Sí, amigos…¡Howard el pato ha vuelto! ¿Cómo? ¿Nadie lo había pedido? ¿En serio nadie echaba de menos a este plumero parlante? Jo, hay que ver con vosotros.
Pues a pesar de vuestra indiferencia, mira tú por donde, el bueno de Howard recupera una colección con su propio nombre en la cabecera después de… bueno, un montón de años. Lo cierto es que la vida editorial de este pato es de auténtico trabajo de investigación, y es un poco difícil seguir la pista a todos los bandazos que ha ido dando por el universo Marvel. Sí que puedo daros el dato de su origen, que aconteció en el serial del Hombre-Cosa allá por 1973. Supongo que muchos os preguntaréis qué narices pasaba por la cabeza de los responsables de Marvel cuando dieron luz verde a las aventuras de un pato arrancado de su mundo de animales parlantes y obligado a vivir en el planeta Tierra, lleno de monos sin pelo. “Atrapado en un mundo que no es el suyo” era el subtitulo que acompañaría a Howard en toda su carrera, orientada sobre todo a poner patas arriba la sociedad humana con un sentido del humor algo macarra y mucho espíritu crítico.
Eran los 70, el mundo del cómic estaba en crisis, y valía casi cualquier cosa con tal de salvar el negocio. Fueron tiempos de pánico, pero también de riesgo y toma de decisiones que llevaron al medio, en unos pocos años, a niveles de excelencia legendarios. Howard era signo de los tiempos, y, cómo no, se transformó en un auténtico éxito, traducido en una colección propia que duró hasta 1981. Además, no olvidemos un dato de importancia: Howard fue el primer personaje de Marvel en protagonizar una película, producida, nada más y nada menos, por George Lucas. Vale, la película era un poco truño, y fue un rotundo fracaso de taquilla. Eso no quita mérito al bueno de nuestro pato, que es la avanzadilla emplumada de todo el berenjenal superheroico (más o menos). ¿Acaso pensabas, insensato o insensata, que La Amenaza Fantasma es el único petardo insoportable que se ha marcado el amigo Lucas?
Tras el éxito inicial, Howard anda perdido como secundario de lujo por el universo Marvel, aportando una pizca de mala uva en cada aparición, pero sin el brillo de antaño. Quizá, en medio de tanto intercambio de mamporros no hay espacio para este pato. O puede que sí.
En Marvel las cosas han cambiado mucho. Desde hace ya un tiempo, a los clásicos de la casa se han añadido algunas colecciones muy alejadas en estructura y espíritu a la intensidad de las colecciones de superhéroes al uso. Estilo más desenfadado y cierta libertad a la hora de plantear los personajes han dado a La Casa de las Ideas bastantes alegrías de crítica y público. El Ojo de Halcón de Fraction y Aja abrió todo un mundo de posibilidades a los lectores, que, a pesar de su amor incondicional por los superhéroes de la editorial, pedían puntos de vista algo diferentes.
Gracias a esta iniciativa, y la apertura de miras, hemos tenido colecciones muy simpáticas, algunas valientes y otras entrañables, pero siempre novedosas y armadas de grandes dosis de aire fresco. Hulka, Chica Ardilla, o personajes como Kamala Khan han hecho muy felices a muchos fans por su acercamiento diferente a los planteamientos de siempre.
La nueva colección de Howard el Pato tiene su punto de partida en esta forma de entender el universo Marvel, aunque mucho más centrada en el humor. Juega en la misma liga que otras pequeñas maravillas como Superior Foes of Spiderman, basada en el chiste destructivo y en no tener demasiada piedad con los clichés de Marvel. Y es que estos primeros números de Howard el Pato son un auténtico viaje por el quién es quién en el universo de La Casa de las Ideas.
Atrapado en un mundo al que se está acostumbrando, así nos presenta Chip Zdarsky a su héroe palmípedo, reconvertido en detective privado. Así, de primeras, no creo que un tipo de apenas un metro y lleno de plumas sea el ejemplo de la discreción, pero que nadie diga que no lo intenta. La apacible vida de Howard, entre fraudes de seguros e infidelidades, da un vuelco cuando un misterioso cliente le contrata para que recupere, de manos de Gata Negra, una valiosa joya. A partir de aquí, una montaña rusa casi cósmica con, para variar, el planeta Tierra bajo peligro mortal. De los tejados de Manhattan al encontronazo cósmico con Guardianes de la Galaxia (por supuesto… pato y mapache parlanchines…¿Cómo no se le ha ocurrido a nadie antes?), de ser amenazado por la tía May a punta de pistola a la batalla bruta estilo Vengadores, la semana de nuestro pato favorito se presenta complicada. Le versión de mercadillo del Guantelete del infinito tiene la culpa, chicos y chicas. Como te lo cuento.
Chip Zdarsky afronta con muchas ganas de pasarlo bien los guiones de esta divertida colección, pensada con la única pretensión de hacernos pasar un buen rato, a costa de nuestros personajes favoritos. Si la cosa pide una ración de ridículo para el Trepamuros… ¡pues sin miedo! No pidáis intensidad pretenciosa ni una pizca de seriedad, porque el interior de este cómic es pura evasión. A pesar de eso, no es una colección descuidada, con chistes lanzados al azar sin más. Hay trama, hay cariño por los personajes, y tenemos al cascarrabias emplumado que esperábamos, acompañado por grandes secundarios. Tara, la nueva compañera de Howard, me parece un acierto total de personaje, que dota de mucho color al completo, gracias a ese aire de chica de barrio algo macarra.
Joe Quinones se hace cargo de los lápices, con eficacia, sencillez y personalidad propia. No pierde el tiempo en lucimientos, y a cambio nos da dinamismo, referencias muy simpáticas, el tono perfecto para la colección y a Spiderman llorando. Yo compro. Vale, no es Bryan Hitch. Pero tampoco es Rob Liefeld. Pensad siempre en positivo.
Howard el Pato no es la colección de cómics definitiva. De hecho, puede que no sea más que el intento de aprovechar los escasos segundos de su presencia en Guardianes de la Galaxia, a ver si suena la flauta. El caso es que cumple su función primordial, divertir. Y lo hace con estilo. Yo me lo he pasado muy bien con esta lectura. Fuera complejos, que cosas así nos vienen bien, por salud mental.
Howard el Pato: Patochadas, es un tomo de la colección 100%. Recopila en un libro con solapas los números del #1 al #5 de la edición original USA de esta nueva andadura del bueno de Howard. 128 páginas a todo color, con todas las portadas recopiladas, incluyendo las simpáticas cubiertas alternativas. Todo esto a 12 euros como precio recomendado de compra.
[note]Desde la escena postcréditos que sólo se quedaron a ver los auténticos y verdaderos creyentes de Marvel, llega… ¡El Pato Howard! Únete a él en la resolución de las más intrincadas investigaciones dentro del Universo Marvel. Chip Zdarsky (un escritor conocido fundamentalmente por sus dibujos) y Joe Quinones (un dibujantes conocido fundamentalmente por sus dotes como amante) conducen la aventura patuna de tu vida. [/note]