Godzilla (conocido como Gojira en su país de origen) es un monstruo de ficción creado por los japoneses que, desde que aterrizó en la gran pantalla nipona en el año 1954, ha cautivado a los seguidores de las aventuras de los monstruos gigantescos. Ya se trate de una película en solitario o de un filme en el que combata contra otra aterradora criatura, Godzilla no ha perdido el favor de los fans y, sesenta y tres años después de su origen, se encuentra tan en forma como el primer día. Su altura y su peso son variables, dependiendo de qué compañía se encuentre detrás del filme. No obstante, en nuestra cultura, conocemos más al monstruo por sus películas de origen no asiático: ‘Godzilla‘ (1998) y ‘Godzilla‘ (2014), de la que se espera una secuela.
Sin embargo, en este caso, el largometraje a analizar si pertenece al mercado nipón. Estrenada el año pasado en Japón, la película, que contó con su oportunidad en el Festival de Sitges, esta siendo retransmitida en algunos cines seleccionados de nuestro país, junto a otras que también pudieron disfrutarse en dicho certamen. El filme en cuestión se titula ‘Shin Godzilla‘, que podría traducirse como ‘Godzilla resurge‘.
La película, de dos horas de duración, está dirigida por Hideaki Anno y Shinji Higuchi, mientras que en su reparto contamos con Hiroki Hasegawa (como Rando Yaguchi), Satomi Ishihara (en el papel de Kayoko Ann Patterson) y Yutaka Takenouchi (que encarna a Hideki Akasaka).
El largometraje nos narra la llegada de Godzilla a Japón, donde se dedica a arrasar todo lo que se cruza en su camino. Después de que los nipones intenten detenerlo con nulo éxito, los Estados Unidos deciden ofrecer su colaboración, ya que poseen información acerca del monstruo, cuyo descomunal tamaño se debe a la ingesta de residuos radiactivos. El nuevo ataque solo sirve para que Godzilla dé rienda suelta a nuevas habilidades (como un aliento flamígero y la expulsión de rayos de fotones por sus escamas y su cola). Finalmente, el monstruo es considerado como una amenaza a nivel global, lo que lleva a la decisión de exterminarlo, aunque para ello haya que soltar una bomba nuclear en medio de Tokio. Los japoneses cuentan con un tiempo límite para encontrar otra solución antes de que se inicie el ataque.
Este Godzilla no tiene tanta profundidad interna como el de la versión de 1998. No obstante, el vertido de residuos radiactivos responsables del origen de la criatura sigue siendo responsabilidad del hombre, por lo que se mantiene intacto el mensaje de que, cuando humanidad comete errores, siempre pagan el precio los que menos culpa tienen.
Un dato curioso que podemos destacar es el nombre del monstruo, ya que todos lo conocemos como Godzilla pero, por norma general, no nos paramos a indagar el por qué de las denominaciones con las que estas criaturas son bautizadas. En el caso concreto de esta película, nos aclaran que el nombre se puede traducir como ‘Encarnación de Dios‘. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
También resulta digno de mención cómo cambian los poderes del monstruo dependiendo de cada versión: mientras que en algunos casos se limita a causar estragos debido a su descomunal tamaño, en otros nos ha demostrado su habilidad de escupir fuego o hasta su capacidad para disparar rayos por sus escamas y su cola, como ya hemos citado anteriormente. En cualquier caso, Godzilla, que aquí llega a contar con una altura de 118,5 metros, siempre ha dejado demostrado que es alguien a quien no conviene tener como adversario.
En la parte negativa del filme podemos destacar el aspecto original del monstruo, ya que, si bien va mejorando a medida que evoluciona, sus primeras apariciones dejan bastante que desear. Contemplar a una criatura de aspecto algo ridículo destrozar los rascacielos de Tokio nos hace pensar en una vieja película de serie B, aunque, como acabo de comentar, eso va mejorando a medida que avanza el largometraje. Por otra parte, también podemos destacar el hecho de que la película ha sido traída a nuestro país en versión original subtitulada, lo que puede llegar a resultar algo estresante si te ponen el diálogo y la presentaciones de los personajes y los lugares a la vez, ya que solo suele darte tiempo a leer una de las dos cosas.
El final del filme deja claro que se encuentra abierta la posibilidad de rodar una secuela, lo cual parece factible, ya que la recepción nipona del largometraje ha sido bastante favorable.
Si eres seguidor de las películas asiáticas de monstruos o, simplemente, fan de Godzilla y no te echa atrás el hecho de que el filme sea emitido en versión original, sin duda debes darle una oportunidad a este largometraje, mientras esperamos que se lleve a cabo la citada secuela de la película de 2014, la cual llegará a nuestras carteleras en 2019, como anticipo del encuentro con King Kong, que se espera para 2020.
[note] Godzilla, fuerza destructiva insondable para el hombre, resucita en el Tokio de hoy en día para acosar de nuevo a la civilización. Un país aún atormentado por las secuelas de un desastre natural, experimenta de repente el horror catastrófico de Godzilla. Apremiado por la muerte y la desesperación, Japón deberá encontrar el poder para superar este desafío. Primera película de Godzilla realizada en Japón desde ‘Godzilla: Final Wars‘ (2004) de Ryuhei Kitamura, dirigida por Hideaki Anno (‘Evangelion’) y Shinji Higuchi (‘Attack on Titan’). [/note]