Entre las décadas de los setenta y los ochenta surgieron varios grupos musicales infantiles cuyas simpáticas e imaginativas letras causaban sensación entre los más pequeños de la casa. Sin embargo, su fama no quedó relegada en exclusiva al mundo de la canción, ya que algunos también probaron suerte, con mayor o menor éxito, en el séptimo arte. Sin embargo, mientras que dúos como ‘Enrique y Ana’ o ‘Zipi y Zape’ solo rodaron un largometraje, ‘Parchís’ se llevaba el gato al agua con un total de siete películas. Mención aparte merece el caso del grupo ‘Regaliz‘ que, pese a haber aparecido en filmes de otros artistas, protagonizaron dos películas por cuenta propia, llevando la segunda de ellas el título de ‘Buenas noches, señor monstruo‘, que es el largometraje que paso a analizar en este artículo.
Bajo la dirección del Antonio Mercero, esta película de 1982 consta de 80 minutos de duración y está protagonizada por Jaime Benet, Eduardo Navarrete, Astrid Fenollar y Eva Mariol, los cuatro componentes de ‘Regaliz‘. Junto a ellos podemos destacar a Fernando Bilbao (como el monstruo), Luis Escobar (que encarna al Conde Drácula), Andrés Mejuto (que interpreta al Doctor Frankenstein), Guillermo Montesinos (que da vida a Quasimodo), Paul Naschy (muy acostumbrado a meterse en la piel del Hombre Lobo) y Miguel Ángel Valero (más conocido por el papel de Piraña, de ‘Verano Azul’, como el benévolo hijo del Conde Drácula).
En una excursión escolar, tras una travesura de Jaime y Eduardo, los cuatro protagonistas se pierden en medio de una tormenta y acaban por buscar refugio en un siniestro castillo que, sin que ellos lo sepan, está habitado por el Conde Drácula, su hijo, el paralítico Doctor Frankenstein, su creación, Quasimodo (aunque sería más correcto que se tratara de Igor) y el Hombre Lobo. Pese a que los monstruos pretenden atacar a los cuatro niños, son ellos los que acaban llevándose todos los palos, como es de esperar en este tipo de películas.
Un fallo que cabe destacar es la falta de concordancia temporal en algunas escenas, como cuando Quasimodo aparece cubierto de vendajes justo después de haberse caído por la ventana o en el anecdótico momento en el que el monstruo esta viendo una versión en blanco y negro de ‘Frankenstein’ (cuya trama no transcurre tan deprisa como parece en este filme).
Toda película protagonizada por un grupo musical infantil que se precie debe contener varias canciones a lo largo del metraje, como ocurre en este caso con los temas ‘Bengalas de mil colores‘, ‘El show del Hombre Lobo‘, ‘Tumba Catatumba‘ y ‘El baile de los monstruitos‘, aunque resulta curioso que, siempre que los niños cantan, la música parezca salir de la nada.
Una cosa que debe quedar clara desde el principio es que se trata de una película dedicada al púbico infantil. Aún así, también es apta para ser disfrutada por aquellos que recuerden haberla visto de niños y sientan cierta nostalgia hacia ella. Si decides darle una oportunidad pero no te encuentras en ninguno de los dos casos mencionados, es posible que te aburra o te cause cierto bochorno, pero la verdad es que la película cumple con creces con la finalidad para la que fue rodada, de modo que no se le puede exigir más.
Es justo finalizar este análisis con el tema central del largometraje, que comparte título con el filme, cuya letra dice así:
Buenas noches, señor monstruo.
No me mire, por favor.
Buenas noches, señor monstruo.
Que me da mucho pavor.
Uno es Drácula, el conde.
¡Vaya, vaya, mira por donde!
Las persigue y las mata
y se les bebe su sangre
como si fuera un cubata.
Se levanta de la tumba,
lleno de gran vanidad,
y morder la yugular
a él le mola cantidad.
Buenas noches, señor monstruo.
No me mire, por favor.
Buenas noches, señor monstruo.
Que me da mucho pavor.
El otro es Quasimodo.
¡Me da miedo, me da todo!
Es cheposo y avispado.
Quiere a todos jorobar
porque él es jorobado.
Camina siempre torcido,
anda con muy mala pata
y se gusta de los niños
p’a comerlos con patatas.
Buenas noches, señor monstruo.
No me mire, por favor.
Buenas noches, señor monstruo.
Que me da mucho pavor.
Luego viene el Hombre Lobo.
¡Pero que susto más bobo!
Es una buena persona.
Se transforma en Hombe Lobo
cuando sale luna llena.
Ya cuando está transformado
por cualquier cosa se excita.
Y es más bestia y criminal
que el lobo de Caperucita.
Buenas noches, señor monstruo.
No me mire, por favor.
Buenas noches, señor monstruo.
Que me da mucho pavor.
Frankenstein es el doctor.
¡Da muchísimo terror!
Y al monstruo lo ha creado
con cerebros, brazos, pies
de cadáveres robados.
Tanto el doctor como el monstruo
disfrutan matando mozas,
pero por más que lo intentan
están ya un poco carrozas.
Buenas noches, señor monstruo.
No me mire, por favor.
Buenas noches, señor monstruo.
Que me da mucho pavor.
Buenas noches, señor monstruo.
Buenas noches tenga usted.
Buenas noches, señor monstruo.
Son ustedes demasié.
Son ustedes demasié.