Cuando los seguidores de la saga ‘Final Fantasy’ habían perdido todas sus esperanzas en volver a jugar por turnos llega ‘World of Final Fantasy’, un nuevo título de la franquicia, que aunque no es un juego enumerado de la saga, pretende marcar huella y no pasar desapercibido, a continuación, te ofrecemos un extenso análisis sin spoilers de esta nueva aventura basada en una completa fantasía.
“Un juego que cautivará a todos los jóvenes, ya sean de edad o de espíritu”, así de tajante se muestra Square Enix con ‘World of Final Fantasy’ y es que, tenemos que tener claro que este juego no se concibe sin todos los que la franquicia lleva a sus espaldas, porque la inclusión del fan service es muy abundante y aunque parte de una idea original, el 90% del juego recopila lo mejor de cada ‘Final Fantasy’, desde personajes a bandas sonoras e incluso inspiración de escenarios, por ello, el elemento de la nostalgia está más que servido.
Partiendo desde un punto de vista argumental, el título no nos muestra nada del otro mundo, nos encontramos con Lann y Reynn, una pareja de gemelos que descubren que viven en un mundo paralelo atrapados en una especie de bucle temporal, además, han perdido todos sus recuerdos y deben capturar a una serie de criaturas llamadas mirages para poder ir recuperando la memoria poco a poco, durante su viaje se encontrarán a diversos personajes de la saga que tendrán que auxiliar y les seguirán dando pistas para continuar su camino.
Hasta aquí se puede contar, porque el resto sería spoiler, es cierto que al juego le cuesta avanzar argumentalmente durante las primeras horas pero conforme avanzas te das cuenta que no todo es tan pastel y que hay cierta oscuridad en su argumento, eso si, no esperéis un giro muy dramático de los acontecimientos, porque las cosas están servidas en su justa medida.
El guión está muy bien cuidado, la inclusión de los personajes de la saga no parecen forzadas, cada uno tiene una misión clave en el camino de nuestros gemelos y se adaptan perfectamente para no desencajar demasiado con el papel que cumplen en sus respectivos títulos, los guiños que hacen son espléndidos y lo único que consiguen es remover nostalgia, si no, esperad a ver a Yuna en un escenario muy similar al Bosque de Macalania, y no puedo decir más.
Por otro lado, la personalidad de los protagonistas está muy marcada, cada uno tiene su carácter y una forma de pensar muy distinta, son polos opuestos que se complementan perfectamente. En el caso del chico, Lann, su personalidad es arrolladora, recuerda en ciertos aspectos a Tidus (FFX) y Yitán (FFIX), actúa con un aire muy desenfadado, con poco sentido del peligro y guiándose por sus sentimientos, en lugar de pensar con la cabeza, aún así, tiene las papeletas para convertirse en un personaje recordado.
Su polo opuesto es Reynn, la cabeza pensante, una chica madura, valiente y decidida que se considera la hermana mayor de Lann por nacer unos cuatro minutos antes, y se echa gran parte de la responsabilidad sobre sus hombros, estoy seguro que si este personaje hubiera estado en un título enumerado de la saga sería uno de los personajes femeninos más queridos.
Reynn se caracteriza por llevar la voz cantante del grupo, cortar las gracias de su hermano y encaminarlo por el camino correcto, aunque en el fondo es frágil e insegura, pero no se atreve a expresarlo porque tiene un gran sentido de la responsabilidad y no se permite flaquear ante situaciones difíciles, aún así, tiene sus puntos divertidos, aunque la mayoría de estos se basan en picar a su gemelo hasta hacerlo rabiar.
El guión entre los hermanos está bien logrado, con conversaciones divertidas que hacen más ameno el recorrido por las mazmorras e incluso reaccionan a ciertas situaciones al interactuar con elementos de los escenarios. En definitiva, una simbiosis perfecta entre Lann y Reynn que no hace prescindible a ninguno, ambos se necesitan y el jugador querrá saber de ambos.
La jugabilidad es el punto más fuerte de ‘World of Final Fantasy’ junto con su nivel visual, el sistema de batallas regresa a lo clásico pero con un toque bastante actual que evita ser repetitivo y tedioso, parece que han tenido en cuenta a los nuevos jugadores que no están acostumbrados al combate por turnos.
Tenemos un sistema de combate basado en los turnos pero configurado de una forma mucho más práctica, con la posibilidad de asignar botones de acceso rápido y la posibilidad de acelerar el tiempo. Con respecto a la famosa barra de acción, podremos elegir entre tres tipos de ATB: un modo activo en el que el tiempo avanza siempre, un modo espera en el que el combate no avanza hasta que realicemos nuestra acción y otro llamado semiactivo, avanza si no tomamos acción.
Y parece que los PM (Puntos Mágicos) tienen un poco hartos a los de Square Enix, no aparecen aquí al igual que no aparecerán en ‘Final Fantasy XV’. En este caso, para realizar nuestras habilidades necesitaremos PA, es decir, Puntos de Acción. Cada hechizo o ataque gasta un número determinado de PA, que se podrá recuperar en cada turno, esto suma puntos estratégicos a la jugabilidad, no podemos lanzar ataques a lo loco, porque puede que para el siguiente turno necesitemos unos cuantos PA para curarnos.
Otro elemento esencial para este juego es la captura y evolución de mirages, criaturas que podemos obtener en combate, pero para ello debemos conocer su punto débil u ofrecerlos lo que piden para tener la posibilidad de capturarlos a través de “prismas”, algo que el juego te da automáticamente en la mayoría de los casos.
Gracias a la captura de los enemigos, podremos utilizarlos a nuestro antojo en el combate a través de la creación de torres, y es que esto es lo mejor que ha traído WOFF, de nuevo se añade un gran punto estratégico, porque no podemos apilarnos con cualquier mirage, tenemos que seleccionar los adecuados tanto a nuestro tamaño (Pezqueco y Koloso) como al enemigo que enfrentaremos.
Hay que elegir adecuadamente el tamaño, elemento y hasta el orden y así crear un torre perfecta para nuestro siguiente boss y es que, el nivel de personalización es alto al igual que el de evolución, porque podemos obtener un mirage de pequeño tamaño y acabar evolucionándolo a un aliado muy poderoso, consiguiendo criaturas como Valefor o un Bégimo.
Como antes he mencionado, podemos ser kolosos o pezquecos , esta segunda es la versión “chibi” de nuestros protagonistas, que más allá de ser algo visual, tiene su función tanto a nivel argumental como jugable, al principio te puedes preguntar para qué sirve tener dos tipos de tamaños, pero conforme avanzas te das cuenta que es necesario, ya que podemos crear torres distintas para cada tipo de tamaño, y de nuevo, añadimos otro punto estratégico.
Las criaturas que capturas tienen más funciones que luchar, porque las necesitaremos a la hora de avanzar por nuestro escenarios, ya sea para derriba un muro de tierra, congelar un camino de fuego o hacer arder arbustos, al igual que pueden caminar a tu lado e incluso servirte de transporte hacia zonas con difícil acceso, la verdad, es que el juego se toma muy en serio la captura de mirages y lo convierte en un punto esencial para el título, es algo fresco y novedoso que no tiene nada que ver con ‘Pokémon’ y si lo tuviera, le da mil vueltas.
Terminando con la jugabilidad, hay que mencionar el Coliseo para enfrentarse a diversas criaturas mucho más poderosas y de otro lugar, que no quiero mencionar, que nos permitirá cumplir pequeñas misiones para conocer un poco más a los otros personajes del mundo FF al igual que poder obtener nuevas invocaciones, y de la invocación poco voy a decir, pero convertir a un personaje de la saga en una invocación no me convence del todo, preferiría recurrir a clásicos para invocarlos, pero bueno, no todo puede ser perfecto, aún así resulta curioso y las cinemáticas a la hora de las invocaciones son buenas.
Visualmente el juego tiene un 10, hacía tiempo que no veía escenarios tan bien diseñados, con una iluminación perfecta y una combinación de colores magistral, creo que es el punto más fuerte de ‘World of Final Fantasy’, cada lugar tiene la esencia de la franquicia, son escenarios mágicos que, acompañados de las bandas sonoras de los títulos de la saga, crean una atmósfera ideal y es uno de los factores por los que quieres seguir avanzando, cada lugar supera las expectativas con el anterior.
La estética resulta similar a la de ‘Kingdom Hearts’, además, las cinemáticas se intercalan con escenas anime, que bajo mi punto de vista no terminan de convencer, no es un ‘Tales of’, es un ‘Final Fantasy’, aunque toda innovación es de agradecer, pero en este caso no convence.
Durante las más de 10 horas de juego, no ha habido caídas de frames, es un juego muy estable, aunque gráficamente no ofrece todo lo que podría ofrecer, especialmente en su versión de PS Vita, que no ha salido muy bien parada con los dientes de sierra, pero en PS4 se ve bien y los maravillosos escenarios consiguen que dejes de fijarte en los gráficos y simplemente disfrutes del conjunto artístico.
Con respecto a la banda sonora, la mayoría son remezclas de temas clásicos de la saga como ‘Terra´s Theme’, que se añaden al conjunto visual creando un complejo audiovisual excelente.
En definitiva, tenemos un título de ‘Final Fantasy’ que no va a pasar desapercibido, especialmente entre los seguidores de la saga. Despierta una gran nostalgia, que los que no sigan la saga no podrán disfrutar, aunque no digo que no lo puedan pasar bien, pero está claro que Square Enix ha querido premiar con ‘World of Final Fantasy’ a los que siguen apoyando la franquicia y puede que haya creado una subsaga que acaba de empezar.
