Hace apenas unas horas conocíamos el primer avance del pelotazo que Marvel tiene preparado para este otoño, protagonizado por uno de los personajes más maltratados por los avatares editoriales de La Casa de las Ideas. El doctor Extraño llega al universo cinematográfico Marvel por todo lo alto, en un auténtico delirio visual que promete traducir el imposible mundo de este maestro de lo oculto en imagen real, para alegría de los fans del personaje. Es curioso como Marvel ha elegido los protagonistas de su siguiente fase cinematográfica entre el nutrido plantel de grandísimos secundarios de la casa, y se nos viene encima una avalancha de películas basadas en esos enmascarados que siempre se han mantenido en ese cajón de sastre que es el concepto “de culto”. Pantera Negra, Capitana Marvel o los Inhumanos son los elegidos para la gloria, un paso con cierto riesgo, teniendo en cuenta que estos héroes no han tenido el éxito en su versión en viñetas de otros pesos pesados de la editorial americana.
Entre estas creaciones de azarosa vida editorial se encuentra el protagonista de nuestra crónica de hoy, Stephen Extraño, hechicero supremo del universo Marvel y secundario de lujo por obligación más que por devoción. Y es que el bueno de Extraño ha pasado por muy diversas etapas como personaje de cómic, algunas exitosas y recordadas como auténticos clásicos del cómic americano, otras que pasaron sin pena ni gloria, y momentos que son dignos del olvido más profundo, más dañinas para el cerebro que el índice anotado del Necronomicon, amigos.
Extraño nace de la imaginación de la prodigiosa mente de Stan Lee y Steve Ditko en aquella etapa gloriosa de los inicios de Marvel. El mismo equipo que se había sacado de la manga un icono universal como Spiderman, acertaba de nuevo con la exótica combinación de aventura y ocultismo, en una época en la que las experiencias religiosas y espirituales alternativas eran signo de los tiempos. La mítica editorial se caracterizaba por enriquecer su mundo con ideas que trascendían el consabido universo de supertipos enmascarados repartiendo ensalada de nudillos, y el acercamiento a diferentes realidades era la tónica general de aquella etapa primigenia. De hecho, Doctor Extraño se mantuvo en principio alejado de los superhéroes de la casa, enmarcado en un entorno exótico y místico, que a priori poco tenía que ver con las aventuras de gente tan callejera como Spiderman o con las aventuras de la Patrulla X.
Aquella etapa de Ditko se recuerda hoy en día como un ejercicio de libertad creativa, basada en el desafío constante a la imaginación del lector. El éxito del personaje se traduce en el aplauso de público, crítica y ventas, aunque los años venideros traían consigo una auténtica montaña rusa para la colección del Hechicero Supremo. El personaje mantuvo su cabecera, e incluso formó parte del celebrado grupo de antihéroes conocido como Los Defensores (que gran, gran, gran colección, chicos y chicas), donde compartía escenario con gente tan pintoresca como Namor, Hulk o Valquiria. Incluso contó con otra etapa para el recuerdo, con Roger Stern como cabeza pensante, que incluyó entre sus éxitos la mítica saga conocida como La Caída de los Vampiros (que, por supuesto, comentamos hace un tiempo en La Casa de El. Puedes leer sobre este título aquí).
A pesar de estos buenos momentos, la tambaleante realidad editorial acabó por la caída de este legendario mago en el limbo, de bote en bote como secundario de lujo, como protagonista de alguna miniserie (bastante decentes pero ignoradas por los lectores) o parte de los resucitados Defensores, en su irregular (por ser amable) última encarnación de hace unos años. En todo caso, la falta de continuidad y coherencia entre una aparición y otra tampoco ayudaba a que el personaje encontrase su camino en el nuevo paradigma de Marvel.
Los últimos acontecimientos globales en La Casa de las Ideas han supuesto un buen empujón para la popularidad del doctor Extraño. Claro está, la apuesta cinematográfica de los estudios Marvel tiene que ver con los movimientos dentro de los cómics del sello, pero, vistos los resultados, parece que han sabido aprovechar la oportunidad. La importancia de Stephen Extraño ha sido capital durante los acontecimientos previos a Secret Wars, y el papel otorgado por Jonathan Hickman al maestro de las artes místicas (atención si no has leído Secret Wars, porque ahí va un Spoiler de los gordos) como cómplice inesperado del plan de Muerte han daod muestras del potencial dramático del conocido mago.
Así que, con vistas a una apuesta bastante potente en las pantallas de cine en marcha, y con el personaje situado de manera brillante en el universo Marvel tras años de peregrinaje por el olvido, llegó la hora de nuevos planteamientos para el futuro del personaje. La Casa de las Ideas da una nueva oportunidad a este legendario experto en artes arcanas, armado con una nueva cabecera con su nombre en portada, tras muchos años sin este honor. Un auténtico acto de justicia que pone al doctor Extraño en ese lugar del universo Marvel al que pertenece por historia y leyenda. Además, Marvel saca la artillería pesada, y pone al frente de la iniciativa a dos valores seguros: Jason Aaron y Chris Bachalo.
Aaron hace ya tiempo que ha dejado de ser una promesa, y se ha ganado los galones a base de historias llenas de personalidad propia mezclada con respeto reverencial por los personajes y la historia de Marvel. A lo largo de su fructífera carrera, ha dado muestras notables de su habilidad para el planteamiento de mundos fantásticos y tramas épicas, que hemos disfrutado como enanos en los mejores momentos de su etapa al frente de Thor. Aaron es un maestro del equilibrio, de los riesgos con el tono de sus historias, capaz de esa difícil mezcla entre dramatismo y humor, de lo terrorífico y gigantesco con lo realidad mundana y lo cotidiano. En su doctor Extraño, Jason Aaron no renuncia a sí mismo, y nos suerge en la vida diaria de un tipo peculiar, que se gana la vida con lo sobrenatural. Todo aquello que nos espanta y protagoniza nuestras pesadillas, es rutina para él. Al mismo tiempo, el escritor nos recuerda que el maestro de lo oculto es habitante de Nueva York, pero que ve el mundo de una manera radicalmente distinta al común de los mortales. El contraste entre mundos es la espectacular manera con la Aaron nos sumerge en su visión acerca de cómo funcionarán estos primeros pases de colección, presentando, además a los secundarios que darán sentido a la complicada vida de Extraño. Además, nos sumerge en una trama en la que el escritor tira de recursos narrativos y se ahorra, por el momento, explicaciones. La aparición de unos extraños viajeros dimensionales empeñados en borrar todo atisbo de magia nos anuncia el mayor peligro al que se enfrentará el Doctor Extraño en esta nueva etapa, una trama que, a buen seguro, se extenderá durante los próximos meses, y promete ser un enfrentamiento de los que marcan época.
Me cuesta ser objetivo con Chris Bachalo. Si me preguntas quién es mi dibujante favorito, ocho de cada diez veces diré el nombre de este legendario artista. Sus críticos siempre señalan que es un tanto confuso como narrador, pero yo digo que cada una de sus viñetas, sus diseños de página, el dinamismo de sus personajes y los mundos que escapan de sus lápices tienen más personalidad que la mayoría de los dibujantes de cómics de los últimos 20 años (habló el fan). El doctor Extraño le queda como un guante a este estilo tan barroco y siniestro, lleno de efectos de luz y manejo magistral de las sombras. La cantidad de criaturas que pueblan las páginas de esta colección son producto de la imaginación portentosa de un tipo acostumbrado a la alucinación visual, mientras mantiene en todo momento el contacto con la realidad que Aaron relata en su propuesta literaria. Es un auténtico placer el encuentro con un dibujante que evoluciona hasta límites fantásticos sin la más mínima renuncia a sí mismo. De lo más pequeño a lo más grande, el juego con el espacio (fabulosa y divertida recreación del Sancta Sanctorum de Extraño a cuenta de una invasión de parásitos dimensionales), entregado al, en ocasiones, macabro sentido del humor de Aaron, Bachalo demuestra talento, profesionalidad y la madurez del que disfruta con su trabajo, en un encargo que, visto el resultado, no me imagino en otras manos.
El doctor Extraño ha vuelto, por todo lo alto. En estos primeros números, Aaron y Bachalo nos han dejado muy clara la perspectiva que manejan para el personaje, y yo digo que me gusta. Que nos vamos a divertir con esta acometida al mundo mágico tan olvidado estos años atrás. Si hay algo de sentido en esa cantinela de la nueva y diferente Marvel, es por cosas como doctor Extraño, ideal para nuevos lectores del personaje, y que nos disgustará a los de toda la vida a pesar de los nuevos derroteros perpetrados por Aaron. Doctor Extraño se ha convertido en una de mis lecturas favoritas, y tengo mis expectativas por las nubes sobre lo que estos autores tienen preparado para nosotros en el futuro cercano. A ver si se cumplen.
Doctor Extraño se publica bajo el sello de Panini, y de momento contamos con dos números, editados en grapa, de esta nueva colección regular. Cada mes encontrará una nueva entrega de las aventuras del Hechicero Supremo, así que es un buen momento para comenzar la colección, ahora que todavía no hay muchos números atrasados. Corre a tu librería favorita.
[note]¡El Señor de las Artes Místicas irrumpe en el Nuevo Universo Marvel! ¿A quién llamas cuando tus sueños tratan de matarte? Al Doctor Extraño, la única persona que se interpone entre nosotros y las fuerzas de la oscuridad, en el comienzo de su más brillante etapa. [/note]
