Todos hemos tenido fiestas de cumpleaños, la mayoría las olvidamos conforme pasa el tiempo, pero otras en cambio, en las que todos los factores parecen aliarse para hacernos vivir un momento único, quedarán para siempre en nuestro recuerdo. Pues bien, a Spiderman también le ha ocurrido esto y concretamente la fiesta de aniversario a la que acudimos en este cuarto tomo de la colección Marvel Saga del trepamuros es una de las segundas: id advertidos para asistir a una celebración que nunca olvidaréis. El cumpleaños de Spidey viene a raíz del alcance del número #500 USA, incluido en este tomo, razón que sirve para que un J. M. Straczynski en su punto álgido como guionista del héroe arácnido nos cuente una fascinante historia en varias partes que es espectacular a la vez que rinde un homenaje a la historia de Spiderman, acompañado una vez más de John Romita Jr. a los lápices y con un invitado especial de excepción que llega justo a tiempo para trabajar junto a este en el #500: su padre, John Romita Sr.
Como buenos organizadores del festín, Straczynski y Romita Jr. preparan el terreno a la perfección, desarrollando un arco argumental que, de nuevo, se estructuraría en torno a tres historias relacionadas tanto entre sí como con los arcos anteriores, y es que en este tomo vemos perfectamente como guionista y dibujante se encuentran ya plenamente acomodados al universo de Spiderman. Las tres historias alternarían lo épico y extraordinario con lo realista y cotidiano a través de la continuada madurez de los personajes y el aumento de la complejidad en las relaciones entre Peter Parker-MJ y Peter-tía May, así la primera de las tres historias ahondaría en las responsabilidad de Spiderman hacia aquellos pequeños maleantes a los que entrega a la justicia (usando de forma magistral el escenario de la vida laboral de Peter como profesor de instituto), la segunda sería el relato que concluiría en el número #500 en el que se nos cuenta una emocionante historia que servirá como excusa para revisitar los escenarios más icónicos de la extensa historia del trepamuros, por último, la tercera historia profundiza en la aceptación en su día a día de May de la doble identidad de su sobrino, intercambiando con maestría los puntos de vista de ambos personajes. A continuación analizaremos con mayor atención las tres historias que conforman el tomo, haciendo hincapié en el trabajo de Straczynski en cada una de ellas.
Como he dicho anteriormente, el primero de los relatos parte del contexto de Peter como profesor de instituto, a través de las presentación de una alumna en la que nuestro héroe ve potencial y quiere ayudarla a aprovecharlo. Así somos espectadores de la complicada vida de la joven fuera de las clases y se nos introduce el tema de Spiderman como responsable indirecto de la situación en la que se encuentra la familia de su alumna, al entregar a su hermano a la policía. Straczynski hace así reflexionar a Peter sobre su responsabilidad moral como vigilante enmascarado, haciéndolo consciente de las consecuencias que pueden provocar sus acciones en las familias y allegados de los delincuentes de poca monta. La trama también sirve para introducir una vez más a Ezequiel Sims, si bien esta nueva aparición si que puede resultar algo forzada. Nos encontramos pues ante una historia con un ritmo más introspectivo y relajado que nos presenta un interesante dilema moral acerca de la responsabilidad de las acciones de Spiderman que se encuentra directamente relacionado con el proceso de madurez que llevaban experimentando los personajes principales desde la llegada de Straczynski a la colección. Sin embargo es importante destacar que, a pesar de que el argumento de esta primera historia está elaborado de forma conjunta por Straczynski y Fiona Avery, es esta segunda la que se encarga del guión de estos números aunque sigue en todo momento el estilo ágil y mordaz del creador de ‘Babylon 5’.
La segunda historia es la que sirve como catalizador para llegar al número #500 y comparte el título que da nombre al tomo. Esta vez es Straczynski el que vuelve a estar al timón encargado del guion y en el dibujo a Romita Jr. se le une su padre en el ya mencionado número especial, para brindarnos una monumental historia que sirve como homenaje a Spiderman y a sus villanos y momentos más icónicos. Para ello, Straczynski hace de nuevo uso del Doctor Extraño y de otros personajes del Universo Marvel tales como los 4 fantásticos, los Vengadores o Cíclope, para mostrarnos primero la relevancia de Spidey dentro de este mundillo y cómo se la ha ido ganando año a año. Juntos se enfrentan juntos a la amenaza de los Sin Mente, para revelar finalmente que todo no es más que un plan del pérfido Dormammu para volver a la vida. Como resultado del enfrentamiento, Spiderman y Stephen Extraño acaban desterrados del tiempo y el espacio, debiendo avanzar en la historia de Spiderman hasta volver al presente. Con esto como pretexto, guionista y dibujantes (con el efectivo uso del color de Dan Kemp y el estudio Avalon como escoltas) nos acompañan en un viaje nostálgico por los principales momentos de la vida de Spiderman como superhéroe, volviendo a vivir las victorias más gloriosas y las derrotas más amargas, a la vez que la pluma del guionista hace meditar al personaje sobre su propia vida y a aceptar decisiones pasadas, yendo una vez más por la senda de la madurez personal y emocional hacia la que el guionista dirige a sus personajes desde su desembarco en Marvel.
Tras el majestuoso espectáculo y su sentimental final, llega el momento de la tercera historia o mejor dicho historias, ya que el guionista decide que es el momento idóneo para la calma y nos vuelve a ofrecer dos historias cortas que funcionan como una sola a la hora de desarrollar a sus personajes. En la primera de ellas veremos la rutina diaria de las vidas de la tía May y Peter Parker, alternándose los focos sobre ambos personajes y las contrapuestas vidas que llevan, que además nos muestra los cambios de la relación entre ambos y como eso a afectado a cada uno de ellos. La amenaza de este número (un delincuente que ha robado un traje especial y se hace llamar el Removedor) sirve más como apoyo a la evolución de los personajes que como un enfrentamiento contra un villano al uso. Si por algo destaca esta historia es por la agilidad con la que la narración pasa del punto de vista de May al de su sobrino y cómo la acción juega con diversos tiempos (mostrándonos de manera muy natural varios flashbacks sin que la acción se detenga o se sobrecargue en exceso). La segunda de las dos micro-historias con las que cierra este tomo de Marvel Saga es de corte más sencillo y clásico, contándonos la historia de un sastre especializados en ropa para héroes y villanos, destacando sobre todo por su uso del humor y la acidez de la que Straczynski ya hiciera gala anteriormente al hablar de Hollywood en anteriores números.
Una vez analizado el contenido de este tomo podemos afirmar que se trata de un tomo imprescindible para los seguidores del héroe arácnido de Manhattan, que contiene un repaso a toda su historia con todo el mimo y el cariño posibles y que además el relato no es un mero trámite, si no que ayuda al personaje a ser autoconsciente de sus acciones a lo largo de los años, presentándonos una héroe mucho más maduro y realista del que fuese antes de que Straczynski comenzase a guionizar sus aventuras. Es por ello por lo que este tomo junto al anterior supone uno de los puntos álgidos de la etapa del guionista en la colección, plenamente disfrutable para aquellos lectores familiarizados con Spiderman (a los que homenajea continuamente a través de diversos guiños, algunos más a la vista que otros) y también una oportunidad para que nuevos aficionados conozcan los momentos más importantes y muestren curiosidad en sumerjirse en la vasta historia del trepamuros.
En lo concerniente al dibujo, Romita Jr. sigue realizando un trabajo notable aunque a la hora de ofrecernos planos más lejanos el detalle tiende a ser menor conforme pasan los números, sin embargo el regreso de Romita Sr. a los lápices y la colaboración con su vástago en el #500, hace que este apartado destaque de forma especial en este tomo, ofreciéndonos un espectáculo digno de permanecer en la memoria con unas viñetas espectaculares a la hora de pasar a la acción (como muestra está el apoteósico splashpage doble que encabeza este reseña y el tratamiento que realiza Romita Jr. del destierro de Spiderman y Extraño de la dimensión espacial y temporal) y un reflejo de los sentimientos marca de la casa en los números más sosegados.
Por último, al hablar del tomo editado por Panini Cómics vuelvo a repetir la misma cantinela de anteriores reseñas: sigue manteniendo la excelente presentación propia de la linea Marvel Saga Spiderman con tapas de cartoné, lomo curvo y papel de gran calidad lo que hace de ella un imprescindible y la mejor edición que haya tenido la etapa de Straczynski-Romita Jr. en España. Este cuarto volumen cuenta con 200 páginas y una introducción realizada por Julián M. Clemente, aunque no se encuentra ningún extra adicional. La edición puede encontrarse con facilidad en librerías especializadas y en la web de Panini a un precio recomendado de 18 euros.
Joe Michael Straczynski
Nacido en 1954 en Nueva Jersey. Se trata de un escritor muy premiado y de reconocidos méritos tanto en cine como en televisión (Babylon 5, Sese8), literatura y cómic, entre otros medios. La mayor parte de su carrera dentro del mundo del cómic la ha desarrollado bajo su propio sello, Joe´s Comics, donde ha publicado varios títulos como ‘Midnight Nation’ y ‘Rising Stars’. En 2001, Straczynski firmó un contrato de exclusividad con Marvel Comics, donde estuvo siete años escribiendo para ‘The Amazing Spider-Man’, junto con otros títulos como ‘Fantastic Four’, ‘Thor’, ‘Bullet Points’ o ‘Silver Surfer’.
Tras finalizar su contrato con Marvel, empezó a escribir ‘The Brave and the Bold’ para DC, antes de ponerse con títulos de Superman y Wonder Woman. En la actualidad ha anunciado que dejará el mundo del cómic para centrarse en su papel en la televisión, dónde es productor ejecutivo de la serie de ciencia ficción de Netflix ‘Sense8’.
John Romita Jr.
Nacido en 1956 en Nueva York. Se trata de un dibujante de cómics norteamericano, famoso sobre todo por su amplio trabajo para Marvel Comics desde la década de 1970 hasta la década de 2000. Comúnmente se le conoce por las iniciales JRJR (abreviación de John Romita Jr.). Es hijo del mítico John Romita Sr., co-creador de numerosas historias notables de Spiderman durante las décadas de 1960 y 1970. Comenzó su carrera en Marvel UK, haciendo esbozos para portadas de reimpresiones. Su debut en América fue con la historia de seis páginas titulada ‘Chaos at the Coffee Bean!’ en el anual #11 de la colección ‘Amazing Spider-Man’ en 1977.
La popularidad inicial de Romita se basó en su periodo en Iron Man con el escritor David Michelinie y el entintador Bob Layton que comenzó en 1978. A principios de la década de 1980, tenía su primer periodo regular en ‘Amazing Spider-Man’ y era también el artista para el lanzamiento de la serie ‘Dazzler’. De 1983 a 1986 trabajó en ‘Uncanny X-Men’ con Dan Green y el autor Chris Claremont lo que le trajo una inmensa popularidad, debido a que los mutantes se habían convertido en un fenómeno dentro de la industria del cómic en ese momento. Regresaría a un segundo periodo muy exitoso a esta colección en 1993. Otros trabajos reseñables en Marvel los hizo en ‘Daredevil’ con grandes autores como Ann Nocenti, Al Williamson o Frank Miller, en ‘Iron Man’ con John Byrne, en ‘Amazing Spider-Man’ con J. Michael Straczynski, en ‘Wolverine’ con Mark Millar (con quien también trabajaría en la saga ‘Kick-Ass’), en ‘Los Eternos’ con Neil Gaiman o en ‘World War Hulk’ con Greg Park. En 2014 John Romita Jr. firmaría un contrato con DC Comics para dibujar a Superman junto al guionista Geoff Johns.
[note]
‘Marvel Saga Spiderman 4: Feliz Cumpleaños’
Contiene The Amazing Spider-Man v2, 55-58, 500-502 USA
El más importante escritor moderno del Hombre Araña y las dos generaciones de Romitas se unen en un histórico acontecimiento: ¡la celebración de The Amazing Spider-Man #500 USA! Es el cumpleaños de Peter Parker. Spidey tendrá que mirar hacia atrás, enfrentándose a todos sus enemigos.