Aunque el libro que reseño hoy, titulado ‘Sueños y sombras’ y editado por Alianza Editorial en la colección Runas, es la primera novela del autor tejano C. Robert Cargill, permitidme que me aleje un momento de un sur de Estados Unidos lleno de oscuras criaturas sobrenaturales para recordar un fragmento de la novela de Mundodisco ‘Lores y damas’, obra del maestro británico de la fantasía Terry Pratchett:
[quote]“Los elfos son prodigiosos. Provocan prodigios.
Los elfos son maravillosos. Causan maravillas.
Los elfos son fantásticos. Crean fantasías.
Los elfos son fascinantes. Proyectan fascinación.
Los elfos son encantadores. Urden encantamientos.
Los elfos son terroríficos. Engendran terror.
Lo que tienen las palabras es que los significados pueden retorcerse como una serpiente, y si quieres encontrar serpientes, entonces búscalas detrás de palabras que han cambiado de significado.
Nadie ha dicho nunca que los elfos sean buenos.
Los elfos son malos.”[/quote]
Quizás fascinados por una visión cada vez más positiva del mundo feérico, la ficción ha ido abandonando algunas de las ideas más terribles relacionadas con hadas, gnomos y otros seres sobrenaturales: la idea de los changeling (o niños humanos robados y reemplazados por impostores hada), el peligro de morir si a una hada le caes en gracia, las criaturas acuáticas como asesinas despiadadas, las consecuencias de no formular un deseo a un genio de manera correcta, etc.
‘Sueños y sombras’ habla de todo ello, del horror supremo de la lucha contra lo que es invisible hasta que decide no serlo. Austin, una ciudad de Tejas, es un ejemplo de un mundo en el que incluso los humanos más desgraciados pueden considerarse afortunados si nunca han tenido que tratar con “la bella gente”, que más que bella es despiadada, sádica y adicta al dolor que pueden llegar a provocar.
La historia sigue la vida de tres niños: Ewan, un niño robado en la infancia; Knocks, el niño por el que fue substituido y Colby, un niño que encontró un genio y eligió el peor de los deseos para formularle. Su vida a ambos lados del Velo marcará su crecimiento y todos quedarán marcados por decisiones que, aunque en apariencia dependen del libre albedrío, tienen que ver con guerras que llevan años luchándose.
C. Robert Cargill nos sumerge en un mundo aterrador, de seres que se rigen por normas duras, pero cuyos encuentros con los humanos suelen tener consecuencias terribles. No hay detalle escabroso que el autor ahorre (por visual que resulte). Con obras como esta, o como ‘El libro de IVO’, la primera novela de Juan Cuadra, editada por Fantascy, quizás se puede considerar que la “fantasía urbana” se aleja cada vez más de las historias de detectives de lo paranormal para adentrarse en terrenos más cercanos al horror, en el que el origen de lo que da miedo proviene de una manifestación aparentemente sobrenatural de la naturaleza interior de cada individuo. Igual que Ewan y Knocks se ven condenados a encontrarse y volverse el uno el reflejo del otro, C. Robert Cargill considera que la humanidad ha creado en el folclore un reflejo de sí misma. Según el autor, “[los seres sobrenaturales] son la suma de nuestros temores, de cuentos de advertencia para que los niños no se acerquen a los lagos y para que las niñas no besen a los extraños y los viajeros no respiren las emanaciones de las ciénagas. Son explicaciones de por qué tantos poetas irlandeses se emborrachaban hasta morir o por qué nacían niños con deformidades o por qué había personas que desaparecían en la noche sin dejar rastro.”
Como primera novela, considero que tiene mucho a su favor: un ritmo adecuado, un gran sentido de la ironía y capacidad de hacer funcionar las numerosas escenas de acción. También, por otro lado, tiene algunos defectos propios de primera novela. Por ejemplo, los personajes femeninos algo estereotipados y planos en comparación a la variedad de los (mucho más numerosos) personajes masculinos. La trama tarda un poco en arrancar, en parte porque durante la novela se intercalan frecuentemente fragmentos de texto enciclopédico sobre las criaturas mágicas y sus costumbres, además de relatar algunas leyendas que las envuelven. Estos “vertidos de información” son extremadamente útiles, además de acabar resultando imprescindibles para entender la evolución de la trama. Sin embargo, estos cortes constantes de la historia en tercera persona pueden distraer y son un recurso un poco burdo si se abusa de él. El autor, eso sí, demuestra una gran variedad de registros, aunque he de decir que la traducción al castellano en ocasiones peca de quedarse demasiado pegada al texto en inglés, con expresiones poco idiomáticas, algún error de comprensión y algún pequeño error en la corrección ortotipográfica.
Si bien ‘Sueños y sombras’ es la primera novela de C. Robert Cargill, vale decir que el autor no es precisamente ajeno a la ficción. Además de colaborar en 2007 con el ‘Tome of Artifacts’ de la edición 3.5 del juego de rol Dungeons & Dragons. Además de trabajar como actor en varios papeles secundarios, desde 2012 el autor ha sido guionista o coguionista para varias películas. Ha trabajado también reseñando películas para varios medios, como Ain’t It Cool News o Spill.com, entre otros.
‘Sueños y sombras’ (‘Dreams and Shadows’) se publicó en febrero de 2013 y, a pesar de que el libro funciona a la perfección como novela autoconclusiva, su secuela ‘Queen of the dark things’ se ha publicado en mayo de 2014 y retoma la historia seis meses más tarde de donde la deja esta novela.
‘Sueños y sombras’ de C. Robert Cargill forma parte de la colección Runas de Alianza Editorial. La novela está editada en rústica con solapas, tiene 424 páginas y cuesta 20 €. La ilustración de la portada (obra de Sinem Erkas, adaptada al castellano por José Luis Collada) es una de las mejores del año, llena de detalles y en la que conviven forma gráciles y grotescas, como en el mundo de los seres fantásticos. La traducción corre a cargo de Dimitri Fernández Bobrovski. Podéis leer las primeras páginas a través de este enlace.
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