La repetición es, sin ningún ápice de duda, uno de los rasgos que más perjudican a toda clase de obra. No estimo que sea algo demasiado sorprendente, puesto que en el momento en el que una historia es previsible y conocemos de antemano qué va a suceder ya no merece la pena continuar leyendo, viendo o jugando a la misma. Resulta imprescindible matizar esto: como es lógico toleramos cierta previsibilidad, pero saber con qué obstáculos se encontrará el o la protagonista, cómo los superará y de qué modo culminará la trama es inaceptable.
En consecuencia, una de las mayores preocupaciones de los guionistas reside en impedir que lo anterior suceda cueste lo que cueste. ¿Cómo pueden llevar a cabo esta hazaña? Con múltiples herramientas. A saber, giros argumentales que impactan en la misión del héroe, nuevos personajes, cambios radicales en los personajes o el entorno…En definitiva, todo vale para seguir avivando el interés y continuar enganchando al lector, jugador o espectador. Y precisamente algunas de estas tácticas se usan en este tomo de ‘Übel Blatt’.
Recordemos que ‘Übel Blatt’ da comienzo cuando en el año 3968 el Emperador, para luchar contra el país oscuro Witchtech, equipó con lanzas sagradas a catorce héroes. De esos catorce, tres fallecieron en el camino, recibiendo así el nombre de ‘Los venerables no retornados’. De los restantes, cuatro fueron quienes completaron la misión, pues los otros siete huyeron a mitad del camino a raíz de cobardía.
No obstante, esos siete, con el fin de evitar que se supiera la verdad evitar ser deshonrados, esperaron a los cuatro restantes y, recién cumplida la misión, los mataron. Además, cuando regresaron dijeron que se habían pasado al enemigo. En consecuencia, Ascheriit y los otros tres recibieron el más que desagradable apodo de ‘Las cuatro lanzas de la traición‘, mientras que los siete supervivientes se hicieron llamar ‘los Siete Héroes‘. Sin embargo, Ascheriit, ahora Koïnzell, una de las ‘cuatro lanzas’ ha resucitado y, dos décadas más tarde, busca vengarse de ‘Los siete héroes’ matándolos uno por uno. Al inicio del volumen previo llevaba dos de siete: Schtemwölech y el Conde Artillero Barestar, pero todo parecía indicar en la conclusión del mismo que la cuenta subiría a tres.
Afortunadamente, Shiono, el autor, no juega con el lector y no hay sorpresas de última hora: el cliffhanger del volumen ocho se cumple. Es decir, Koïnzell asesina al héroe que, al menos en lo personal, estimaba que debía ser el último, pues era el líder de ‘los Siete Héroes’ y el que mató en su día al protagonista. De este modo, Glenn muere, y únicamente quedan cuatro.
Pese a que pueda resultar baladí, lo cierto es que esta muerte, como todas pero en un grado significativamente mayor, ostenta importantes implicaciones y diferencias con las anteriores. En primer lugar, por la cercanía con la de Barestar, enfatizando así esa especie de guerra total y frenética que Koïnzell libra con el colectivo y, por extensión, con el imperio. Segundo, porque Glenn era una suerte de pilar de ‘los Siete Héroes’ y, en consecuencia, de todo el sistema político. Y aunque ya se mostró la inestabilidad política en otros tomos, aquí ya es definitiva: el sistema instaurado hace dos décadas se ve inmerso en una profunda crisis al perder a uno de sus referentes. Por último, pero no menos importante, es la primera vez que uno de los héroes muere en un territorio que no es el suyo.
Con el fin de calmar el ritmo narrativo tras el frenesí de su predecesor, la presente entrega se dedica a explotar las consecuencias de la muerte de Glenn y cómo afecta en los personajes. De hecho, es sin duda el volumen con menor carga de acción o combate en lo que llevamos de cabecera, y eso ya demuestra la intencionalidad del autor en este asunto.
Desglosando las tramas del volumen de forma genérica, podemos encontrar tres grandes factores, todos ellos íntimamente relacionados. Primero, la visita al territorio antiguamente controlado por Lord Glenn, Jebr. En él, conocemos notablemente la coyuntura de esta zona habitada por diversos clanes que guerreaban entre ellos hasta la llegada de Lord Glenn. Sin embargo, tras la muerte del gobernador de la región, existe gran incertidumbre en lo referente a si la paz perdurará en el territorio, lo que centrará también la atención de la trama.
Por otro lado, en un grado sensiblemente menor, también se hace mención al pasado y los familiares de una de las lanzas de la traición, Kfer, así como a la relación que este tenía con la región de Jebr. A su vez, la historia real acerca de lo acaecido hace dos décadas, esto es, que fueron las cuatro lanzas de la traición quienes frenaron al país oscuro, comienza a ganar algo de fuerza. Finalmente, asistimos a cómo de modo bastante rápido uno de los héroes toma rápidamente el relevo de Glenn, lo que hace aparecer a un nuevo enemigo todavía más temible.
En lo referente al dibujo, dado que en este tomo apenas hay escenas de acción, Shiono exhibe un mayor repertorio a la hora de plasmar un elenco de personajes y escenarios muy diversos. Por último, la edición es la habitual: Norma Editorial recopila el tomo número nueve de la cabecera en un volumen rústica de 226 páginas, dos de ellas a color, a un precio recomendado de 8€. Ciertamente, este cambio de ritmo y de enfoque le ha venido muy bien a una cabecera que amenazaba con repetirse en el esquema de muerte-nuevo territorio-muerte. Afortunadamente, el autor ha tomado acertadamente cartas en el asunto y tanto en esta como en posteriores entregas la trama da un giro más que considerable. Pero es pronto para adelantar acontecimientos. ‘Übel Blatt’ sigue en su línea notable y, como tal, la sigo recomendando efusivamente.
Etorouji Shiono nació en Japón en 1976 y debutó en el año 2003. Antes de lanzar ‘Übel Blatt’ para ‘Square Enix’, obra que catapultó su carrera, realizó dos capítulos únicos o ‘one-shots’ (‘Existencia Extra’ y ‘Séis’) y llevó a cabo una cabecera de dos tomos llamada ‘Sangre Rota’. Sus aficiones son la fotografía y los viajes.
[note]Übel Blatt 9
KÖINZELL HA MATADO A GLENN, UNO DE LOS SIETE HÉROES… ¡AHORA ES EL ENEMIGO NÚMERO UNO!
Tras esquivar a sus perseguidores, Köinzell llega a una tierra conflictiva donde los desastres de la guerra no han desaparecido. Para cumplir la promesa de una amistad, el protagonista se precipita a esta región sin pensar en el peligro y…[/note]