En abril del pasado año llegaba a las tiendas de cómics de nuestro país el primer volumen de ‘Providence’, una de las últimas series del que posiblemente sea el guionista más reconocido de todos los tiempos, el señor Alan Moore. Con los cuatro números contenidos en esa primera entrega publicada por Panini Comics se asentaban las bases de la serie, que nos presenta la historia de Robert Black, un periodista del New York Herald con ínfulas de escritor serio que comienza una investigación en busca de la auténtica historia que rodea toda la mitología concerniente a un antiguo libro titulado ‘Sous le Monde’ (cuya traducción del francés sería “Bajo el Mundo”), una obra similar a ‘El Rey Amarillo’ de Robert W. Chambers que supuestamente enloquece a aquellos que la leen, a la vez que prepara un libro sobre las creencias esotéricas de Nueva Inglaterra. La trama, llena de guiños, homenajes y referencias nada disimuladas a la obra del escritor H.P. Lovecraft (el propio Robert Black recuerda mucho a uno de los personajes más icónicos de la obra de este escritor, Robert Blake) se introducía de forma sutil en el género del terror a medida que la historia avanzaba. Ahora por fin tenemos aquí su continuación, ‘Providence 2: El abismo del tiempo’.
En este segundo tomo la acción comienza con la llegada de nuestro nada intrépido y muy despistado protagonista a la universidad de Saint Anselm en Manchester. Como no podría ser de otro modo, la construcción de la universidad es el producto de una oscura historia que implica la caída de un meteorito de extrañas propiedades que más adelante sabremos que ha causado la muerte de muchas de las personas que entraron en contacto con él o con su entorno. Esa sociedad que parece estar detrás de todos los misterios que investiga el señor Black, Stella Sapiente, se hizo en su momento con el meteorito y puso los fondos necesarios para la creación de la universidad.
Allí el joven escritor se encontrará, como viene siendo habitual, con todo tipo de personajes de lo más dispar y con unas situaciones realmente terroríficas que te pondrán los pelos de punta, aunque Black siempre es capaz de encontrar una explicación racional para todo aquello que tiene una naturaleza maligna y malsana de forma evidente para el lector. “Ha sido un sueño”, “es fruto del cansancio” o “me lo habré imaginado” son los típicos razonamientos con los que nuestro protagonista consigue mantener la cordura a lo largo de sus experiencias de naturaleza sobrenatural. Sin embargo, en esta ocasión la historia va aumentando su atrevimiento y restando sutilidad a lo que habíamos visto a lo largo del primer volumen, siendo cada vez más evidente para Black que tal vez no todo pueda ser explicado por la ciencia conocida.
Al igual que ocurría con el primer volumen, al final de cada número contenido en este tomo encontramos unas cuantas páginas extraídas del diario de Black en las que nos cuenta de su puño y letra lo ocurrido en el capítulo. Esto, que a priori para ciertos lectores podría resultar un tanto tedioso, añade un punto muy interesante a la narración y bajo ninguna circunstancia debe ser evitado por redundante. El diario está escrito con gran maestría y a pesar de cortar un poco el ritmo de lectura consigue enganchar muy bien al lector con su prosa. Se trata de un complemento necesario de este proyecto, tan interesante que contra todo pronóstico se acaba haciendo corto. Pero eso es algo que podría aplicarse al cómic en su conjunto, y es que una idea que en manos de otro escritor podría ser un refrito de situaciones conocidas aquí se consolida como un trabajo extremadamente adictivo y ameno. Pocos guionistas podrían hacerse cargo con éxito de un proyecto tan ambicioso como este, y menos con una aproximación tan curiosa como la que emplea Moore.
Por su parte, el señor Jacen Burrows continúa en la misma línea que el tomo anterior, realizando así el que posiblemente sea uno de los mejores trabajos de su carrera. Su línea clara en la que destaca sobre todo la caracterización de los personajes es precisamente lo que un guion como este necesita para crear esa sensación malsana que incomoda constantemente al lector incluso en los momentos en los que no se supone que deba hacerlo. De nuevo, utiliza recursos tan efectivos y acertados como el de situar al lector en el punto de vista de uno de los personajes, sumergiendo así a este en la historia. Resulta todo un placer disfrutar de las viñetas de este dibujante en las cuales en muchas ocasiones recae todo el peso de la narración.
El final de la serie ‘Providence’ con su número #12 está previsto que aparezca en el mercado estadounidense en el próximo mes de marzo. Es de suponer que desde entonces aún habrá que esperar un tiempo para que el tercer tomo recopilatorio que se publique en nuestro país conteniendo los últimos cuatro números de la serie se ponga a la venta, tiempo que yo pasaré contando los días. El señor Moore está ahora ocupado con la serie ‘Cinema Purgatorio’ (de próxima publicación en nuestro país, también de la mano de Panini Comics), pero quizás con suerte en un futuro no muy lejano le veamos retomar de nuevo las historias ambientadas en los mundos de Lovecraft en una continuación de ‘Providence’ o en otro proyecto similar, algo que los fanáticos de este escritor muerto ya hace ochenta años deberían celebrar.
En definitiva, estamos ante una obra muy apropiada para todos aquellos que conozcan al dedillo los cuentos de H.P. Lovecraft, que no podrán evitar sacar una sonrisa de vez en cuando, en cada ocasión en la que el guionista les hace un guiño velado. Sin embargo, al igual que ocurría con el volumen anterior, esto no hace a la historia inaccesible para el resto del mundo, a pesar de que quizás sea inevitable tener la sensación de que nos estamos perdiendo algo si no hemos leído los cuentos del creador de los ‘Mitos de Cthulhu’ en alguna ocasión.
El tomo ‘Providence 2: El abismo del tiempo’ publicado por Panini Cómics se presenta en formato libro de tapa dura. El tomo contiene 184 páginas a color e incluye los números del #5 al #8 de la edición americana de la serie ‘Providence’, además de las portadas originales de los números individuales, así como una galería de portadas alternativas. La traducción corre a cargo de Raúl Sastre, el precio de venta recomendado es de 18,95 € y se puso a la venta en octubre de 2016.
Alan Moore
Nacido en Northampton (Reino Unido) en 1953, está considerado por muchos el mejor guionista de cómics de la historia. Debutó en su país natal con seriales para 2000 AD y Warrior que llamaron la atención de Len Wein, editor de DC, que le ofreció cruzar el charco. Así, a principios de los años 80, creó hitos como ‘La Cosa del Pantano’, ‘Watchmen’, ‘V de vendetta’ o las historias incluidas en ‘El Universo DC de Alan Moore’. También es el artífice de America’s Best Comics, de donde salieron obras tan destacadas como ‘Top 10’, ‘Promethea’ o ‘La Liga de los Caballeros Extraordinarios’.
Jacen Burrows
Se trata de un dibujante de cómic americano conocido sobre todo por su trabajo para la editorial Avatar Press. Burrows se graduó en la Escuela de Savannah de Arte y Diseño en 1996, tras lo cual comenzó a trabajar para Caliber Press y London Night Studios. Una vez comenzó a trabajar en Avatar Press unió su nombre al de grandes guionistas del cómic como Alan Moore, Warren Ellis o Garth Ennis. Entre sus influencias, Burrows menciona el trabajo de Matt Wagner, Tim Truman, Alfred Hitchcock y David Lynch. Además del cómic, Burrows ha trabajado en la ilustración de videojuegos y de juegos de rol en productos como ‘Grand Theft Auto: Vice City’ para Rockstar Games y ‘Dungeons & Dragons’ para TSR. Entre sus obras más destacadas encontramos títulos como ‘The Courtyard’, ‘Dark Blue’, ‘Scars’, ‘303’, ‘Dark Blue’, ‘Bad World’, ‘Transmetropolitan: Filth of the City’, ‘Ultimate Spider-Man’, ‘Alan Moore’s Magic Words’, ‘Alan Moore’s Yuggoth Cultures and Other Growths’, ‘Chronicles of Wormwood’, ‘Crossed’, ‘Neonomicon’ y ‘Providence’.
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‘Providence 2: El abismo del tiempo’
Una nueva entrega de la reinterpretación del mundo de Lovecraft llevada a cabo por Alan Moore.
El joven periodista Robert Black ha emprendido un ambicioso proyecto: escribir un libro que explore el lado oscuro de Estados Unidos.
Ese trabajo abrirá un abismo de horror cósmico que cambiará su vida para siempre.
Guion: Alan Moore
Dibujo: Jacen Burrows y Juan Rodríguez
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