Para bien o para mal, en la época en la que vivimos, la tecnología es una pieza clave en la rutina diaria de todas las personas, hasta el punto de llegar a encontrarnos desubicados cuando nos falla alguno de estos avances. No es de extrañar por tanto que, en el mundo de la ciencia ficción, esta situación se vea desarrollada en su máxima potencia, ya se trate de las páginas de un libro o cómic o de medios audiovisuales como las película o series de televisión.
Entre 1989 y 1990, de la mano de Masamune Shirow, vio la luz la publicación ‘Ghost in the shell‘, historia manga ambientada en el siglo actual, protagonizada por la Mayor Motoko Kusanagi, una agente cibernética que trabaja a las órdenes de Sección Policial de Seguridad Pública 9.
El éxito del manga propició la aparición de dos volúmenes más (‘Ghost in the shell 2: Man/Machine Interface‘, en 2001, y ‘Ghost in the shell 1.5: Human-Error Processor‘, en 2012). También se llevaron a cabo un par películas animadas (‘Mamoru Oshii: Ghost in the Shell‘, en 1995, y ‘Ghost in the shell 2: Innocence‘, en 2004), además de una serie de televisión con dos temporadas (‘Ghost in the shell: Stand Alone Complex‘ y ‘Ghost in the shell: S.A.C. 2nd GIG‘). A partir de dicha series se hicieron dos OVAs que resumen cada una de las temporadas y una película derivada, bajo el título de ‘Ghost in the shell: S.A.C. Solid State Society‘ (2006). Los proyectos llevados a cabo con posterioridad no partieron del material original sino de una nueva versión ideada por Junichi Fujisaku.
Sin embargo, en este artículo nos dedicaremos a analizar la película que se encuentra actualmente en cartelera, conocida como: ‘Ghost in the shell: El alma de la máquina‘.
Bajo la dirección de Rupert Sanders, el largometraje, que cuenta con 106 minutos de duración, está protagonizada por Scarlett Johansson (como Mayor), Pilou Asbaek (en el papel de Batou), Takeshi Kitano (que da vida a Daisuke Aramaki), Juliette Binoche (que interpreta a la doctora Ouelet), Michael Pitt (que se mete en la piel de Kuze), Chin Han (que hace de Togusa), Lasarus Ratuere (como Ishikawa) y Yutaka Izumihara (en el papel de Saito).
En el futuro, la línea entre hombre y máquina está desapareciendo. Los avances tecnológicos le permiten al ser humano mejorarse con partes cibernéticas. Hanka Robotics, financiada por el gobierno, está desarrollando un operativo militar que borrará aún más la línea. El trasplante del cerebro en un cuerpo sintético combinará los mejores aspectos de lo humano y lo robótico.
Este párrafo introductorio da paso al film, en el que podemos ver como una joven, que supuestamente ha fallecido en un atentado terrorista, es devuelta a la vida como un ciborg, lo que la convierte automáticamente en una agente de la ya mencionada empresa conocida como Hanka Robotics. Su trabajo es encontrar a gente similar a los que acabaron con su vida humana y eliminarlos. Sin embargo, todo se complica cuando capturar al terrorista Kuze se convierte en la prioridad principal de la ciborg, conocida como la Mayor Mira Killian. A medida que cumple con su deber, la agente se va dando cuenta de que casi todo lo que creía saber sobre su vida anterior es una mentira.
Al llevar a cabo una película protagonizada por robots, puedes caer con facilidad en el tópico de tirar por la vía fácil y centrar el argumento en una pelea apoteósica entre el héroe y el villano de turno. En ese caso, es posible consigas un filme palomitero que logre atraer a un gran número de aficionados a las salas del cine, pero la trama no dejará de ser poco original y nada sustancial.
Afortunadamente, el caso de ‘Ghost in the shell: El alma de la máquina‘ es bastante diferente. Por supuesto, hay peleas y un uso notable de los efectos especiales, pero es en su dimensión humana en lo que destaca esta película, en la que se nos demuestra que no se es más persona por nuestro aspecto exterior, ya que es el interior del alma de cada uno lo que cuenta al final.
Como dato curioso cabe destacar el caso de los personajes interpretados por Takeshi Kitano y Lasarus Ratuere, ya que los nombres Daisuke e Ishikawa coinciden con los de un par de protagonistas de otro conocido manga: ‘Lupin III’.
Dependiendo de la mentalidad con la que acudas a ver la película al cine, dentro de los parámetros que he explicado en los párrafos anteriores, saldrás satisfecho si te gustan las películas con algo de profundidad argumental, a la par que sencillas. Por otro lado, si tú única intención es ver peleas de ciborgs, aquí las encontrarás, pero no apreciarás en su medida la parte más importante del filme.
Pese a todo, quizás la película no cuente con la fuerza suficiente para sostener una franquicia, aunque casos más raros se han visto en el mundo del séptimo arte, así que parece que habrá que esperar para ver el resultado final de ‘Ghost in the shell: El alma de la máquina‘ en taquilla para poder dar una opinión más fiable.
[note] En un japón futurista la joven Motoko Kusanagi (Scarlett Johansson), también conocida como ‘the Major’ Mira Killian, es la líder de grupo operativo de élite, Sección 9, cuyo objetivo es luchar contra el ciberterrorismo y los crímenes tecnológicos. Al mando de esta unidad de operaciones encubiertas está Aramaki (Takeshi Kitano), y destaca Batou (Pilou Asbæk), un exmilitar considerado como uno de los agentes más salvajes del grupo. Pero, después de un peligrosa misión, el cuerpo de Kusanagi queda dañado, siendo sometida a una operación quirúrgica para trasplantar su cerebro en un cuerpo robótico. Este nuevo cuerpo artificial le permitirá ser capaz de realizar hazañas sobrehumanas especialmente requeridas para su trabajo… Basada en la aclamada saga homónima de ciencia ficción. [/note]