Ya nos lo anunciaba Robert Zemeckis en la segunda entrega de ‘Regreso al Futuro‘ cuando Marty McFly viajaba hasta hoy mismo (21 de octubre de 2015) y se encontraba con el anuncio en holovisión de ‘Jaws 19‘ en la futurista Hill Valley. Poco a poco muchas de las previsiones de la película se han ido cumpliendo. Pepsi ha sacado su Pepsi Perfect, Nike puso a la venta sus zapatillas y ahora se estrena la decimonovena entrega de las películas del escualo más famoso de la historia del cine, dirigida por Max Spielberg, hijo del director que creó el blockbuster veraniego precisamente con la primera ‘Jaws‘.
Tras una serie de secuelas solo aptas para los fans más recalcitrantes, en las que tuvimos desde tiburones robot a sadomasoquismo entre especies, la franquicia ‘Jaws’ se ha convertido sin duda en una de las más rentables de la historia del cine. Poco se podía imaginar el joven Steven Spielberg cuando se dió ese primer chapuzón en las aguas de Amity que aquí estaría todavía tras 40 años, 18 secuelas y varios miles de millones de dólares en taquilla.
Ignorando casi completamente el reinicio del año pasado ‘Jaws: Orígenes‘ protagonizada por Channing Tatum como Jefe Brody, Dwayne Johnson como Quint, y una versión femenina reimaginada de Hooper interpretada por Bryce Dallas Howard. ‘Jaws 19‘ vuelve a la línea de tiempo original, retomando la historia desde donde dejamos a Brody Jr. Jr. (Jayden Smith), destrozado y solo en los embarcaderos ahora desiertos de la vieja Amity. Habiendo exorcizado los espíritus errantes de su padre y abuelo muertos, Brody III regresa a la civilización, instalándose en un pequeño apartamento en la ciudad de Nueva York, donde intenta una vez más, superar los acontecimientos de sus aventuras anteriores. Pero, por supuesto, la tranquilidad no durará y pronto los terrores transmitidos por el agua vuelven a plagar la ciudad. Y al ser uno de los principales expertos del mundo en ataques de tiburones, le toca a Brody III hacer frente al ejército invasor de una vez por todas, para finalmente poder vengar la muerte de su padre, su abuelo y, básicamente, todos a los que él ha amado, o a los que nunca ha querido, o simplemente a los que ha tenido alguna vez cerca.
Anteriormente hemos visto ciudades gigantescas caer arrasadas, pero nunca a esta escala. A pesar de ser su primer largometraje, el joven Max Spielberg no se amilana, y tira de su experiencia como asistente en el set de ‘The Rage: Carrie 2’ para conseguir una película de guerra épica e increíblemente tensa.
Puede haber un montón de batallas y hasta tiburones conduciendo tanques, pero el verdadero terror de esta entrega viene de lo que Spielberg no muestra. En ‘Jaws 19‘ encontramos toques de genialidad al tener secuencias enteras sin imágenes, sin nada más que los gritos de los civiles torturados ocupando la trama. Es un movimiento increíblemente valiente, y que algunos críticos han estado debatiendo (uno incluso cuestionó si fue algo intencionado o si Spielberg simplemente se olvidó de encender la cámara), pero sin duda es algo que tiene un profundo efecto sobre la película en su conjunto.
Visualmente ‘Jaws 19‘ es una sorpresa contínua. Spielberg no solo rompe los límites evidentes del cine con frecuentes imágenes y escenas en blanco recortadas para mostrar solo los pies de la gente y la parte inferior de lo que, posiblemente, sean sus propios dedos, sino que también triunfa la última tecnología Holomax, superando tanto en 3D e IMAX en todo momento con una experiencia tan real e invasiva que muchos ya han empezado a buscar consejo psicológico tras el final de la película.
Guste o no, está claro que esta película supone un nuevo amanecer para el cine, y tales avances no se limitan a hallazgos visuales. De manera inteligente, ‘Jaws 19‘ supera a su competencia con actuaciones tan crudas y creíbles que toda la experiencia se siente genuinamente real. La arriesgada contratación de Jayden Smith (teniendo en cuenta el legado que dejaron actores de la talla de Roy Scheider, Thomas Jane, Denzel Washington y, más recientemente, Adam Sandler) deja claro que, a pesar de no haber actuado antes, tenemos un firme candidato para el Oscar, con una interpretación increíblemente detallada y emocional del héroe clásico en desacuerdo con el universo. Su entusiasta discurso (escrito por Aaron Sorkin) en el clímax de la película, aunque plagia en gran medida los de ‘Independence Day’ y ‘Pacific Rim’, es un momento verdaderamente épico en el cine, elevado aún más por una fotografía rosada fuerte y tentadora.
Los actores secundarios, de la talla de Bill Murray o Andy Serkis (que le ponen voz a los tiburones) desde luego consiguen llevar adelante sus respectivos papeles, pero es realmente Smith quien lleva la voz cantante, teniendo en cuenta que es el único personaje humano que realmente tiene algo de tiempo significativo en pantalla.
Para finalizar diremos que para los no aprensivos, la experiencia Holomax consigue en gran medida realzar la fuerza rabiosamente contemporánea de la épica de Spielberg, mientras que los que se preocupaban por el fichaje de Smith deben saber que solo canta en tres ocasiones y solo una de ellas está patrocinada por Pepsi.