Hace aproximadamente un año, reseñaba la novela de ‘El sueño de los muertos’, de Virginia Pérez de la Puente. Esa primera incursión al universo de la autora fue una grata sorpresa, una lectura entretenida y uno de los motivos que me ha llevado a revisar las ideas preconcebidas que tenía acerca de la literatura de género que se escribe dentro de nuestras fronteras.
Hoy reseño ‘Entre las dos orillas’, la última novelaza de la autora (el aumentativo viene por calidad y por tamaño), tras una lectura en la que sabía a qué atenerme y que, por lo tanto, sabía que disfrutaría. Huelga decir que no me ha decepcionado.
La saga El Segundo Ocaso, en la que se enmarca esta novela, se podría considerar parte de esa corriente de fantasía épica en la que la ambientación es oscura (llena de guerra, penurias y sacrificios), la magia tiene un coste peligroso, la separación de clases es un tema prevalente y en la que, para sobrevivir, los antihéroes han de hacer gala de una mezcla de moralidad ambigua y fuerza bruta, según su cuna. Lo que algunos llaman ‘fantasía oscura’ y otros, casi paródicamente, ‘grimdark’, se ha popularizado con las obras de Joe Abercrombie (al que entrevistamos en el festival Celsius 323), George R.R. Martin, Andrzej Sapkowski (autor de la saga de Geralt de Rivia, sobre la que podéis leer en estos dos posts) o Mark Lawrence.
Todos los elementos antes mencionados se encuentran en el continente de Ridia, una suerte de Medievo del sur de Europa cuya imagen consensuada está clara en nuestro imaginario colectivo (en este aspecto, la obra de Virginia Pérez de la Puente recuerda a la obra de Guy Gavriel Kay, de cuya novela ‘Tigana’, inspirada en la Italia medieval, podéis leer una reseña en este enlace). Estas raíces históricas presumibles aportan plausibilidad a la trama, con elementos que recuerdan a nuestra propia historia: los he-ranne que se cubren el rostro de azul como los pictos, los tikën capaces de entrar en una especie de furia durante la batalla (como los berserkers de la antigua literatura escandinava), un Monmor que recuerda al Reino de Granada, etc.
‘Entre las dos orillas’ retoma los temas que encontramos en las entregas anteriores de la saga: la dualidad (vida y muerte, ¿destino y azar?), la traición como arma política, las intrigas de la corte y las preocupaciones mayores de una conquista inminente y el juego de los dioses con los mortales. Algunos temas que cobraban gran importancia en ‘El sueño de los muertos’ (la cruzada religiosa brutal de los llamados berenitas, la conquista de Ridia por partes de las tribus norteñas (una peligrosa unión entre he-ranne y tikën), se aparcan temporalmente (aunque se siguen mencionando de fondo) en la novela. ‘Entre las dos orillas’ sigue tres tramas principales que se acaban entrelazando con maestría. Los protagonistas de ‘La elegida de la muerte’ (Isendra y Keyen) y los de ‘El sueño de los muertos’ (Dalekal y Dilanya), cada uno de ellos marcado por poderes superiores de un modo que preferirían olvidar, se ven obligados a buscar respuesta cuando la muerte desaparece en Ridia. Por otra parte, dos cortes señaladas por la tragedia ven traidores acechando en cada esquina. La corte de Thaledia ha visto morir a una reina recientemente, y el anciano rey Adelfried se ve obligado a tomar medidas para enmendar su falta de sucesor, que pasan por contactar con Klaya, reina de Tilhia. Por otra parte, en Monmor, las cinco tribus tiemblan bajo la figura misteriosa del emperador-niño, cuyo mismo nombre se desconoce.
No se puede considerar que la autora madrileña sea precisamente nueva en esto de escribir. ‘Entre las dos orillas’ es la tercera novela de Virginia Pérez de la Puente, tras ‘La elegida de la muerte’ (Ediciones B, 2010), ‘El sueño de los muertos’ (Minotauro, 2013) y ‘Mi alma por mi rey’ (Amazon, 2014), además de la precuela ‘Soñando con bosques’ (Planeta, no venial) y numerosos relatos publicados en varias antologías de género. Con ‘Entre las dos orillas’, ya se han publicado tres de las seis novelas largas y las cinco precuelas que conformarán la saga El Segundo Ocaso. En el blog de la autora se puede ver que mantiene un ritmo de trabajo constante, que muchos autores de su generación le envidiarían.
La práctica, sin duda, hace al maestro. En ‘Entre las dos orillas’ Virginia Pérez de la Puente mantiene un par de aspectos que me parecieron cruciales para que funcionara ‘El sueño de los muertos’. Uno es el lenguaje de la autora (por cierto, con una corrección ortotipográfica y una construcción de las frases exquisitas). Sea intercalando formalidades y lenguaje soez o aprovechándose de dichos y canciones populares, la obra de Virginia Pérez de la Puente se disfruta leyendo, puesto que saca el máximo partido de la lengua castellana. A la autora le admiro esa capacidad de recuperar la naturalidad del lenguaje, sin dejarse influenciar por el dubbese (todas esas expresiones deformadas por la exposición a otras lenguas propias de la traducción audiovisual). El otro aspecto en el que creo que la autora destaca es en su capacidad de revelar en el momento justo los puntos clave de la trama, sin menospreciar al lector explicando en exceso los misterios de la novela. Tiene un gran sentido del ritmo, la capacidad de tomar decisiones drásticas y buena mano para crear personajes carismáticos. La autora domina por igual las escenas de acción, la comedia e incluso el erotismo, un ingrediente clave en la saga.
Sin duda, la trama con la que más he disfrutado en ‘Entre las dos orillas’ ha sido la que tenía que ver con el emperador de Monmor, del que quería saber más como fuera (y del que se puede llegar a conocer mucho, gracias a los diferentes puntos de vista de la narrativa). La trama que menos me ha funcionado, en especial desde la segunda mitad de la novela, es la de Issi y Keyen. Parte del motivo es, lo confieso, que los viajes en la ficción siempre me parecen algo lentos.
Si tuviera que ponerle una pega a ‘Entre las dos orillas’, sería que me ha parecido algo una novela un tanto larga (en especial la primera mitad). Varios personajes se relacionan a través de diálogos de lengua afilada y, aunque ese toma y daca entre personajes se disfruta como lector, también es cierto que en ocasiones los diálogos alargan escenas que tal vez hubieran funcionado mejor con más concisión. Eso ralentiza la primera mitad de una novela de un grosor acostumbrado por el lector de fantasía épica, pero que puede asustar a aquellos que entran por primera vez en el género. El otro aspecto es más bien formal y tiene que ver con la distribución por capítulos. En la mayoría de los casos, la autora elige la fórmula de ‘un capítulo, un punto de vista’, pero en ocasiones (en especial en las escenas de acción), los capítulos se alargan y se mezclan varios puntos de vista, sin ningún tipo de separación entre ellos. La primera vez que sucede puede percibirse como un error de imprenta, aunque entiendo que separar los fragmentos con algún tipo de marca en el papel podría alargar la longitud de la novela todavía más.
A nivel de edición, ‘Entre las dos orillas’ de Virginia Pérez de la Puente se puede en papel, en edición rústica de 670 páginas, además de en digital (tanto para Kindle como en formato epub).
En ‘Entre las dos orillas’ nos encontramos con una novela que catapulta la envergadura de la trama de la saga El Segundo Ocaso a proporciones majestuosas: hay una mayor sensación de peligro y los personajes son ejemplos perfectos de la capacidad de jugar con el conflicto (contra ellos mismos y contra el mundo). A estas alturas de la saga, cuando ya que conocemos Ridia, los peligros que asolan al continente y las fuerzas mayores que lo dominan, la trama puede empezar a encauzarse y a cobrar fuerza. Como en los primeros movimientos de un juego de tablero fascinante, lleno de argucia y pérdidas, ‘Entre las dos orillas’ deja entrever lo que vendrá, dejando con ganas de más.
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