Si hay algo que los guionistas de cómics deben tener en abundancia es imaginación. No obstante, esto no implica que algunos de los personajes más icónicos no puedan tener su origen en una influencia externa. Un buen ejemplo de esto lo tenemos en Thor, conocido mundialmente por ser el dios del trueno de la mitología nórdica.
Cuando Stan Lee, Larry Lieber y Jack Kirby decidieron trasladar al personaje a las viñetas, en ‘Journey into mistery‘ nº 83 (1962), no se olvidaron de situar su residencia en Asgard, ni de traer junto a él a su padre Odín, su madre Frigga y su hermanastro Loki, así como al resto de las famosas deidades nórdicas. Con su 1,98 metros de altura, sus 290 kilos de peso, su rubia cabellera y sus ojos azules, las aventuras en cómic del dios del trueno, siempre armado con el poderoso Mjolnir, han cautivado en todo el mundo a público de todas las edades y de ambos sexos (incluso tras haberse convertido en mujer), tanto en sus aventuras en solitario como en sus hazañas como miembro de los Vengadores.
Aunque Eric Allan Kramer fue el primer actor en enfundarse el traje del dios del trueno de Marvel, en ‘El regreso del increíble Hulk‘ (1988), la película que analiza este artículo sitúa a Chris Hemsworth como el auténtico hijo de Odín de la Casa de las Ideas. Como todo fan de la web debe saber, el filme al que hace referencia este párrafo no es otro que ‘Thor‘ (2011).
La película, de casi dos horas de duración, está dirigida por Kenneth Branagh. Junto al ya citado Chris Hemsworth, podemos destacar a Natalie Portman (como Jane Foster), Tom Hiddleston (en el papel de Loki), Anthony Hopkins (que interpreta a Odín), Stellan Skarsgárd (que da vida a Erik Selvig), Kat Dennings (que se mete en la piel de Darcy Lewis), Clark Gregg (como Phil Coulson), Colm Feore (en el papel del rey Laufey), Idris Elba (que interpreta a Heimdall), Ray Stevenson (que da vida a Volstagg), Tadanobu Asano (que se mete en la piel de Hogun), Joshua Dallas (como Fandral), Jaimie Alexander (en el papel de Sif) y Rene Russo (que interpreta a Frigga). También es justo mencionar las participaciones de Dakota Goyo y Teo Allpress (como los jovenes Thor y Loki, respectivamente), Jeremy Renner (en el papel de Clint Barton, más conocido por los fans como Ojo de Halcón) y Samuel L. Jackson (que interpreta a Nick Furia). Por supuesto, tampoco nos podemos olvidarnos de mencionar el cameo de Stan Lee, que aquí hace las veces de conductor de un camión.
Pocos minutos después del inicio del filme, el espectador es puesto en antecedentes por medio de este párrafo, de labios del propio Odín:
Tiempo atrás, los humanos aceptaron una sencilla verdad: que no estaban solo en este universo. En algunos mundos creía el hombre que habitaban sus dioses. A otros sabía que debía temerlos. Desde un reino de frío y tinieblas llegaron los Gigantes de Hielo amenazando con sumir el mundo de los mortales en una nueva glaciación. Pero la humanidad no afrontaba sola esta amenaza. Nuestros ejércitos hicieron retroceder a los Gigantes hacia el corazón de su propio mundo. El coste fue grande. Al final, su rey cayó y se les arrebató la fuente de su poder. Tras el fin de la última gran guerra, nos retiramos de los otros mundos y regresamos a nuestro reino eterno: Asgard. Aquí permanecemos como un faro de esperanza que arroja su luz hacia el firmamento. Y, aunque hemos acabado convertidos en mitos y leyendas del hombre, fueron Asgard y sus guerreros los que trajeron la paz al universo.
El día del nombramiento de Thor como rey de los dioses, los Gigantes de Hielo del rey Laufey atacan Asgard. Dispuesto a vengar la afrenta, el hijo de Odín, acompañado por Loki, Volstagg, Hogun y Sif, irrumpe en el mundo de Jötunheim (hogar de los invasores) y lo arrasa. Como castigo por su arrebato, su padre decide desproveerlo de su poder y enviarlo a la Tierra, para darle una lección de humildad. Allí conoce a la joven Jane Foster, quien lo atropella de manera involuntaria, a Darcy Lewis y al doctor Erik Selvig, a los que decide pedir ayuda para regresar a Asgard. Por su parte, Loki, autentico responsable de todo lo sucedido, consigue hacerse con el trono de Odín y autoproclamarse como rey de los dioses. Thor debe lograr regresar a su reino para poner las cosas en su sitio.
Aquel que sostenga este martillo, si es digno de él, poseerá el poder de Thor.
Aparte de este famoso encantamiento del martillo Mjolnir, que todo fan del personaje conoce de sobra, la película también cuenta con otros numerosos guiños a los seguidores de Marvel, como las referencias a Bruce Banner (de forma bastante indirecta) y a Tony Stark (los dos únicos miembros de los Vengadores que ya habían saltado a la gran pantalla como parte del Universo Cinematográfico de Marvel). También conviene destacar la mención hecha a Donald Blake, ya que, mientras se trata de una de las identidades civiles de Thor en los cómics, aquí se convierte en el nombre de un supuesto antiguo novio de Jane Foster.
Como viene siendo costumbre en casi todas las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, el filme cuenta con una escena posterior a los títulos de crédito finales, en la que Erik Selvig, Nick Furia y Loki preparan a los espectadores para el estreno en la gran pantalla de ‘Los Vengadores‘ (2012).
Pese a tomarse algunas libertades argumentales, suprimir el personaje de Balder y cambiarle el color de piel a Heimdall, la película es una muy correcta adaptación de las aventuras del dios del trueno, salpicada con simpáticos toques de humor, que debería hacer las delicias de todos los fans de la versión marvelita del hijo de Odín.
Además de en las ya mencionadas ‘Thor‘ y ‘Los Vengadores‘, Chris Hemsworth ha repetido el papel del hijo del dios del trueno hasta en tres ocasiones más: ‘Thor: El mundo oscuro‘ (2013), ‘Vengadores: La era de Ultrón‘ (2015) y ‘Doctor Strange‘ (2016). Se espera que este mismo año finalice su carrera como hijo de Odín en su tercera película con título solitario: ‘Thor: Ragnarok‘, donde estará acompañado por Hulk y el Doctor Strange, lo que servirá para dar impulso a las sagas de estos dos héroes. Pero puede que nada de esto hubiera sucedido si Chris Hemsworth no hubiera convencido al público en 2011.