Hablo mucho últimamente de la diversidad que encontramos hoy en día en el mercado americano del cómic. Multitud de pequeñas editoriales han cambiado el rostro de una industria dominada durante años por los dos titanes Marvel y DC, dando salida a proyectos que, en otra tesitura, nunca hubiesen visto la luz. Harrow County, la serie de la que hoy hablamos, indica la buena salud del medio, más allá del recurrente universo de los superhéroes. La obra de Cullen Bunn y Tyler Crook recupera un género no muy visitado en los últimos años, el horror, certificando esa diversidad de la que hablaba hace unas líneas.
El género de terror es indispensable para entender la evolución del cómic, y es parte esencial de su historia. Las publicaciones de esta temática tuvieron bastante peso en la aparición del indeseable Comics Code Authority, y las míticas publicaciones de la editorial Warren sirvieron de campo de entrenamiento y experimentación a alguno de los nombres indispensables de una era dorada. Incluso los grandes han coqueteado con una versión bastante diluida del terror, con publicaciones de monstruos como las legendarias cabeceras Werewolf by Night o La Tumba de Drácula.
En los últimos años, el género se ha mantenido en las librerías gracias a aciertos como la indispensable Locke And Key, la selección de historias cortas publicada por DC, Flinch, o joyas independientes como Rachel Rising (que maneja conceptos bastante parecidos a la obra que hoy os comentamos). Todo eso sin hablar de la fascinación que despierta, por ejemplo, todo un clásico como John Constantine y su Hellblazer.
Harrow County se adentra en una época y un ambiente determinados, bucea por el brumoso y casi opresivo sur de los estados unidos, en una historia que es puro gótico americano. El contexto rural en el que se desarrolla la historia es protagonista absoluto. Cullen puede explorar desde este clásico el folclore tan arraigado en la historia del país, la brujería, que hemos visto tratado con brillantez hace poco en una maravilla como La Bruja, película dirigida por Robert Eggers. La amenazadora naturaleza llena de secretos, espejo de los miedos primitivos del ser humano, es la gran idea que trasluce en el relato de Bunn.
El hombre civilizado contra el bosque indomable se traduce en cuentos sobre criaturas sobrenaturales, y Cullen Bunn se saca de la manga todo un universo oculto que trastoca la vida de Emmy, una joven a punto de cumplir 18 años. A pesar de su llegada a la edad adulta, parece que su destino es permanecer en la granja de su padre, aunque los sueños sobre una vida diferente llenan la cabeza de la joven. No es lo único que anda por la mente de Emmy. Durante la noche, extrañas pesadillas sacuden su sueño; imágenes protagonizadas por el siniestro árbol quemado que hay enfrente de su casa. Recuerdos de un pasado que desconoce, un pasado que envuelve a los habitantes de Harrow County, guardianes de un violento secreto que implica el origen de la joven.
Mientras Emmy intenta comprender el significado de estas estampas de pesadilla, a sus espaldas los granjeros observan y conspiran, puesto que la chica puede ser algo más que una simple granjera.
Así se inicia la aventura de Emmy, obligada por las circunstancias al enfrentamiento con la comunidad que la vio crecer, al mismo tiempo que se adentra en el bosque por pura supervivencia, y conoce una parte de sí misma que desconocía. El poder sobre un mundo secreto desconcierta a la muchacha, aturdida por su propia naturaleza, originada en un mal antiguo y vengativo. La protagonista se enfrenta a algo más que la ira de sus vecinos. En su huida, tendrá la mayor de las luchas contra sí misma, enfrentada con una parte de sí misma que es pura venganza primigenia.
Cullen Bunn maneja su historia con una elegancia maestra. Su estilo literario es directo, y, a pesar del contexto de terror, cálido y adornado con un sentido clásico de la narración. El texto explicativo, casi poético y evocador, parece una voz tan dulce como siniestra, una especie de mano amiga que nos guía por los peligros de la noche perpetua de lo profundo del bosque. Hacía tiempo que un cómic no me transmitía esa sensación en el texto, de tanto mimo y cuidado, de perfecta elección de los momentos y los recursos. Los diálogos se mezclan con los silencios, que hacen todavía más poderosa y amenazante la presencia de la naturaleza y sus seres de fantasía.
Emmy es un personaje sencillo, emotivo y humano, con el que es sencillo conectar. Pero los relatos no se sostienen con un personaje. Se necesita un buen plantel de secundarios que den identidad al protagonista, que enriquezcan el contexto de la historia. En este sentido, Bunn llena sus páginas de creaciones llenas de intención y sentido, caracteres humanos, llenos de miserias y contradicciones, atrapados por su miedo, totalmente real y alejado de la superchería, pues han mirado al rostro de lo imposible. Eso, por no hablar de las criaturas que de repente forman parte de la vida de Emmy, auténtica muestra de imaginación, motivo de misterios que se irán desvelando en próximas entregas.
Sí el apartado puramente literario es un ejemplo de belleza brumosa y onírica, el trabajo de Tyler Crook en el arte de Harrow County se adapta perfectamente al estilo de Bunn. Las pesadillas descritas por el escritor toman forma , el bosque se plasma sobre la página como el horror desconocido que nos insinúa la historia. El extraño trazo de Crook llo aleja de cualquier obviedad o cliché, defiende su propio estilo con una fuerza visual de primera categoría. Las emociones contradictorias de los protagonistas se revelan en sus rostros, en la propuesta llena de matices de este dibujante, que ha conseguido sorprenderme.
Mezcla con elegancia el estilo inocente y casi infantil de sus creaciones con los ambientes clásicos del gótico rural, un magnífico trabajo de luces en contraste y diseño de personajes y lugares. El coloreado en acuarela, decisión de lo más acertada, maximiza el trabajo emocional de la química entre ambos creadores de Harrow County, uno de los trabajos visuales más extraños, sordidamente hermoso, que hemos visto en un cómic reciente.
Harrow County es un regalo para los fanáticos del género de terror, algo abandonados en los últimos tiempos. Un comienzo de serie fantástico, promesa de revelaciones y giros inesperados, mientras Emmy lucha por mantener su humanidad. Además, se trata de un cómic tratado con un mimo esencial por sus creadores, cosa que notarán el lector. Harrow County es una obra especial, de gusto clásico, sin estridencias, que hace un uso genial de los clichés de la tradición del folclore americano y sus mitologías.
Harrow County ha entusiasmado al público y la crítica, y la propuesta se ha ganado una nominación a los premios Eisner en la categoría de mejor serie nueva. Aunque al final el galardón se lo han concedido a Paper Girls, es un buen indicativo de la calidad de la obra de Cullen Bunn y Tyler Crook. Como podréis deducir al leer mi texto, me ha encantado. Espero que produzca el mismo efecto en vosotros.
Harrow County llega a España de la mano de Norma editorial, que amplía así su excelente catálogo de cómic americano. Este primer volumen de la serie recopila los números originales publicados por Dark Horse en USA. Encuadrnado en rústica, además incluye una magnífica selección de extras que explican el proceso creativo de sus autores, así como bocetos y portadas alternativas. El precio recomendado de venta es de 17,50 euros.
Cullen Bunn es un guionista de cómics y escritor nacido en Carolina del Norte. Se ha curtido en series del mercado de las editoriales independientes, como Oni Press, pero ha colaborado con los sellos más conocidos del mercado americano. En los últimos tiempos ha sido el encargado de los guiones de la serie en solitario de Magneto, aunque también es bastante conocido por las miniseries que ha escrito para Deadpool. Para DC se ha hecho cargo de personajes tan conocidos como Aquaman o los Green Lantern Corps.
Tyler Crook se ha ganado el plauso del público y crítica por su participación en el universo de Hellboy, en concreto con la serie AIDP.
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ATRÉVETE A VISITAR LA AMÉRICA PROFUNDA Y CONOCER LOS TERRORES QUE ESCONDE
Emmy siempre ha sospechado que el bosque que rodea su casa está habitado por fantasmas y monstruos, los innumerables seres de Harrow County. Pero al cumplir sus dieciocho años de vida descubrirá que esos seres son muy reales y que tienen una conexión especial con ella y su pasado.
Cullen Bunn (Lobezno, Magneto) y Tyler Crook (AIDP, Petrogrado) nos presentan una inquietante historia de terror situada en la América rural sureña que te agarrará para no soltarte.[/note]
