Dolmen Editorial ha dado un verdadero regalo para todos aquellos que, durante los años 90, disfrutaron del fenómeno ‘Dragon Ball‘ en España. Y es que cualquier seguidor de la obra de Akira Toriyama por dicha época conocía ‘Dragon Fall‘, la parodia que Nacho Fernández y Álvaro López hicieron de Goku y compañía y que tantos éxitos consiguió cuando ser friki aún era algo extraño y por manga solo se entendía lo que había a los costados de la camisa.
Si algo bueno tenemos en nuestro país dentro del mundo del cómic es nuestro sentido del humor. Obras cómicas como las de Jan, Ibáñez, Monteys y compañía están a la vanguardia de nuestra cultura. Nos hemos criado con ellas y siempre han sabido ofrecer el máximo más para el lector que para el mercado, algo que se ha agradecido a lo largo de los años y que hoy día sigue haciéndose pese a las trabas que tienen quienes deciden dedicarse a este incierto oficio.
‘Dragon Fall‘ no solo supuso una revolución en el cómic nacional con una de las mejores parodias internacionales que nunca se hayan realizado sobre ‘Dragon Ball’, sino que también abrió la puerta a que otros autores se animaran a hacer lo propio con distintos manga. Tal es el caso de Jesulink con su genial ‘Raruto‘ o, de forma más austera, de Raúl McClane con ‘Ataque a los Patanes‘. La internacionalidad de los dibujantes de ‘Dragon Fall’ llegó a tales niveles que se les encomendó la tarea de dibujar el primer cartel del Salón del Cómic de Barcelona, integrado en este segundo tomo de la colección.
Durante el primer volumen encontramos una increíble síntesis de la etapa de ‘Dragon Ball’ con Goku como crío. Este incluía la búsqueda de las Bolas de Dragón (o, mejor dicho, de Kehu-Ron); la amenaza del Ejército del Lazo Lila en una oda desternillante a ‘Star Wars‘; el Torneo Internacional de las Artes Marciales celebrado en la Ciudad de Lepe; y un genial enfrentamiento contra Díscolo. Y es justo en este momento donde comienza el segundo ejemplar, con Díscolo Jr. asesinando a su malvado padre y apunto de enfrentarse a Sosón Goku, que decide pegar el estirón al acordarse que debía hacerlo (qué mala memoria tiene nuestro protagonista, de verdad).
En este tomo, además de la batalla final contra Díscolo, encontramos congregada toda la saga de los Saiyans (o Puyajins), con los combates contra Kagarrot, Nappalm y Vegetal incluidos. Se nota, de hecho, que los autores tenían ganas de que Vegetal apareciera en su manga, pues el personaje acaba convirtiéndose en uno de los más importantes y con más carisma de la serie (como ocurre en la obra original, vaya). Finalmente, los siete capítulos originales con los que cuenta el libreto concluyen con el inicio de la saga de Frigo, donde Chiqurilín, Chun Gohan y Wilma viajan a Vietnamek para buscar las bolas originales de Kehu-Ron.
Al igual que ocurre en el primer ejemplar recopilatorio, podemos observar a lo largo del cómic diferentes guiños a series y cameos de personajes de distintas compañías, como es el caso de ‘Marsupilami’, ‘Astérix’ o ‘Street Fighter’. Eso sí, en esta ocasión estos se reducen en comparación a la primera etapa, quizás porque el número abundante de personajes relevantes que se integran bastaba para no tener que acoger a protagonistas de otras compañías.
La fidelidad al manga original, aún en estos capítulos, se mantiene firme. Pese a que el fanzine poco a poco pasaría a tomar caminos más originales y a alejarse de la historia base, aún en este momento lo seguían bastante al pie de la letra el guion original, siempre parodiándolo con un humor muy fresco que, pese a que hayan pasado más de veinte años desde su publicación, sigue llegando de igual forma o incluso mejor. Las referencias noventeras a las que se hace alusión llegan en la mayoría de casos y, las que más se pierden en el tiempo, hacen recordar con una sonrisa la época en la que las librerías (que mayoritariamente ya no existen) vendían las treinta páginas que ocupaba cada capítulo.
El dibujo sigue imitando el estilo de Akira Toriyama, pese a que cada vez tiende a hacer a los personajes más cabezones y cómicos. Llama la atención que, por la mitad del tomo, en plena batalla de Vegetal contra Sosón Goku, varios artistas de la época entintaron distintas páginas o viñetas del cómic, dotándolas de un estilo propio con tan solo el entintado. Así como los personajes van deformándose cada vez más gradualmente, los escenarios se vuelven más ricos y las escenas de acción y movimiento nada tienen que envidiar al dibujo original de Toriyama.
Es curioso ver como el estilo de Nacho Fernández ha continuado evolucionando a algo más propio. Esto puede verse con las ilustraciones de portada y contraportada, que son más recientes que las de dentro del cómic y nos ofrecen un procedimiento algo distinto a lo que vimos tantos años atrás. Ante esto, no queda más opción que preguntarse qué ocurriría si la serie se dibujara hoy día, aunque seguro que no mejoraría a la obra maestra ahora tan bien recopilada.
Esta edición corre a cargo de Dolmen Editorial. Imitando a la perfección a la Ultimate Edition que sacó Planeta de ‘Dragon Ball‘, con ‘Dragon Fall’ han conseguido homenajear a la serie de una manera nunca antes conseguida. Cuenta con 224 páginas en blanco y negro y cuesta 11’95€. Algo que se echa de menos, sin embargo, es que las portadas originales (magníficas, todo se ha de decir), quedan reducidas a un pequeño espacio en la sobrecubierta, y no habría estado nada mal verlas al final del libreto como en la edición Definitiva original de Planeta. Aun así, para todos aquellos que hayan leído alguna vez ‘Dragon Fall’ y tengan ganas de rememorarlo, o incluso para quienes nunca lo hayan hecho y tengan curiosidad, sin duda la adquisición de esta colección es obligatoria.
Nacho Fernández nació hace 41 años en Bilbao. Desde muy joven se dedicaría a dibujar fanzines como hobby hasta que funda Hi No Tori Studio junto Álvaro López, consiguiendo la fama con el manga paródico ‘Dragon Fall’. Posteriormente colaboraría junto David Ramírez la parodia de Saint Seiya, ‘Paladines del Horóscopo’ o en el cómic de Cels Piñol, ‘Fanhunter’.
En la siguiente década, Fernández destacaría con obras propias como ‘Midnight Rockers’ o Kung Fu Mousse. En los últimos años ha realizado la parodia de ‘Juego de Tronos’, ‘Baladita de rasca y chispa 1: Juego de Poltronas’, o el spin-off de Superlópez, ‘El Supergrupo: El superretorno’.
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[note]Sosón Goku llega a la Tierra a bordo de una pequeña nave espacial que tiene un aspecto similar al pac-man. Se dirige a la casa de Chun Gohan donde se pelean y Sosón Goku acaba mal herido después de ser lanzado desde una montaña. Sosón se convierte entonces en una buena persona y también idiota, obedeciendo todas las órdenes de su nuevo abuelo. Pero una noche mira la luna y se convierte en un mono gigante, y Chun Gohan huye dejando una nota: se ha transformado en una esfera. Después aparece Wilma buscando las esferas de Kehu-Ron capaces de conceder cualquier deseo.
En este cómic, a diferencia del manga original, son 9 esferas del dragón y no 7.[/note]