Manuel Vázquez Gallego (1930-1995), más conocido por Vázquez a secas, siempre será recordado como uno de los historietistas más famosos de la Escuela Bruguera. Gracias a él, hemos podido disfrutar de las aventuras de diversos personajes entre los que podemos destacar ‘Las hermanas Gilda‘, ‘La familia Cebolleta‘, ‘Anacleto, agente secreto‘ (inspirado en el ‘Superagente 86’), ‘Los casos del inspector O’Jal‘, ‘Angelito‘ e incluso a una versión de sí mismo que triunfó bajo el título de ‘Los cuentos del Tío Vázquez‘.
Sin embargo, ¿qué sabemos de la vida del autor? ¿Se trataba de una persona responsable y trabajadora o era tan vago y moroso como él mismo se describía en los tebeos? Para descubrirlo, nada mejor que ver la película de su biografía.
‘El gran Vázquez‘ se estrenó en 2010, bajo la dirección de Óscar Aibar y con Santiago Segura en el papel protagonista. Durante 106 minutos, el espectador puede comprobar cómo se desenvolvía el historietista en la España de los años sesenta.
El protagonista se nos muestra como un tipo desagradable que, aparte de ser un timador, nunca paga sus deudas, no cumple con las entregas a la editorial y además lleva un estilo de vida libertino. Sin embargo, en Bruguera, cansados ya de aguantar el comportamiento de Vázquez, deciden escarmentarlo. Así, le retiran los derechos sobre sus personajes y le ponen en bandeja la posibilidad de falsificar la firma del contable para tener un motivo por el que denunciarlo.
Es en la cárcel donde el autor descubre que la editorial ha encargado a otros historietistas que realicen las aventuras de Anacleto y los demás. Aunque Vázquez logra convencer a Bruguera de que pague la fianza, las cosas han cambiado y sus personajes, a los cuales tiene vetado dibujar durante un tiempo indeterminado, ya no son tan queridos por el público, que ahora se decanta por las peripecias de Mortadelo y Filemón, de Francisco Ibáñez, o Zipi y Zape y Carpanta, de José Escobar. A modo de venganza, Vázquez consigue estafar una gran cantidad de dinero al contable de Bruguera, al venderle de un coche que no le pertenece.
Treinta años después, durante el día de Sant Jordi, podemos ver cómo un anciano Vázquez acude a una firma de ejemplares de Ibáñez. Los niños no reconocen al visitante hasta que les explican que se trata de la persona en la que está basada el moroso de ’13 Rue del Percebe’ (aunque los dos autores han desmentido ese rumor en la vida real). Cuando ambos historietistas se despiden con un abrazo, Francisco descubre que su antiguo compañero le ha birlado la cartera.
La película finaliza con este párrafo:
Vázquez siguió viviendo a su manera hasta el final de su vida… Durante 20 años no pudo dibujar los personajes que él mismo había creado y le habían hecho famoso en la Editorial Bruguera. Estuvo encarcelado dos veces más, una por bigamia y otra por problemas con Hacienda. Mantuvo relaciones estables con siete mujeres que le dieron once hijos. Murió a los 65 años, víctima de una crisis diabética. Unos días antes, fingiendo un suicidio, consiguió de su último editor un adelanto a cuenta de sus ventas después de muerto. Algo que hasta el momento sólo han logrado el propio Vázquez y Fiodor Dostoievsky.
Los rótulos que recogen estas frases, al igual que el resto de los que aparecen durante la película, están realizados como si se tratara de los rectángulos narrativos de los tebeos, lo cual encaja perfectamente con la temática del film.
Por supuesto, además de contar con la presencia de Ibáñez (encarnado por Manolo Solo), a lo largo del metraje también podemos encontrarnos con otros célebres autores, como José Escobar (al que interpreta Jordi Banacolocha).
También cabe destacar el cameo de uno de los hijos de Vázquez (que interpreta al médico que atiende el parto de la segunda esposa del historietista) y de sus quince nietos (que aparecen al final del film haciendo cola para conseguir una firma de Ibáñez).
Algunos de los momentos más simpáticos de la película, los disfrutamos cuando vemos a los personajes salir de las viñetas para comunicarse con el autor, como hacen las hermanas Gilda, Anacleto, el abuelo y el loro de la familia Cebolleta, Angelito y el Tío Vázquez .
Santiago Segura, acostumbrado a interpretar personajes desagradables, como su famoso Torrente, realiza una estupenda encarnación del célebre historietista que tantos quebraderos de cabeza les causó a los dirigentes de Bruguera.
La película, además de resultar un éxito de taquilla, recibió unas críticas muy favorables y estuvo nominada a varios premios, de los que consiguió dos en el X Festival de la Comedia de Montecarlo (a Óscar Aibar por mejor guión y a Irene Montcada por mención especial a la dirección artística) y uno en la XXII Edición de los Premios Yoga (a Pere Valle en la categoría de ‘Uno de los nuestros’). También contó con una considerable fama fuera de nuestro país, ya que el propio Stan Lee se declara fan del largometraje.
Pese a su forma de ser, nadie puede negarle a Vázquez el habernos brindado horas de diversión gracias a sus creaciones (aunque se rumorea que, dado que Bruguera encargó las historietas de Anacleto y compañía a otros autores, sólo el treinta por ciento de las aventuras publicadas en tebeos como el ‘DDT‘ serían obra suya). Como conclusión, nos quedamos con la opinión del director de la película sobre Vázquez:
Es el genio indiscutible de la historieta española. Diseñó un estilo gráfico que influiría a varias generaciones de dibujantes y creó toda una galería de personajes que han pasado a formar parte de la iconografía popular: ‘Anacleto‘, ‘Los cuentos del Tío Vázquez‘, ‘Las Hermanas Gilda‘, ‘La Familia Cebolleta‘, ‘Angelito‘… Pero sorprendentemente, su vida ha superado su obra en la mítica de los cómics. Ese Tío Vázquez siempre acosado por sus acreedores, o el moroso incorregible del ático de la ’13 Rue del Percebe’ (que él también creó pero que desarrolló Ibáñez) estaban inspiradas en sus peripecias, y ayudarían a perpetuar su leyenda.
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