Retrocedemos hoy en el tiempo para recuperar una historia mítica en la carrera del Cabeza de Lata. Si hay un relato definitorio del carácter de Tony Stark es este puñado de cómics. David Michelinie y Bob Layton desnudaban el alma del hombre tras la máscara, a merced de sus miserias personales. El Demonio en una Botella es la caída al infierno y posterior redención de un héroe que, por mucha tecnología que lo enmascare, no deja de ser un simple mortal.
Tanta es la importancia de esta historia que gran parte del constructo dramático del Tony Stark de la pantalla bebe directamente de esta etapa, donde los autores reescribieron en gran medida el concepto ideado por Stan Lee y Larry Lieber. Aparte, la entrada de Michelinie y Layton en la colección salvó a Iron Man de su desaparición como serie regular, en una época en la que las ventas habían caído en picado en aquel final de los años 70.
Layton y Michelinie ya llevaban una temporada como guionistas de Iron Man cuando decidieron llevar al personaje al límite. En los primeros compases de su etapa, redibujaron el entorno del multimillonario Tony Stark, dotando de contenido el día a día del personaje con una buena colección de secundarios inolvidables. Se sacaron de la manga a clásicos como Madame Máscara, o la entrañable secretaria de Stark, la señora Arbogast. También vimos la primera aparición de Bethany Cabe, toda una mujer capaz de poner en su sitio al insufrible Tony, y de James Rhodes, que con el tiempo se convertiría en Máquina de Guerra. Nada más que con el plantel de novedades que habían introducido para enriquecer el universo de Iron Man, estos autores ya tenían sus nombres grabados en oro en la historia del personaje. Pero había más en camino.
Para Layton y Michelinie, el interés de su época al frente de Iron Man se debía centrar en Tony Stark. El hombre tras la armadura se convierte en el foco de atención de los guionistas, con la intención de mostrar las debilidades del héroe. En esos días, la empresa del ilustre multimillonario daba pasos de gigante para la consolidación de Stark Internacional, una visión más compleja y universal de los intereses comerciales de Tony. Parece un brillante futuro para el propio Stark y el mundo entero, destinatario de los ingenios fabricados en los laboratorios de la compañía. Pero algo se mueve en la sombras, conspirando, para complicar la vida del Vengador Dorado hasta límites nunca vistos.
Por un lado, Tony Stark conoce las intenciones secretas de, nada más y nada menos, S.H.I.E.L.D. la agencia de espionaje por excelencia del universo Marvel. A base de oscuras operaciones comerciales, Nick Furia y su aparato estratégico se han hecho con la participación mayoritaria de las empresas de Tony Stark. Los ingenios armamentísticos de la compañía se han declarado de interés nacional, y los espías de S.H.I.E.L.D. no han dudado en el uso de argucias legales para hacerse con las acciones.
Stark recibe su primer golpe en la frente. Traicionado por sus propios aliados, el hombre tras Iron Man comienza el camino hacia su caída. Pero no es el único traspiés. Su armadura, el gran invento de su vida, muestra serios problemas de fiabilidad. A lo largo de los números que forman este recopilatorio, veremos como el complejo artefacto que da su identidad a Iron Man, sufre fallos importantes, que pondrán en peligro la vida del hombre dentro de la armadura. Los errores de funcionamiento cuestionan al propio inventor, que encuentra otro motivo más para la desconfianza, esta vez en sí mismo.
Estos hechos sacuden la línea de flotación de un héroe que, como decíamos, no es más que un hombre tras una armadura. A lo largo de los episodios, a base de pequeños detalles desperdigados con mucho acierto e inteligencia por los guionistas, observamos como Tony Stark acude con más facilidad al mueble bar a encontrar la calma. Los nervios del protagonista acaban por explotar cuando, por otro fallo imprevisto, su rallo repulsor destroza a un inocente, convertida la armadura en arma involuntaria para un asesinato.
Tras la sombra, maquina otro clásico de la colección, introducido también por Michelinie y Layton para la posteridad: el magnate Justin Hammer. Este enemigo jurado de Tony Stark no duda en usar toda su capacidad tecnológica para deshacerse de su rival comercial. Es él el culpable del mal funcionamiento de la armadura de Iron Man, arrastrando a Stark a los brazos del alcohol de manera dramática. A pesar de que Iron Man derrota a este implacable hombre de negocios, el daño ya está hecho.
Con los nervios rotos y atacado por tantos frentes, el hombre tras la máscara se rompe. Llegamos por fin al famoso número 129 USA, publicado en noviembre de 1979. En las páginas de este cómic, vemos la caída definitiva de Tony Stark en su infierno personal, dividido y acosado por su dependencia a la armadura, a la que ha llegado a odiar, y su debilidad como hombre corriente. Stark es mostrado por Michelinie y Layton como una caricatura de sí mismo, a base de un humor hiriente y dramático, que lleva a Iron Man a poner en peligro la vida de los demás.
Como en toda historia de caída, hay redención. Ayudado por Beth, Tony Stark afronta su adicción y sus consecuencias, y en una magnífica escena dibujada por John Romita Jr. se nos muestra el proceso de recuperación del protagonista, que acepta sus debilidades y las afronta de manera adulta.
Otro de los grandes alicientes de estos números es la presencia del citado John Romita Jr. destinado a ser una leyenda en el mundo de los cómics. Aquí daba sus primeros pasos, muy lejos de la bestia parda en el tablero de dibujo que sería unos años después, pero dando muestras de personalidad, talento, y un dominio impresionante de la narración. El diseño de personajes y elección de puntos de vista son magistrales si hablamos del arte de un primerizo, pero está claro que lleva el dibujo en las venas. El Demonio en una botella es el presagio del enorme futuro que esperaba a este mítico dibujante.
Visto con perspectiva, esta etapa de Iron Man no ha perdido un ápice de importancia, y sigue siendo el canon sobre el que se mide la personalidad de Tony Stark, siempre al límite. Pero es innegable que,a pesar del dramático paso por el infierno de Tony Stark, hay algo de inocencia en la resolución del conflicto, más orientado al constructivo mensaje aleccionador que a la tragedia en sí misma. Era otra época, y las adicciones se trataban en las viñetas de una manera muy distinta a la que hoy vemos. El final feliz y el tratamiento positivo y amable primaban sobre la realidad.
El Demonio en una botella es un cómic indispensable, producto de una época, que marcaba el pulso de Iron Man para las décadas venideras. A pesar de esa inocencia, unos años después, Tony Stark caía en una segunda crisis alcohólica, bastante más persistente y destructora que la vivida en estas páginas. Hasta el punto fue devastadora que James Rhodes se vio obligado a vestir la armadura de Iron Man, ante la imposibilidad de Tony Stark de llevar una vida normal. Bastante más descarnada y adulta, esta historia ha quedado en segundo plano por la importancia capital de esta saga de la que hoy hablamos.
El Demonio en una botella es puro Marvel. Nos recuerda que la humanidad de sus personajes es la base de su éxito. Esto implica debilidades, fallos, dudas, encontronazos con la realidad, pérdida y caídas. Es la época en la que Spiderman no pudo salvar a Gwen, Daredevil veía impotente como su amada Elektra moría entre sus brazos, Jean Grey se transformaba en una entidad destructora… y Tony Stark aceptaba que, a pesar de su inteligencia y sus cachivaches, no era más que un hombre. Por eso los cómics son tan grandes, por momentos como El Demonio en una Botella, porque tratan al medio y al lector como algo más que el entretenimiento fugaz que los profanos describen. A pesar del tiempo, de los modelos narrativos totalmente superados, Estos números de Iron Man marcan época.
Panini recupera esta primordial saga, después de mucho tiempo descatalogada. Contiene los números del #120 al #128 USA, recopilados en un tomo de Marvel Gold. Libro con solapas de 176 páginas, el precio al que podrás encontrar El Demonio en una botella en tu librería favorita es de 15,50 euros.
David Michelinie es un autor de larga trayectoria en el mundo de los cómics. Ha trabajado para DC o Valiant, pero, sin duda, es recordado por su estancia en Marvel. Ha revitalizado a personajes como Iron Man, en una de sus más recordadas etapas, y también forma parte de la historia del trapamuros y Los Vengadores.
Bob Layton también cuenta con una carrera importante a sus espaldas. Escritor, dibujante y editor, con pocos los campos dentro de la industria del cómic por los que no ha pasado. Ha pasado a la historia por su etapa en Iron Man, junto a David Michelinie y John Romita Jr., pero otros importantes personajes han pasado por su manos, como Hulk, Capitán América o los recordados Micronautas. Fue cofundador, junto a Jim Shooter, de la primera encarnación de Valiant, a principios de los años 90.
John Romita Jr. pronto se quitó de encima la losa de ser hijo de otra leyenda, John Romita. Desde el principio de su carrera mostró una personalidad única que lo ha llevado a lo más alto de la industria. Por sus lápices han pasado personajes tan míticos como Iron Man, Daredevil, Spiderman, Thor… Su carrera ha estado ligada primordialmente a Marvel, pero en los últimos años hemos visto como firmaba un contrato con DC para hacerse cargo de Superman, y se ha visto involucrado en proyectos independientes, como la archiconocida Kick Ass, creada por Mark Millar.
[note]Contiene Iron Man 120-128 USA
¡Nueva edición, con nueva portada, de la más memorable y aclamada aventura del Hombre de Hierro jamás publicada! El mejor equipo creativo que haya pasado por las páginas de Iron Man realiza la historia definitiva del Vengador Dorado. [/note]