

La historia se desarrolla con el salvamento de un par de ciudades más que se encuentran en la isla donde se desenvuelven los primeros capítulos. En la última de estas ciudades, Lurila, los protagonistas a los que se incorpora el joven Sunsu, un niño que pese a no tener demasiado poder tiene un valor sin igual que le hace digno de una de las mejores viñetas del manga, acaban saliendo de la isla de Sphaelite para tomar los mares y llegar así a los dominios de Opsquria.

Con un final trepidante que hace que te veas obligado a comprar la segunda parte (de la que pronto veréis la reseña), el argumento acaba hallándose entre lo genial y lo obvio. Si bien es cierto que se conforma como una narración sin sorpresas y en la que cada vez puedes ir adivinando lo que va a continuación, también es destacable que el guionista Tsuneo Takano muestra pequeños signos de genialidad que unidos a un mundo bien planteado puede resultar apasionante.

El dibujo, de la mano de Takeshi Obata (‘Death Note’, ‘Bakuman‘) es lo mejor de la obra. El diseño tanto de los personajes como de los monstruos es genial y las escenas de acción son difícilmente superables. Le imprime así un aire fresco y adulto a un ejemplar que le deja campar a sus anchas en la creación de ambientes y escenarios que nunca antes le habían sido ofrecidos de tal forma en otro manga.

Por último, la edición que nos ofrece Norma es muy buena y recopila de forma acertada una historia que pedía a gritos volver a ser maquetada. Por 14,95 € tenemos 400 páginas de un ejemplar de rústica con sobrecubierta y un diseño excepcional al que no le encuentro más trabas de que el segundo cueste el mismo precio, aunque eso ya lo analizaremos más adelante. Aun así, si quieres ahorrar un poco, siempre puedes hacerte con el pack de los dos tomos por 28,00 €.

Takeshi Obata