Chapó. Este vocablo, que importamos desde Francia, lo utilizamos para expresar nuestra admiración por algo quitándonos un sombrero figurado y proviene de la antigua traidición de descubrirse la cabeza en señal de respeto tanto, ya sea ante personas a las que se le deba un respeto especial o al entrar a lugares en los que se requiere un cierto respeto. Aunque podamos estar un buen rato hablando sobre los últimos acontecimientos que han acaecido en esta serie, tal vez sea esta la mejor forma que hay para definir el rumbo que está tomando el manga de Nakaba Suzuki ‘The Seven Deadly Sins’.
En el tomo anterior, la historia, que estaba dividida en tres sub-tramas, quedó en un punto a cada cual más interesante. Por un lado, la lucha entre King y Helbram se acaba saldando con la sufrida victoria del Deadly Sin, quien finalmente acaba con la vida de su amigo y proceden a formar una alianza con el resto de Caballeros Sagrados para porteger la ciudad e ir a rescatar a Elizabeth, mientras que, por otro lado, Meliodas y Arthur prosiguen su enfrentamiento contra Hendriksen y Gilthunder. Tal es la intensidad del combate que Meliodas termina utilizando un poder que ya vimos en el Festival de la pelea de Byzel: su poder demoníaco.
Además de las dos batallas entre ambas facciones, el tomo anterior también nos mostró la motivación de Ban para ir a Liones, que no es otra que pedir a las Diosas a través del misterioso Cuerno de Cernunos (que permite a quien se dirija a él contactar con el mundo de las Diosas, quienes aparentemente aún no cuentan con el poder suficiente como para volver a materializarse en el mundo de los humanos), que le devuelvan la vida a Elaine. Las Diosas escuchan su petición y le indican que no habría ningún problema, pero que solo lo harán si él hace algo por ellas… Matar a Meliodas.
Con estos antecedentes, el undécimo tomo centra su atención en la llegada del sexto Deadly Sin, el Pecado de la Gula del Jabalí y en la batalla que enfrenta a Meliodas y Arthur contra Hendriksen y Gilthunder, a quienes se une eventualmente la maga Vivian, reconocida como la maga más poderosa de Liones. Estos enemigos colaborarán para intentar acabar con el capitán de los Seven Deadly Sins, lo que será especialmente duro para un Gilthunder que admiraba a Meliodas desde su más tierna infancia y de quien descubriremos aún más cosas sobre su pasado en este volumen.
Además, regresan a las páginas de esta serie muchos secundarios que apenas habían tenido peso hasta ahora como el rey Baltra, la princesa Margaret o un Slader que tiene mucha más relevancia en el manga que la que se le dio en la adaptación animada, así como el resto de los Dawn Roar. Mientras que en el anime simplemente aparecen para ayudar a acabar con los demonios, en el manga podemos observar con mayor claridad tanto el alcance de sus poderes, como su relación con el monarca y su devoción por el mismo.
En lo referente al guion, como ya adelantábamos al inicio, nos encontramos ante un tomo que lo incluye todo, desde humor hasta la acción más eléctrica que hemos visto hasta ahora, pasando por desarrollo de personajes y de la historia a partes iguales. Sin duda se puede apreciar la evolución de Suzuki desde que inició esta serie que, a pesar de ser su sexta publicación seriada, es indudablemente la más exitosa hasta la fecha y la más complicada, lo que la convierte en todo un reto para un autor que, al contrario de lo que suele ocurrir, nunca ha sido asistente de ningún autor y comenzó su carrera enviando obras a los concursos que organizan las editoriales.
A pesar de que podríamos encontrarnos ante un tedioso número de relleno para este arco largo, Suzuki simplifica las tramas dividiendo lo menos posible al equipo y creando tramas que todas giran en torno a una misma trama central, lo que hace mucho más sencillo el seguimiento de la historia y permite crear una cierta tensión por el momento en el que finalmente converjan y dé inicio la lucha final de este arco.
Por su parte, el dibujo en este volumen está a la altura del guion y nos transmite la tensión y los sentimientos de cada escena con tal claridad que pareciera que nos está narrando cada página a nuestro lado. Especialmente relevantes vuelven a ser todas las ilustraciones a doble página de las que se sirve en este volumen para ilustrar ciertas situaciones que marcan el desarrollo, no solo del tomo, sino del arco y de la propia serie en general, así como los flashbacks que nos muestran el pasado que comparten Gilthunder y Meliodas, en la época en la que Meliodas aún no era el fugitivo más buscado en el reino de Liones.
El undécimo tomo de ‘The Seven Deadly Sins’ nos llega de manos de Norma Editorial, en una edición en rústica con sobrecubiertas a un precio de 8€ por sus 192 páginas. Incluye el capítulo extra ‘Un momento eterno’, centrado en Ban y Elaine, a quien apenas hemos visto desde su debut en el tomo 3.
Nakaba Suzuki es un dibujante de manga japonés nacido en la ciudad de Sukugawa (Japón) en 1977. En 1994 publicó su primer manga, ‘Revenge’, y a partir de 1998 comenzó a trabajar para diferentes revistas de temática shōnen de Japón. En primer lugar publicó ‘Rising Impact’ para la famosa Weekly Shōnen Jump, entre 1998 y 2002. Una vez acabada la serie, continuó con ‘Ultra Red’ un año más en la propia revista. El poco éxito de este último manga le acabó llevando a la revista Ultra Jump, donde dibujó ‘Boku to Kimi no Aida Ni’ a la vez que hacía, para Shōnen Sunday, ‘Blizzard Axel’. En esta última continuó publicando ‘Kongō Banchō’ hasta 2010. Dos años más tarde, comenzó con el que sería su manga de más éxito hasta la actualidad, ‘Nanatsu No Taizai’ (en España ‘The Seven Deadly Sins’) para Weekly Shōnen Magazine.
[note]‘THE SEVEN DEADLY SINS’ #11
Autores: Nakaba Suzuki
Colección: CÓMIC MANGA
Serie: THE SEVEN DEADLY SINS
Formato: Rústica con sobrecubierta
Tamaño: 11,5 x 17,5
Páginas: 192 B/N
ISBN: 978-84-679-2392-6
PVP: 8,00 €
¡APARECE EL SEXTO DEADLY SIN, EL JABALÍ, EL PECADO DE LA GULA!
¡Hendriksen contra los Seven Deadly Sins, Meliodas contra Gilthunder, King contra Helbram y, luego, Meliodas contra Ban! No se divisa un fin para la tristeza ni un vencedor en la lucha encarnizada. ¡Y entonces aparece el sexto Deadly Sin, que debería resolverlo todo![/note]