La violencia de género, machista o como quieran llamarla ahora sigue más presente que nunca. En 2015, 57 mujeres murieron asesinadas en España. 215 desde que comenzó la última legislatura política. Muchas más, sin embargo, son las que “simplemente” sufren este tipo de violencia. Algunas denuncian. La gran mayoría no.
Una es lo que su propio nombre indica. Una entre muchas. Una entre todas las mujeres que día tras días sufren agresiones sexuales, físicas y psicológicas por parte de sus parejas o, como en el caso de la autora que firma esta autobiografía, incluso de desconocidos.
Inglesa, concretamente de Yorkshire, esta joven de 12 años ya se diferencia del resto de personas de su edad. Aunque vive el pleno auge del ska o el punk rock de los años 70, ella prefiere la música más tranquila, menos banal. Aprende a tocar la guitarra para cantar baladas y se junta con amigas que son como ella. Que trasgreden los estereotipos de las chicas de su edad.
Una no liga con chicos más mayores ni se viste de manera vulgar. Ella solo quiere vivir una adolescencia normal. Su cuerpo cambia. Sus alas crecen. Sus antenas, también. Crecen sus patas y su espalda. Su cuerpo se comprime como el de un gusano apunto de hacer la metamorfosis. Una no sabe qué camino escoger, así que seguirá el que le marquen. ¿Qué otra cosa puede hacer?
Entre muchas Una es. Un asesino serial está atacando a prostitutas en Yorkshire. A las chicas les obligan a volver pronto a casa. Les dicen que tengan cuidado. Que se vistan bien tapadas, vulgares, para que no sean confundidas por prostitutas.
Pero las víctimas nunca lo han sido. Solo eran personas con problemas puntuales. O ni siquiera eso. Solo son víctimas a las que han intentado justificar sus muertes. A las que les han dicho que están muertas por sus respectivas culpas. No por el asesino.
A los chicos no les advierten. Pueden ir y volver cuando quieran. No tienen detrás a un psicótico del que atemorizarse. Son libres. Son personas a las que nada puede ocurrirles, porque ninguna asesina serial iría a violarlos y sería apodada como “La Destripadora”.
Mientras tanto, a Una la llaman guarra. La han enseñado a temer el sexo. O, mejor dicho, a cumplir sexualmente pero no presumir de ello. A esconderse. A no sentirse orgullosa por su condición, al contrario de lo que ocurre con los hombres. Ellos, por supuesto, pueden decir bien y alto y claro que han mantenido relaciones sexuales consentidas (normalmente) con personas del sexo opuesto.
Pero a Una la llaman guarra. Porque ha cometido un error. O, mejor dicho, lo ha cometido quien decidió ir con ella mientras tenía a otra mujer a su disposición. A otro objeto, para él, con el que poder divertirse.
A Una la llaman guarra y sus padres la abroncan por la presión que sufre. No existen redes sociales en los años 70, y ella lo agradece, pero no hacen falta para abusar de ella. El abuso escolar, infantil o, de nuevo, como quieran llamarlo ahora, es solo el primero de sus tantos sacrificios emocionales.
Poco tarda Una en enfrentarse al mayor desafío de las mujeres entonces, antes y en la actualidad: la violencia machista. La autora relata cada situación de manera sutil y sin entrar en detalles. No hacen falta. Todos sabemos lo que ocurre, aunque no sea un tema recurrente ni que se suela relatar demasiado. Así que la dibujante, guionista y mujer no necesita más que dar una pista sobre lo que pasó. Contarlo todo sería innecesario.
‘Una entre muchas’ es un cómic de Astiberri Editorial que contiene una historia, como tantas otras, de una persona que han sufrido presiones a lo largo de sus vidas. Es un cómic de 206 páginas. Pero también es un relato periodístico, que cuenta con fuentes lo que va reseñando y no oculta ningún punto de vista de los que se encontró la autora de la biografía.
Por último, es una obra de arte. Cada composición, cada viñeta (o, mejor dicho, ilustración), cada detalle son dignos de admiración. No es un estilo complejo. Ni siquiera utiliza el color. Es mejor en blanco y negro. Los dramas siempre lo son. Pero sin artificios ni añadiduras consigue narrar cada suceso a la perfección, cada paso de Una entre los cientos de sujetos que le rodean y que no terminan de comprenderla.
Por 19€ se puede conseguir esta obra editada en rústica con sobrecubierta. Muchos han alabado el trabajo de la autora aunque, por desgracia, es solo “Una” obra entre muchas más que castigan a un crimen que sigue sin un castigo ejemplar.
¿La solución? Quizás esté en el conocimiento. Y este relato es una gran fuente de él. Es una historia que mujeres, pero sobre todo hombres, deben leer para poder cerciorarse de una realidad oculta entre convencionalismos.
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En 1977 Una tiene doce años. A los críos de su edad les van el punk o el ska, pero Una está aprendiendo a tocar a la guitarra “Mull of Kintyre”, que le parece muy buena canción. Mientras la policía fracasa en resolver el caso del asesino en serie apodado el Destripador de Yorkshire, que acabará matando a trece mujeres, Una sufrirá una serie de actos violentos que la harán sentirse indefensa, sola y culpable, y que le harán emprender un largo camino para liberarse de las secuelas de una violencia cotidiana y banalizada.
Una entre muchas explora la violencia de género, la vergüenza y la responsabilidad social, con un suceso nacional como telón de fondo y desde la perspectiva de una experiencia personal traumática. Una se pregunta qué significa educarse en una sociedad en la que la agresión machista no es cuestionada, y denuncia una cultura mundial que exige que las víctimas de la violencia paguen su precio. “La idea de que hay algo incrustado profundamente en la cultura que produce erupciones de violencia de género y permite que florezcan, en lugar de ser algo aleatorio y sin móvil, se está haciendo más popular, y es lo que impulsa a este libro”, afirma la autora.
“La violencia machista contra las mujeres es un problema muy importante para todos. Esta exploración de la culpa y la vergüenza lo deja claro de una manera incontestable, al mismo tiempo que lo expone con gran delicadeza”.
Mary Talbot, guionista
“Inquebrantable, desgarradora y absorbente en grado sumo. La historia de Una muestra cómo el silenciamiento público de las voces de las mujeres demasiado a menudo produce un infierno privado”.
Emma Jane Unsworth, escritora
“De construcción delicada pero sin restricciones en su mensaje, Una entre muchas es un asombroso testimonio del poder de las metáforas visuales”.
Andy Oliver, Broken Frontier [/note]
