Abres Facebook y tienes una solicitud de amistad. ¿Quién será? ¿Un amigo de la infancia? ¿Un primo? ¿La chica que conociste el otro día? No. Es tu madre.
A todos nos ha pasado alguna vez –bueno, a Peter Parker y Harry Potter no –. Pero quien más y quien menos ha tenido una experiencia tecnológica con sus padres. Tu deber es enseñarles. Descubrirles un mundo nuevo ante sus inocentes miradas expectantes. Para ellos, eres un Bill Gates en potencia. Para ti, ellos son unos cavernícolas de otra época que acaban de aprender a hacer fuego.
‘¡SOCORRO! Mi madre tiene Facebook’ es la nueva obra de Carles Ponsí. Grafito, que entró el pasado año en la industria apostando fuerte por la originalidad española a través de grandes álbumes como ‘Esto Vende’ o ‘Los Mundos de Valken: Océanos en llamas’, presenta este nuevo como su apuesta más folclórica.
El costumbrismo que acoge a esta historia sobre la brecha generacional del Siglo XXI es, sin duda, lo que empequeñece a la obra.
Por una parte, es una consecuencia positiva. Es una historia rápida de leer, con risas aseguradas y con momentos en los que es imposible no verse identificado. Cumple con lo que promete con creces, reflejar una realidad de la que pocas veces se habla en este medio a través de anécdotas clave.
Pero, por otra parte, genera un resultado banal. No pretende hacer más que divertir durante un rato. Es como ver a Dani Rovira en El Club de la Comedia hablando sobre su madre. Sin embargo, este álbum daba para mucho más que un monólogo de cien páginas. El tema de fondo es potente y, en ocasiones puntuales, lo demuestra. Aun así, se queda lejos de lo que podría llegar a ser. Nada de buscar una reflexión agridulce tras el humor. Aunque tenga potencial para aportar algo más, se queda en poco.
Solo hay que echar un vistazo a ‘Chorizos: Atraco a la Española’, también de Grafito, para ver que se puede hacer humor satírico con un tema muy reflexivo detrás. Y, en el caso de la brecha generacional, este era incluso más aprovechable.
Ocurre exactamente igual que con el cómic político español: llega tarde. ¿Cuántos años llevamos con nuestros padres con Facebook? Mínimo, podríamos remontarnos a un lustro atrás. En pleno 2016 esta realidad ya está patente y prácticamente todos tenemos a nuestros familiares más veteranos en la red social de Mark Zuckerberg. A muy poca gente le queda por llegar esa temida solicitud de amistad, y aunque todo lo que presenta el cómic es identificable, suele quedarse como una realidad lejana de la que simplemente puedes reírte un rato.
De cualquier manera, el trabajo de Carles Ponsí es de agradecer. No había nada así en español, al menos no en este formato, y es una sátira recomendable para reírse durante el poco tiempo que te dura el cómic. En concreto, son destacables las páginas que retratan las conversaciones directas a través de los modernísimos aparatos electrónicos para sesentones. El autocorrector, la tardanza en contestar o el uso de emojis son temas recurrentes que tienen un espacio idílico en el tomo. Tan cierto como la vida misma.
Además, el autor demuestra una gran libertad a la hora de crear sus historias. Sus locuras son geniales. Las apariciones de Spock o los juegos como Farmville demuestran lo excepcional que puede llegar a ser. Hay un gran guion detrás que, sin embargo, parece coartado para ser siempre gracioso, dejando de lado una profundidad que podría haber mejorado la experiencia del lector.
Otro de los elementos clave es que se trata de una obra de historias independientes dentro de un mismo caso. Hay un nexo de unión pero no es una historia con principio y final. Por un lado, esto se agradece al aparecer como sketches consumibles de a poco y sin necesidad de leer toda la historia de golpe. No obstante, de nuevo aparece la poca consistencia de una historia con gran potencial.
El dibujo es excepcional. Ponsí ilustra a los personajes como cabezones que ayudan a la sátira. El color, simple pero efectivo, funciona perfectamente junto a la historia y los escenarios. Pese a seguir una estética tipo El Jueves, consigue un estilo único que se ajusta a la demanda del lector. Los recursos acogidos de Whatsapp y el resto de redes sociales encajan con el resto de las viñetas y todo confluye en una obra muy cuidada a nivel estético.
Por último, como viene siendo habitual en Grafito, la edición es magnífica. Son 96 páginas a todo color editadas en rústica con sobrecubierta. Pero, además, viene con una lámina digna para cualquier estantería y una pequeña historia llamada ‘Guía de supervivencia para la tecnología en familia’ que añade un plus meritorio a la historia. El producto se puede conseguir en físico por 15€ y en digital por tan solo 2,50€.
[note]Tu peor pesadilla se ha hecho realidad.
Has recibido una solicitud de amistad de tu madre en Facebook.
Y ahora ¿qué haces?
Carles Ponsí que nos muestra un futuro muy real lleno de familiares iniciándose en las nuevas tecnologías y convirtiéndote de golpe en un cómodo servicio técnico.
Es ley de vida, pero vas a necesitar sobrevivir, y este cómic será la guía definitiva que te preparará para lo que se te viene encima. Créelo, necesitas estar preparado.[/note]
