Si una cosa queda clara del catálogo de Aristas Martínez, es que les gusta la literatura arriesgada, novedosa, extraña y de calidad. La colección en la que este ‘Challenger‘ aparece se llama “pulpas” por su proximidad al pulp de antaño, pero tras haber leído y reseñado algunas de ellas, creo que la etiqueta de pulp se queda corta, aunque no me extraña. Si en algo destaca el catálogo de Aristas Martínez es precisamente en eso, en eludir un clasificaciones y etiquetas.
‘Challenger’, de Guillem López, aprovecha aquel momento de conmoción del 28 de enero de 1986, en el que el Challenger estallaba en el aire solo 73 segundos después de su despegue para abrirnos las puertas a una historia coral dividida en 73 escenas que se suceden alrededor de ese suceso, pero que a veces no tienen absolutamente nada que ver con él. Se despliega ante nosotros un complejo mosaico de historias entrelazadas que dan como resultado un conjunto complejo, heterodoxo y absolutamente fascinante. Esta novela coral combina géneros como el noir, la fantasía urbana o el realismo de un modo absolutamente natural y consigue que el lector simplemente devore historia tras historia en el libro de 500 páginas más corto que creo haber leído.
El elenco de personajes tiene espacio para todo. Tendremos científicos, detectives, amas de casa frustradas, perros, monstruos, inmigrantes cubanos, gángsters, políticos, directores de banco, frikis, taxistas, policías… Sus pequeñas historias, de no más de 10 páginas la mayoría, se interrelacionan con las demás, a veces de un modo sutil, a veces de forma directa. A partir de cierto punto, especular con qué historias se quedarán en meras anécdotas y cuáles tendrán peso más adelante se convierte en un juego con el lector. Como aspecto negativo, este enorme conglomerado de historias es una enorme introducción a decenas de tramas que carecen de un desenlace. No me hubiera importado leer mil páginas de ‘Challenger’ para descubrir a dónde van a parar muchas de estas historias, aunque supongo que también radica en eso, la magia de este libro: en jugar a la sinécdoque argumental, en entregar la parte de una trama por el todo que damos por supuesto. ‘Challenger’ es un experimento arriesgado, pero está escrito con tal maestría que el resultado es magnífico. Además, el último capítulo es un cierre tan brillante que no lo cambiaría por nada.
El estilo de Guillem López es poético, florido, lleno de metáforas muy conseguidas, pero no se hace pesado en absoluto. Los diálogos fluyen muy bien, aunque a veces hay cierta tendencia peliculera a usar ‘dubbese’. La ambientación es otro de los aspectos que sorprenden en positivo. En el Miami de 1986 se habla de los rusos, de la Guerra Fría, del recuerdo todavía vivo de Vietnam, del escudo antimisiles de Reagan… En el Miami de 1986 hay personajes de muchas zonas de latinoamérica, conflictos raciales, corrupción política, sociedades secretas… El de ‘Challenger’ resulta un escenario absolutamente creíble, que se salpica de elementos fantásticos y de pulp en una narrativa en la que no se aprecian las costuras de las puntadas hibridantes.
La edición de Aristas Martínez de este ‘Challenger’, número 15 de la colección pulpas, tiene un total de 512 páginas por 25 €. Viene en tapa blanda con buenas solapas, papel de calidad y márgenes generosos. La ilustración de portada, de Miguel Gómez Losada, de la serie de ilustraciones ‘Los creyentes’, se usa de modo magistral. Dos hombres mirando a algo en el cielo cuya ausencia dice más que cualquier imagen. Quizás no es la más atractiva de las portadas, pero evoca ciertas sensaciones que viviremos durante la lectura.
En definitiva, ‘Challenger’ es una obra arriesgada y sorprendente, muy bien narrada, con una estructura magnífica, que combina géneros sin complejos, que te atrapa y te deja con ganas de más. ‘Challenger’ está escrita con ambición, una ambición que eleva a esta novela por encima de la gris mediocridad de gran parte del género español. ‘Challenger’ merece que la leas, te mereces leer ‘Challenger’.
Os dejo con la interesante entrevista que Miquel Codony le hizo a Guillem López en La biblioteca de Ilium.