Hace ya casi dos años que hice una entusiasta reseña del segundo libro de Jesús Cañadas, ‘Los nombres muertos‘. Hoy vuelvo a la carga con el tercero, ‘Pronto será de noche‘, que publica Valdemar bajo la colección Valdemar Insomnia, una apuesta valiente por el terror actual de calidad, de dentro y fuera de nuestras fronteras. De esta colección ya hemos reseñado obras como ‘La joven ahogada‘ o ‘John muere al final‘, novelas muy diferentes entre sí, pero que hemos disfrutado mucho.
La primera vez que oí hablar de ‘Pronto será de noche’, me causó interés, pero no tuve auténticas ganas de leerlo hasta la presentación que su autor hizo en Gigamesh el pasado junio, acompañado de la gran Laura Fernández. La idea sonaba a las mil maravillas: una novela policíaca ambientada en el apocalipsis. Algo terrible e indefinible ha ocurrido, el cielo tiene un color diferente, el fin del mundo se acerca irremisiblemente y todo el mundo tiene la misma idea: huir hacia el sur. Una operación salida exagerada origina un multitudinario atasco de gente sin esperanza. Es ahí, en una autovía llena de coches, a campo abierto, donde tiene lugar esta fascinante y opresiva obra de inspiración detectivesca. Los vehículos alrededor del de Samuel, el policía, se volverán el escenario de varios asesinatos que tendrán lugar cuando caiga la noche y Samuel, agarrándose a su cordura como a un clavo ardiente, pondrá todo su empeño en resolver el misterio y en encontrar al asesino antes de que todo deje de tener sentido.
Hay muchos aspectos positivos a destacar de ‘Pronto será de noche’. Uno de ellos es la sublime ambientación que Cañadas consigue a través de unas pinceladas de precisa ambigüedad. Es increíble la claustrofobia y el desasosiego que consigue transmitir con pequeños detalles como fugaces miradas al horror u olores que ahogan al lector. El estilo rebosa inteligencia narrativa: las frases cortas se revelan violentas e irreflexivas y transmiten a la perfección el embotamiento de la mente de los personajes, incapaces de pensar más allá del ahora mismo. Unos personajes que parecen arquetipos de sospechosos de novela negra pero que van muchísimo más allá. Un grupo de personas al límite, que le sirven al autor para hacer una interesantísima reflexión sobre las motivaciones del ser humano. Pero no os quiero contar nada concreto de ellos, es mejor que los conozcáis de primera mano.
‘Pronto será de noche’ es un cambio radical tras las aventuras Lovecraftianas al estilo Indiana Jones de ‘Los nombres muertos’, cosa que demuestra que Jesús Cañadas es un autor enormemente versátil e imaginativo, que además ya me sorprendió gratamente con relatos magníficos como “Grabación cuarenta y seis” o “Tiros a la barriga“. Ante tal derroche de calidad literaria, no me queda otra que declararme seguidor de su obra. A ver con qué nos sorprenderá a la próxima.
Antes de terminar, querría hacer un repaso por la lujosa edición de Valdemar, que tiene un total de 256 páginas en tapa dura con sobrecubierta por 19,50 €. La portada de Óscar Santamartín, inspirada en un momento de la novela, es sencillamente perfecta, traslada al lector justo al centro del atasco con una sola imagen evocadora. Los detalles del interior, la calidad del papel y el trabajo de revisión exhaustiva que se nota que ha pasado el libro lo valen.
En resumen, ‘Pronto será de noche’ es un híbrido literario que combina lo postapocalíptico con lo detectivesco, que sería una mera probatura entretenida de no ser por la calidad que destilan sus páginas. ‘Pronto será de noche’ me fascina por lo bien que encajan sus piezas, por lo pulido de sus engranajes narrativos. Mantiene en vilo con un juego de cuentas atrás, te atrapa con el desgarrador realismo de unos personajes que son a la vez misteriosos y corrientes, con un estilo que fluye de maravilla, todo salpicado de homenajes literarios. Excelente.