Cuando hablamos de novelas (o, para el caso, películas) que puedan definir de alguna forma a los miembros de la llamada “Generación X” americana, ‘El club de la lucha’ de Chuck Palahniuk sería seguramente una de las primeras que acudirían a nuestra mente. Adaptada en 1999 por David Fincher a la gran pantalla con las estrellas Edward Norton y Brad Pitt como cabezas de cartel, la historia del consumidor insatisfecho con su vida y de su alter ego Tyler Durden se ha establecido con el paso de los años como una obra de culto. Durante todo el siglo XXI se ha estado jugando con la posibilidad de que una segunda parte de esta historia llegara bien en forma de novela o bien en forma de película, y tanto Palahniuk como Fincher, Norton y Pitt llegaron en un determinado momento a ver viable una continuación. Sin embargo, casi veinte años después de la publicación de esa novela que Palahniuk escribió mientras trabajaba como mecánico y que le encumbró al éxito literario, llega ahora en forma de cómic ‘El club de la lucha 2’, con el propio escritor como guionista acompañado a los lápices por Cameron Stewart y con el gran David Mack y Francesco Francavilla como encargados de la realización de las portadas.
El tomo comienza con un prólogo que podría haber llevado por título “Anteriormente, en ‘El club de la lucha'”, ya que no es más que un recordatorio de lo que ocurrió al final de la famosa novela y que nos pone en situación para entender lo que se va a contar a partir de ese momento. Con esto ya nos queda muy clara una cosa: estamos ante la segunda parte de una historia. No es un spin-off, no es una historia paralela, no es una reinterpretación y, por lo tanto, la lectura de la novela (o el visionado de la película en su defecto, a pesar de las pequeñas diferencias entre ambas) es de obligada revisión para poder leer este cómic sin perdernos. En menos de quince páginas se nos cuenta como el narrador de la historia (que, por cierto, ahora se hace llamar Sebastian) tuvo un enfrentamiento contra una personalidad oculta en su mente (Tyler Durden) que le llevó al borde del suicidio (entre muchas otras cosas) mientras que su novia (a falta de una palabra mejor para definir la relación entre Marla Singer y el narrador) se ha quedado embarazada. Y desde ahí damos un salto de diez años en la historia…
Sebastian trabaja en el despacho de Levantarse o Morir, el mayor proveedor de personal paramilitar del mundo. Es ahora la mitad de un matrimonio aburrido con Marla y el embarazo de esta ha dado como resultado un mocoso de nueve años con pasión por la química y la fabricación de bombas caseras, una afición que bien le podría venir por su parte paterna. Y lo más importante de todo: la medicación ha conseguido que Tyler Durden no sea ya más que un doloroso recuerdo de una vida pasada… o eso creía Sebastian.
Tyler ha vuelto hace ya tiempo, y su existencia ha empezado a dar sus resultados. Resultados que, por supuesto, ponen la vida del pobre Sebastian patas arriba. Su casa se ha quemado, su mujer le es infiel, su hijo ha desparecido… y, claro está, todo es culpa del bueno de Tyler. El Proyecto Estragos sigue adelante y a Sebastian no le quedará más remedio que volver a meterse en él si quiere recuperar a su hijo…
A lo largo de la historia nos vamos a encontrar con un montón de elementos similares a los presentes en la primera parte de este díptico transmedia (violentas peleas, grupos de apoyo, monólogos introspectivos, mantras, jabón…), usadas con suficiente habilidad como para que no apesten a refrito, y es que algo bueno tiene que tener el que el propio Chuck Palahniuk sea el guionista de este cómic. Palahniuk demuestra con este trabajo que aquellos que dudaban de su habilidad para defenderse en este nuevo medio estaban muy equivocados. El escritor nos ofrece con esta obra una continuación más que digna de su predecesora, respetuosa con ella y que se hace amar. Incluso se permite el lujo de darle un toque meta de lo más morrisoniano en ciertos momentos, y es que si hay algo de lo que no se puede acusar a Palahniuk es de haberse conformado con continuar la historia intentando cumplir con las expectativas de sus fans. Chuck ha ido mucho más allá de lo que hizo en la novela original, y se agradece.
En cuanto al dibujo, Cameron Stewart hace un trabajo excelente con una línea clara y precisa. Además de vez en cuando se atreve con algunas composiciones de página de lo más espectaculares, y la ayuda en el color de Dave Stewart no hace más que consolidar su trabajo y hacer que este luzca.
Como conclusión, este cómic es de obligada compra para todos los seguidores del trabajo de Chuck Palahniuk en general y de ‘El club de la lucha’ en particular. Básicamente, si te sabes las ocho reglas del club de la lucha, debes tener este cómic en tu estantería. Ah, y si te encuentras un sofá por la calle con el cartel de “Gratis” sobre él, mejor busca otro sitio para descansar…
En lo referente a la edición, hay que decir que este volumen titulado ‘El club de la lucha 2’ presentado por DeBolsillo viene en formato de tapa dura con un tamaño de página de 17,2 x 26,1 cm. El tomo se puso a la venta en junio de 2016 y contiene 288 páginas a color. El precio de venta recomendado es de 21,90 €.
Chuck Palahniuk
Nacido en Pasco, Washington, el 21 de febrero de 1962, Palahniuk es un novelista satírico estadounidense y periodista independiente residente en Portland (Oregón). Su fama llegó con su primera novela, titulada en España ‘El club de la lucha’, que posteriormente David Fincher adaptó al cine en una película protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt en 1999. Esta obra fue escrita en su etapa como mecánico en la compañía de camiones Freightliner a la vez que escribía manuales sobre reparación de camiones. Otras novelas de éxito fueron ‘Monstruos Invisibles’, ‘Superviviente’, ‘Nana’ o ‘Asfixia’, también adaptada al cine en 2008 en esta ocasión de la mano de Clark Gregg, con Sam Rockwell como protagonista. Su estilo minimalista se ha comparado al de otros escritores como Bret Easton Ellis, Irvine Welsh o Douglas Coupland.
En 2015 se publicó su primer cómic como guionista, una continuación de su primera novela ‘El club de la lucha’, junto al dibujante Cameron Stewart.
Cameron Stewart
Nacido en Toronto, Canadá, este autor no tiene uno de los nombres más reconocidos del mundo del noveno arte y aún así sus trabajos han estado cargados de los más importantes reconocimientos a nivel de premios. Entre sus obras más famosas encontramos su etapa en ‘Catwoman’, junto a Ed Brubaker, numerosas colaboraciones con el guionista Grant Morrison como ‘Batman & Robin’, ‘Seaguy’, ‘The Multiversity: Thunderworld Adventures’ o ‘Seven Soldiers: The Manhattan Guardian’ y ‘The Other Side’, miniserie ambientada en la guerra de Vietnam escrita por Jason Aaron nominada al premio a mejor serie limitada en los Eisner de 2007.
Otros proyectos de Stewart han sido ‘Batgirl’, ‘The Apocalipstix’, publicada por Oni Press y escrita por Ray Fawkes, ‘Suicide Girls’, ‘Assassin’s Creed: The Fall’, ‘El club de la lucha 2’ junto al escritor Chuck Palahniuk o ‘Sin título’, por la que ganó en 2009 el premio Shuster a mejor creador de cómic digital y en 2010 el premio Eisner a mejor cómic digital.
[note]
‘El club de la lucha 2’
Veinte años después de la primera publicación de El club de la lucha, llega su esperada secuela… directamente como novela gráfica. Chuck Palahniuk ha elaborado un guion a la altura de sus mejores trabajos y Cameron Stewart lo ilustra con un espectacular desempeño.
Diez años después del nacimiento del proyecto Estragos, Sebastian (así se llama el narrador de la historia) lleva una vida mundana. Tiene un trabajo insignificante en una empresa contratista militar llamada Levantarse o morir, se ha casado con Marla y tienen un hijo. Gracias a la medicación se ha mantenido a raya durante todo este tiempo, pero no por mucho más. Tyler Durden va a regresar más rebelde y anárquico que nunca.
Guion: Chuck Palahniuk
Dibujo: Cameron Stewart, David Mack, Dave Stewart y Francesco Francavilla
[/note]