No es el primer intento pero sí es uno de los que más se acerca a tener un sable de luz real. Nos referimos a la invención de Allen Pan, un ingeniero que ya nos sorprendió hace tiempo al realizar una réplica del martillo de Thor que, usando electroimanes y un lector de huellas dactilares, solo podía levantar él. El vídeo con este curioso Mjölnir lo podéis ver justo a continuación:
Allen es aficionado a trasladar a la realidad algunos objetos fantásticos pertenecientes a las películas, y su último reto ha sido crear un sable de luz lo más parecido posible a los que manejan con soltura los caballeros Jedi y los Sith en Star Wars. Para ello no ha optado por contener plasma entre campos magnéticos ni por viajar hasta Ilum para conseguir cristales kyber, sino que se las ha apañado para desarrollar lo que podríamos definir como el mechero más grande y ligero que hayamos visto.
En la réplica de la empuñadura de un sable de luz, que activa la “hoja” pulsando un botón y reproduce el sonido característico, Allen ha introducido un pequeño depósito recargable lleno de metanol y acetona, y en el extremo ha añadido un pequeño mecanismo que expulsa la mezcla a varios palmos de distancia una vez prendido. Desde luego, no posee la potencia de un sable de luz como los de las películas pero es lo más parecido que puede conseguirse con la tecnología actual.
Además, añadiendo distintos elementos a la mezcla de combustible se consigue que la “hoja” varíe de color. Por ejemplo, con un poco de ácido bórico la llama se torna verdosa, recordando al sable de luz que Luke Skywalker llevaba en ‘El retorno del Jedi‘, como podéis ver en el siguiente vídeo, donde además se explica el proceso de fabricación.
Los posibles usos de este sable de luz no son muchos, aunque sí es capaz de reventar globos (mejor si tienen pintada la máscara de un stormtrooper en ellos), encender cigarrillos o quemar fotografías de Jar Jar Binks. No podrá amputar miembros de un solo tajo, como hizo Obi-Wan Kenobi en la cantina de Mos Eisley, pero al menos sirve para que Allen Pan se divierta con sus amigos gracias a un abrigo ignífugo.
¿Es este un primer paso para conseguir lo que en la saga definen como “un arma noble, para tiempos más civilizados”? Quizá solo sea cuestión de presupuesto, porque está visto que Allen tiene ingenio de sobra.