El pasado 24 de octubre, durante la tercera edición de Alicantardis, Violeta Gomez y yo tuvimos la oportunidad de entrevistar a uno de los actores de doblaje más prolíficos de nuestro país. David Robles ha prestado su voz para dar vida en español a personajes tan dispares como Stuart en ‘The Big Bang Theory’, Christian Grey en ’50 sombras de Grey’ o Jordan Belfort en ‘El lobo de Wall Street’, entre otros muchos. Pero sin duda, uno de sus papeles más destacados es el de Décimo Doctor dando voz a David Tennant en España.
La Casa de EL: ¿Cómo ha cambiado tu trabajo con la evolución de la tecnología?
David Robles: Lo principal es que ahora está todo más condensado. Antiguamente, empezábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 14.30 de la tarde y habíamos trabajado realmente 20 minutos en todo ese tiempo. Antes teníamos que trabajar sobre la película, no teníamos ni siquiera el vídeo tal y cómo lo hemos conocido a nivel doméstico. Entonces, si por ejemplo doblabas al nieto de la familia y decías al principio “hola, ¿qué tal?”, tenías que esperar todo el tiempo que durara hasta tu siguiente aparición, no se podía saltar. Hoy en día con el vídeo digital vas de una parte a otra de forma instantánea.
Con las cintas de cassette también tenías que avanzar y rebobinar, y eso llevaba un tiempo. Ahora vas a tus escenas, a un ritmo mayor.
LCDE: Podemos decir que la principal ventaja es la rapidez.
DR: Ahora se trabaja más rápido, pero yo creo que perdemos un poquito de calidad porque esa rapidez implica que nos exigen esa velocidad también a nosotros, y no hay tanto tiempo para crear o para fijarte en detalles como lo había antes.
LCDE: ¿Qué opinas del debate “Versión original o versión doblada”?
DR: El debate realmente se plantea entre versión original subtitulada y doblaje, no se suele plantear el debate con la versión original sin subtítulos realmente. Entonces, se trata de cercenar el sonido con el doblaje, o cercenar el guion con los subtítulos, porque al fin de cuentas, el subtítulo es una versión resumida de lo que están contando.
LCDE: ¿Crees que hay que elegir entre ambas opciones?
DR: ¿Por qué elegir? Quien quiera verlo en versión original puede hacerlo, y quien quiera verlo doblado también. Vivimos en un mundo en el que cada vez tenemos más opciones para todo y los DVD vienen con las diferentes pistas. Esto indica que en otros países también se dobla, no somos el único y mucha gente cree que el doblaje es el motivo por el que hablamos tan mal el inglés. Hablamos tan mal el inglés porque por lo general no lo necesitamos, el que lo necesita lo habla, mejor o peor, pero lo habla. El que lo ha aprendido y no lo ha usado, lo ha olvidado, como suele pasar.
LCDE: ¿Habría que doblarlo todo entonces?
DR: Creo que hay películas que no son para doblar, por ejemplo, ‘Delicatessen’. Es una película francesa maravillosa que me parece muy complicada doblarla y no lo haría. ‘Clerks’, que la he doblado yo, tampoco lo hubiera hecho. Es un tipo de lenguaje concreto que va implícito, pero el cine comercial por ejemplo me parece absurdo no querer doblarlo, lo que se quiere es flipar con los efectos y no tener que andar leyendo, porque recordemos que no es versión original, es versión original subtitulada.
Me parece un debate absurdo al fin y al cabo. ¿Qué quiero ir, andando o en transporte público? Pues chico, coge lo que quieras. El botón de dual existe y no desencadena el apocalipsis, que lo use el que quiera. Nos quejamos de los recortes, pero no recortemos más (Risas).
LCDE: En cuanto a tu trabajo concretamente, ¿cuál te ha costado más de doblar?
DR: Por ejemplo, ‘El lobo de Wall Street’, por largo y por desgañitador. Me quedé afónico igual que Leonardo DiCaprio con la interpretación. Fue muy laborioso, fueron muchos takes, el triple de la película más larga que había hecho hasta el momento, que habían sido unos 300. Aquí tuve 900 y pico. Triple de trabajo y además con versiones preliminares, por ejemplo un primer montaje de Scorsese, que luego como era largo tuvo que recortar escenas y cambiar planos, cambiar diálogos, y regrabar las frases en off de DiCaprio, que yo tuve que volver a grabar de nuevo.
Después en ‘Aprendiendo a vivir’ hacía de un chaval con retraso mental, y ahí tienes que hilar muy fino para no estereotipar, es complicado no caer en tópicos. O en ‘Shine’, tartamudeaba mucho. Son trabajos bonitos de hacer, pero son un poco más complicados.
LCDE: A la hora de conseguir voces para personajes tan dispares, ¿cómo lo afrontas para que no suene igual?
DR: Realmente, es como si a un bailarín le preguntas “¿cómo bailas tantos estilos distintos?”. Depende de la música que me pongan. Si me ponen tango, bailo un tango. Cada uno tiene su propia voz, pero al ver en pantalla la interpretación se trata de intentar hacer lo mismo, tratar de imitarles. Normalmente, te mueves de la misma manera, haces los mismos gestos. Si frunce el ceño, tú lo haces y te sale la voz más enfadada, si sonríe lo haces y suenas más feliz. Si se nos viera a los actores de doblaje cuando estamos grabando, si miras a la pantalla y a nosotros, ponemos las mismas caras o al menos lo intentamos, ellos son más guapos (Risas). Pero es la forma de conseguir lo mismo, y es la forma de cambiar el registro.
“El actor de doblaje no cambia la voz, cambia el registro y trata de imitar la interpretación original”.
LCDE: ¿Hay alguna diferencia entre doblar para cine o para televisión?
DR: La televisión siempre supone ir más apretados de tiempo. Hay fechas de entrega, fechas de emisión, hay una inmediatez con intentar que se emita una semana después que en Estados Unidos, con lo cual hay que hacer una traducción más rápida, al igual que el ajuste. Mientras que en cine, para evitar ese agobio, funcionamos con versiones preliminares, que no está terminada la película pero tienes toda la estructura, aunque se cambien algunas frases o se corten escenas. Luego solo se trata de ajustar y se trabaja con más tranquilidad, por lo que se puede prestar más atención a los detalles. Es más reconfortante trabajar para cine en ese sentido.
LCDE: Con esta cuestión de la inmediatez que comentábamos, ¿cómo afecta directamente a tu trabajo? Hay episodios, como pasó con ‘The Walking Dead’, que se emiten doblados al día siguiente de Estados Unidos
DR: Sobre todo es una cuestión de calidad del trabajo, que se te resiente un poco. Somos profesionales y no lo dejamos mal aposta nunca, pero puede haber cosas que se nos escapen por el ritmo tan frenético. El traductor trabaja contrarreloj y seguramente le hubiera gustado tener dos días más para revisarlo tranquilamente. Pero como no hay tiempo, se manda rápido, se ajusta rápido y así funcionamos. A lo mejor había una frase mejor que lo que ha escrito, o que se adapte mejor, pero en ese momento no surge. Después hay que enviar para revisarlo y te mandan las rectificaciones, entonces va todo tan rápido que a veces se resiente la calidad pero espero que no se note demasiado.
También es cierto que nosotros somos más críticos con nuestro trabajo que lo que ve el espectador. Lo normal es mirar a los ojos cuando alguien habla, pero nosotros miramos a la boca (Risas).
Un doblaje es como un árbitro, no se tiene que notar que está ahí.
Si lo notas es que algo va mal.
LCDE: ¿Por qué no se doblan las escenas eliminadas que después encontramos en los DVD? ¿Se trata de un tema económico?
DR: Depende. Hay veces que vamos otra vez a grabar porque en la versión en DVD se han añadido cosas, y otras veces directamente el cliente decide que no hace falta. “¿Quiénes son los ‘frikis’ que luego van a ir a los extras del DVD y van a poner esto? ¿7? Para 7, paso”. Nosotros no tenemos nada que ver. En ’50 Sombras de Grey’, por ejemplo, sí que fuimos a redoblar los finales alternativos que hicieron, pero en muchos casos no. A mí me pasa como consumidor, que algunas veces veo cosas en el DVD que pienso “¿por qué no lo han doblado?”, no les habría costado nada.
LCDE: ¿Cuánto podría suponerles de más en la producción?
DR: No es tan caro. Por poner un ejemplo, son 40€ de convocatoria por actor, si hay 3 actores son 120€ y cada take son 4€, si hay 10 fragmentos son otros 40€. Así que por 160€ más o menos lo podrías tener. Son unas cañas de por la tarde de todos los del equipo, así que más que una cuestión económica suele ser porque no interesa. Al final todo esto, desgraciadamente, son números. Es una industria y un negocio aunque a los que nos gusta esto no nos queramos dar cuenta a veces. Entonces se plantean, “estos 160€ que me va a hacer vender, ¿3 DVD más? Si me gasto 40€ por DVD, son 120, y si el doblaje me ha costado 160, pierdo 40€, así que fuera”. Es así de triste.
LCDE: ¿Qué opinas de que famosos, que no son actores de doblaje, presten su voz a personajes de animación, principalmente? ¿Crees que es una cuestión de publicidad?
DR: Bueno, es una moda heredada de Estados Unidos, lo que se llama ‘start talent’. Allí suele ser un gran actor, mientras que aquí podemos usar desde actores hasta cocineros o pilotos de Fórmula 1 como Alonso en ‘Cars’. Aquí se opta por alguien famoso, no hace falta ni que sea actor y allí graban a los actores, no solo el sonido sino la cara, que luego la incorporan a la animación. Aquí intentar hacer eso con alguien que no sabe la técnica es muy difícil, y hay pocos actores ‘start-talent’ que sepan hacerlo. A mi por ejemplo, me gusta José Mota porque es muy versátil, pero hay otros que son ellos mismos.
LCDE: En esos casos se nota más la cuestión de un reclamo publicitario, ¿no?
DB: Eso es. De hecho, cobran mucho más que nosotros.
LCDE: ¿Se podría considerar intrusismo laboral?
DR: No lo creo. Además, en el doblaje no hay ninguna acreditación, para ser actor de doblaje lo único que tienes que hacer es doblar. De esa forma ya tienes un alta en la seguridad social en el régimen de artistas. Artistas y toreros de hecho (risas). Y ya con eso acreditas que lo eres. No hay ninguna licenciatura ni escuela oficial, ni nada por el estilo. El cliente es el que manda. Como cuando llega un DiCaprio a Madrid y deciden que lo haga yo, fantástico. Llega a Barcelona y quiere que lo haga yo, fantástico. Llega un DiCaprio a Madrid y deciden que lo hace Luis Posada, o quien sea… pues ya está. Yo no doblo actores, doblo personajes. Entonces, ¿quién es mío? ¿DiCaprio? No, su personaje. Y si en la siguiente decidieran que no sigo con ese personaje, pues me tendría que aguantar. ¿Me hubiese gustado doblarlo? Sí, pero esto es un trabajo y no tenemos exclusividad. Nos eligen para el personaje, no para el actor.
LCDE: Para finalizar, tenemos una pregunta que solemos hacer a los entrevistados. ¿Batman o Superman?
DR: (Resopla) Ahí me pillas. Mi compadre es Batman así que voy a decir Batman. Claudio es el padrino de mi hija. Claudio es Batman (Risas) Guillermo es muy buen amigo mío, dobla a Superman, pero aquí tiro por el padrino de mi hija. Todo queda en familia (Risas).