Con la compra de los productos de Lucasfilm por Disney el universo Star Wars volvió a nuestras vidas de forma potente a través de multitud de productos, uno de los cuales fue la serie de animación ‘Star Wars Rebels’, una especie de spin-off de esa maravilla que fue ‘Star Wars: The Clone Wars’. Detrás de ambas está la creativa mente del señor Dave Filoni, seguramente el motivo de que las dos, a pesar de que pueda parecer que están destinadas para un público exclusivamente infantil, tengan una calidad visual y narrativa envidiable para cualquier producto televisivo de animación.
Uno de los personajes de esta última serie es Kanan Jarrus, el llamado último padawan, al que los responsables de Marvel Comics decidieron darle una serie propia en forma de cómic. Y por suerte para los lectores, los editores no se han limitado a crear un producto que aproveche el tirón de la serie para vender tebeos, sino que se han molestado en fichar a un equipo creativo competente para hacer un producto de calidad.
Esta historia nos presenta en un principio a los miembros de la tripulación de rebeldes que conocemos de ‘Star Wars Rebels’, que se encuentran en mitad de una misión de abastecimiento que les lleva hasta el planeta en el que pasó su juventud Kanan tras la ejecución de la Orden 66, ese oscuro episodio de las Guerras Clon en el que el Emperador Palpatine ordenó a las tropas de clones que asesinaran a sus generales jedi por traición, exterminando a la gran mayoría de ellos. En aquel momento Kanan era solo un padawan que acompañaba a su maestra Depa Billaba, una jedi que albergaba serias dudas sobre la intervención de la Orden Jedi en la guerra. Tras la traición de los clones que les acompañaban y la muerte de su maestra, Kanan se ve obligado a cambiar su identidad (su auténtico nombre era Caleb Dume) y sobrevivir por su cuenta como un vagabundo en principio y con la ayuda de extraños de moral discutible al final.
Aunque la historia contenida en este tomo, que viene a ser el primer arco argumental de la serie, no es algo especialmente destacable sino que se compone de una trama relativamente llana y predecible, la forma en la que el guionista Greg Weisman la narra sí es bastante notable. Por una parte consigue meternos de lleno en el universo de Star Wars, logrando así que este producto sea de obligatoria lectura para todos los fans de esta saga, y por otra cuenta la historia de una forma lo suficientemente interesante como para que cualquier lector la disfrute.
Pero el punto fuerte de este tomo es sin duda el dibujo de Pepe Larraz. Sus orígenes se reflejan en el estilo cartoon que tienen sus personajes, en los que también se puede ver la influencia de artistas como su amigo Pasqual Ferry o Stuart Immonen, pero conservando su propia personalidad. Es curioso ver a un dibujante que llevando relativamente poco tiempo trabajando en el mundo del cómic parece tener poco que envidiar a dibujantes con décadas de trabajo a sus espaldas.
Hay que agradecer a Marvel Comics la elección de este dibujante, ya que da al cómic un acabado muy superior a lo que estamos acostumbrados a ver en relatos del universo Star Wars (con muy honrosas excepciones). Quizás en este caso lo más inteligente desde un punto de vista comercial hubiera sido calcar los diseños de la serie de animación con otro artista, algo que arrastre a los niños enamorados de ‘Star Wars Rebels’, pero seguro que los lectores con mayor recorrido agradecen esta decisión.
El último capítulo, que funciona casi a modo de epílogo, está dibujado por Jacopo Camagni, que con un estilo muy particular hace también un gran trabajo. Y no se puede dejar de mencionar la excelente labor de David Curiel en el coloreado, que le da a todo un acabado muy vistoso.
En cuanto a la edición, quizás se podrían haber insertado las portadas originales entre los capítulos, ya que entre el final de uno y el principio de otro no existe ninguna barrera y resulta un poco chocante para el lector el encontrarse tras la última página de un episodio la primera página del siguiente que viene a ser una especie de “Anteriormente en ‘Star Wars Kanan, el último padawan’…”.
El primer tomo de ‘Star Wars Kanan, el último padawan’ publicado por Planeta Cómic se presenta en formato rústica sin solapas. Contiene 144 páginas, con un tamaño de página de 16,8 x 25,7 cm, y presenta los primeros seis números de la edición americana ‘Star Wars Kanan, the last padawan’. Este volumen incluye además todas las portadas originales de los números contenidos. El precio de venta recomendado es de 16,95 € y se puso a la venta en febrero de 2016.
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‘Star Wars Kanan, el último padawan 1’
Corren tiempos tristes para la galaxia. La República cayó hace años, cuando el canciller Palpatine dio la orden 66, que sirvió para aniquilar la Orden Jedi —encargada de mantener la paz— y para que él se erigiera en emperador.
Desde entonces, el Emperador y las fuerzas imperiales han gobernado la galaxia con puño de acero. Sus habitantes llevan tiempo viviendo bajo el yugo imperial y las chispas de la rebelión empiezan a saltar en secreto. Pequeños grupos de rebeldes han comenzado a luchar por la libertad.
Kanan Jarrus, un misterioso y antiguo jedi que lleva años ocultando sus poderes y su espada láser, forma parte de uno de ellos. Ni siquiera sus compañeros conocen su verdadero pasado: que en su día fue un joven padawan jedi llamado Caleb Dume y que luchó en las Guerras Clon junto a su maestra, Depa Billaba…
Uno de los autores es Pepe Larraz, un de los españoles que ha participado en más series de Marvel.
Guion: Greg Weisman
Dibujo: Pepe Larraz, Jacopo Camagni y David Curiel
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