ECC Cómics hace una pausa en sus ediciones numeradas de ‘La Liga de la Justicia: Grant Morrison‘ para presentar uno de los eventos más grandes de la historia de DC Comics. Cuando Morrison ya se había hecho con los personajes de la JLA y había demostrado conocer el Universo al que se enfrentaba con mayor concreción que sus propios creadores, decidió dar el paso definitivo con ‘DC Un Millón’, una idea que llevaba solidificando desde hacía mucho tiempo.
Contando con un equipo espectacular de dibujantes y otros guionistas como Rob Marz o James Robinson, se puso manos a la obra con uno de los eventos más complejos y pretenciosos de la historia de la editorial. Morrison ya había puesto a los lectores de finales de los años 90 con sus anteriores arcos argumentales, pero lo que ofrecía ahora era mucho más.
Grant Morrison se enfrentaba a un argumento difícil de explicar y captar, una amalgama de ideas enorme que debía entretejer y un plantel de personajes –tanto nuevos como históricos de La Liga de la Justicia– que aparecerían, desaparecerían y volverían a aparecer una y otra vez durante las 264 páginas que congrega la saga.
No cabía duda de que era una historia con un gran potencial, pero su manera de llevarla a cabo provocó que no consiguiera igualar a la famosa ‘Crisis en Tierra Infinitas‘ o incluso a elsewords como ‘Hijo Rojo‘ o ‘Injustice: Gods Among Us‘.
La trama inicia con la repentina visita de la Legión de la Justicia A a la Atalaya de la JLA. Este supergrupo viene del año 85.271 –justamente, un millón de meses después del presente en el que se sitúa la historia– y está conformado por versiones futuras de Superman, Flash, Batman, Wonder Woman, Aquaman y Starman, además de la inteligencia artificial Hourman.
El motivo de la visita es invitar a los héroes de la actual Liga de la Justicia a viajar a su tiempo para formar parte de una especie de Juegos Olímpicos realizados exclusivamente para el primer equipo de superhéroes del que nacerían otros tantos.
La celebración reuniría al equipo en su propio tiempo para conmemorar el regreso de la fortaleza de la soledad del Sol del primer Superman –que todavía está vivo en ese tiempo–. Después de llevar 15.000 años aislado de la Tierra, su regreso es inminente, y ¿qué mejor manera de celebrarlo que reuniendo a sus antiguos amigos y a él mismo en una versión mucho más joven?
Después de varias indagaciones, la mayoría de los héroes viajan al futuro a cambio de que la Legión de la Justicia A se quede en el pasado. Aunque también permanecerían allí Oráculo, Detective Marciano y Acero, para preservar la paz mientras en el Siglo XX.
En cuento marchan, no obstante, empiezan los problemas. Hourman es invadido por un terrible virus que contagia a toda la población de la Tierra, imposibilitándole a él y sumiendo a la población en una locura esquizofrénica colectiva que tiene como resultado una violencia de masas entre todos ellos. La Tercera Guerra Mundial está a punto de comenzar por un virus del futuro.
Para vencer a este virus, a la Legión de la Justicia A no le queda otra que crear a Solaris, la estrella artificial que también acabaría convirtiéndose en uno de los villanos más poderosos de la historia de DC. De hecho, es el propio Solaris, junto a Vandal Savage, quien crea el virus – en el siglo 85.271– que contagiaría a Hourman.
De este modo, a la vez que los guerreros del Siglo XX ponen su empeño en crear a Solaris para acabar con el virus de Hourman, en el Siglo DCCCLIII se enfrentan al propio enemigo con la dificultad de estar en una época donde absolutamente todo está más avanzado que su inteligencia “cavernícola”.
Lo cierto es que las idas y venidas entre pasado y futuro están muy logradas. Cada elemento encaja de manera enfermiza y todos los personajes tienen sus momentos de protagonismo, desde Arsenal hasta Superman pasando por el sorprendente Starman y el que se postula como el apoyo de Solaris y un némesis a su nivel, Vandal Savage.
Son muchos, muchísimos, los superhéroes protagonistas de este cómic, aunque se debe prestar cuidada atención a Detective Marciano y, sobre todo, al Green Lantern Kyle Rayner. Si alguien pensaba que Rayner nunca llegaría a la suela de los zapatos de Hal Jordan, con este tomo se tuvieron que tragar sus propias palabras.
Aun así, a Morrison se le va de las manos tanta perfección. Cada página es tan explicativa que el ritmo acaba siendo aburrido y soporífero. Cuando la acción debería ser más trepidante, el guionista incluye un texto generalmente dispensable en el que se ocupa de esclarecer cada mota de polvo de la viñeta que le acompaña.
En ocasiones, este recurso se agradece encarecidamente –sobre todo cuando no puede entenderse todo con un simple vistazo–. Pero el uso extralimitado de esto provoca que acabe siendo un volumen sin ritmo y que, pese a contar con un argumento excepcional, pierde un fuelle enorme a causa de las tantísimas vueltas que da a un mismo hecho.
Esto se suma a la poca capacidad de inventiva. Prácticamente todos los superhéroes actuales tienen una versión futura, dejando de lado innovaciones que podrían superar con creces a los personajes del Siglo XX. Esto, además, se hace con una caracterización nefasta. Solo se salva Aquaman y quizás Flash, pero el Arsenal o la Wonder Woman del Siglo DCCCLIII no aportan nada.
El dibujo, por su parte, baja enteros respecto a ‘La Liga de la Justicia: Grant Morrison #3‘, donde Howard Porter salvaba el guion de Morrison de forma magistral. En este caso, vemos a diferentes artistas subiéndose al carro –Val Semeiks, Bryan Hitch, Peter Snejbjerg…– y solo Porter, que aparece en un capítulo, aporta su frescura habitual.
Bien es cierto que hay dobles páginas dignas de enmarcar y por lo general se demuestra una solvencia suficiente, pero la exageración con el entintado y el trazo sucio general solo complican una obra ya de por sí compleja. En cuanto a las caracterizaciones, vemos tanto aciertos como errores por igual, aunque hay algunas por las que realmente se debe alabar a los ilustradores y merece la pena hacerse con este volumen.
En cualquier caso, la nueva edición de ECC Cómics del evento no podría ser mejor. El cartoné impecable aúna 264 páginas al mejor color –el evento completo, con extras incluidos– por un precio de 26€ y sirviendo como el tomo “3,5” de ‘Grandes Autores de la Liga de la Justicia: Grant Morrison’.
En definitiva, se trata de un evento para los más conocedores del Universo DC Comics que se desenvuelve con gran eficacia pero que requiere un gran esfuerzo del lector para hacer frente a las idas y venidas de Grant Morrison. No es nada recomendable para lectores noveles de la editorial, pero hará las delicias de cualquier fan que lleve años siguiendo los pasos de Superman y compañía.
[note] Grant Morrison orquestó uno de los eventos más originales y recordados de DC Comics, y este volumen recopila íntegra la saga principal, con dibujo de Val Semeiks, junto a las historias secundarias de mayor relevancia, con autores como James Robinson (Starman) y Bryan Hitch (The Authority).[/note]