Cuando hablamos de las grandes etapas que han existido en la historia de la colección de Daredevil, seguramente el nombre de Frank Miller sea el que más rápido aparezca, aquel que no solo salvo al Diablo Guardián de una probable cancelación sino que lo puso entre los más vendidos y le dio un nuevo estatus al personaje. Tal vez las etapas de otros como Brian Michael Bendis, Ed Brubaker o incluso la reciente de Mark Waid acaben teniendo un reconocimiento cercano al de Miller con el tiempo, pero un nombre que suele faltar injustamente en estas listas es el del gran Kevin Smith, que en apenas un puñado de números logró formar una historia cerrada de grandísima calidad.
Si hablamos de ventas, ‘Diablo Guardián’, el arco argumental contenido en el tomo ‘Marvel Saga Daredevil 1’, puso al personaje de nuevo en los primeros puestos, llegando a un esplendor que no se veía desde la marcha de Miller de la colección. Sin embargo, este éxito en ventas seguramente se deba más al reclamo que supone que Kevin Smith, conocido sobre todo por su faceta de cineasta de cine gamberro en aquellos tiempos (‘Clerks’, ‘Mallrats’ o ‘Persiguiendo a Amy’), estuviera tras el proyecto que a la calidad de la obra en sí.
De todas formas, si los compradores esperaban que Matt Murdock hiciera chistes subidos de tono o que se viera envuelto en divertidas e irreverentes tramas con alta carga sexual, estaban equivocados. Por otra parte, los que esperaban que Smith aportase un guion inteligente y fresco a una trama que supusiera de alguna forma un homenaje a lo mejor de la larga vida de la colección de Daredevil vieron cumplidas sus expectativas.
Como parece ser habitual cada vez que Smith se acerca al mundo del cómic, la realización del proyecto fue de todo menos sencilla. Las dudas de Smith sobre la forma correcta de acometer este reto, la alargada y aterradora sombra de Miller sobre cualquier cosa que tenga que ver con Daredevil y la mala suerte (la historia que Smith quería contar en un principio fue pisada por casualidad en la colección del Hombre Sin Miedo pocos meses antes de tener que empezar con ella) hicieron que el proyecto estuviera varias veces a punto de cancelarse.
Smith quería hacer una historia legendaria para el personaje, y sabía que para ello debía centrar el guion en alguno de los pilares centrales de Daredevil. Algo que caracteriza a Matt Murdock y que lo diferencia de la mayoría de los personajes de las grandes editoriales de cómic americano, además de su ceguera, es su pasión por la religión. Murdock es un católico irlandés, y nada mejor que esto para un director de cine para el que la religión ha sido de una forma u otra un elemento muy importante dentro de muchas de sus películas. ¿El problema de esto? Que el señor Miller ya le había sacado punta a este tema, y las comparaciones podían ser horribles. Por suerte, Smith siguió adelante y salió airoso…
Smith hizo que los puntos comunes que su historia iba a tener con la etapa de Miller funcionaran más como un homenaje que como una redefinición y usó con gran acierto las cualidades que han hecho de él un director de éxito. Los personajes mantienen diálogos chispeantes que atrapan al lector y se relacionan de tal forma que este puede verse identificado siempre con alguna de las situaciones que se presentan.
El punto de partida con el que se nos presenta la historia no podría ser más impactante: un bebé es entregado a nuestro héroe bajo la promesa de que se trata del hijo de una madre virgen y, por lo tanto, es ni más ni menos que la reencarnación de Jesucristo. Por si esto no fuera suficiente, otro personaje llamado Nicholas Macabes acude a Daredevil para decirle que en realidad este bebé es el Anticristo. Empezamos fuerte. Viéndolo en perspectiva, sorprende que los editores de Marvel en aquel momento permitieran al guionista atacar unos temas tan sensibles. Tal vez el nombre de Kevin Smith pesara tanto en aquellos tiempos en los que la editorial no pasaba por su mejor momento que le dieron carta blanca para hacer lo que quisiera…
Mientras nuestro héroe intenta desentrañar el misterio que envuelve la naturaleza de este bebé, por la historia pasarán personajes conocidos como puedan ser Bullseye, la Viuda Negra o Karen Page, además de algún otro personaje sorpresa que el guionista utiliza de forma muy acertada para dar ciertos giros al guion que pueden dejar al lector con la boca abierta. Por otra parte veremos constantes referencias al resto del universo Marvel que conseguirán sacar una sonrisa a todo buen Marvel Zombie. También veremos ciertas dosis de metacómic muy interesantes que aportan su granito de arena a la seriedad con la que Smith se tomó este encargo, que tras su lectura deja un buen sabor de boca y un regusto a amor por el medio.
Joe Quesada es a día de hoy el editor jefe de Marvel Comics, puesto en el que permanece desde el año 2000, y cuenta entre sus logros el haber rescatado a la editorial de unos tiempos difíciles para llevarla a lo más alto en lo que a cómic mainstream americano se refiere. Sin embargo, antes de esto (y también después, aunque en muy contadas ocasiones), Quesada era un dibujante de cómics de cierto prestigio y fue el escogido para plasmar en imágenes los guiones de Kevin Smith en esta obra. La calidad de sus lápices es en ciertas ocasiones incuestionable, algo que se puede apreciar en algunos cómics y sobre todo en muchas portadas de las que Quesada se ha encargado. Sin embargo, en este caso no está en su momento de mayor apogeo. Sin tratarse ni muchísimo menos de un mal trabajo, aquí no estamos viendo la mejor versión de Quesada, sino una versión que aún arrastra un estilo noventero (no obstante este cómic comenzó a publicarse a finales de la década de los años 90) que visto hoy en día resulta un poco estridente. Aún así, un trabajo tremendamente disfrutable cuyo mayor punto negativo es que Quesada es capaz incluso de más…
Por otra parte, el color corre a cargo de varios artistas a lo largo de los números: Richard Isanove, un tipo que suele dejar su marca (para bien) en las obras de las que se encarga, Dan Kemp, Laura Depuy, Drew Yackey, Drew Hennessy y Chris Soto. Por su parte, Jimmy Palmiotti es el encargado de entintar el trabajo de Quesada en toda la obra. En el último número del tomo, el #0,5, que funciona casi como un cuento ilustrado, Quesada descansa y deja paso a una lista de grandes artistas como J.G. Jones, Steve Dillon, David Mack, Kevin Nowlan, John Romita Jr., Jae Lee, Amanda Conner, John Cassaday y el propio Jimmy Palmiotti.
El tomo ‘Marvel Saga Daredevil 1 – Diablo Guardián’ publicado por Panini Comics en tapa dura contiene 232 páginas a color e incluye los números del #1 al #8 de la edición americana de ‘Marvel Knights Daredevil’ además del número especial #0,5 y las portadas originales de todos ellos. También se incluye una introducción a cargo de Julián M. Clemente titulada ‘Actos de fe’, un epílogo escrito por el propio Kevin Smith, una introducción de su amigo Ben Affleck para el tomo ‘Daredevil visionaries: Kevin Smith’ y unos cuantos bocetos a lápiz de Joe Quesada. El precio de venta recomendado es de 15 € y se puso a la venta en febrero de 2016.
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‘Marvel Saga Daredevil 1 – Diablo Guardián’
¡Nueva línea editorial! ¡Las grandes etapas modernas de significativos personajes, en volúmenes autoconclusivos con papel de alta calidad y tapa dura! En este volumen, comienza la histórica etapa de Marvel Knights: Daredevil, una colección por la que pasarían los talentos superlativos de Kevin Smith, Joe Quesada, Brian Michael Bendis, Alex Maleev, Ed Brubaker, Michael Lark… El primer ladrillo de esa monumental obra fue “Diablo guardián”, la que está considerada como una de las mejores aventuras de Daredevil de todos los tiempos. El director de cine Kevin Smith y el genial dibujante Joe Quesada te ofrecen el momento trascendental con el que el Hombre sin Miedo irrumpió en el siglo XXI.
Guion: Kevin Smith
Dibujo: Joe Quesada, Jimmy Palmiotti, Richard Isanove, J.G. Jones, Steve Dillon, David Mack, Kevin Nowlan, John Romita Jr., Jae Lee, Amanda Conner, John Cassaday, Dan Kemp, Laura Depuy, Drew Yackey, Drew Hennessy y Chris Soto
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