Hoy os quiero hablar del bueno de Dave Mckean, de una de sus obras más importantes y reconocidas, ‘Cages’. Supongo que muchos de vosotros lo conocéis. Su obra habla por él. Pero en caso de que sea la primera vez que lees este nombre, os pongo al día. Resulta que Dave McKean odia dibujar a Batman. Paradójicamente, encontró el aplauso masivo de crítica y público gracias a un cómic protagonizado por el Caballero Oscuro. Seguro que has leído ‘Arkham Asylum’, ¿Verdad? Pues McKean era ese tipo que convirtió a Batman en un borrón malhumorado.
Antes de eso, ya conocía cierto éxito. Los lectores de Neil Gaiman tendrán en el recuerdo el maravilloso trabajo que durante muchos años desarrolló nuestro artista de hoy con el despeinado escritor inglés. Por ejemplo, las portadas de The Sandman (esa clase de cómics que cambia la concepción popular del medio, ni más ni menos), o las ilustraciones de ‘Coraline’, un siniestro cuento infantil. El caso es que hace ya años que no colabora con Gaiman. E incluso sacaron adelante una película, ‘La máscara de Cristal’, una especie de segunda parte no reconocida de ‘Dentro del laberinto’. Por lo que puede uno leer entre líneas cuando se le pregunta al respecto, McKean ha puesto mucha tierra de por medio con Gaiman. Pero eso son suposiciones mías.
Hace 25 años, Dave McKean lanzó su canto de independencia, la obra que desmarcaba a esta mente inquieta del trabajo realizado con anterioridad. Un relato extraño, hipnótico, caótico y lleno de recovecos secretos difíciles de encontrar con una lectura superficial. ‘Cages’ vuelve a las tiendas, gracias a ECC. Lo cierto es que es un tomo precioso, monumental, de esos tan vistosos que tendrán presencia importante en cualquier biblioteca que se precie de serlo. Incluso aunque no lo leas. Pero sería una pena no dar un paseo por las páginas de ‘Cages’. Por los callejones casi desiertos, o las habitaciones mal iluminadas. Imperdonable que el volumen languidezca en la estantería sin conocer a los curiosos habitantes de este lugar en ninguna parte.
Aunque eso sí, Cages es una lectura exigente. No pone las cosas fáciles al lector, por la forma y el fondo. Lo curioso es que comienza con las cosas más simples del mundo: un gato y una piedra.
Con estos elementos, Dave Mckean construye una epopeya acerca de la capacidad creadora, de la imaginación, de las casualidades, del fabuloso poder de las historias. Reflexiona sobre el arte en todas sus formas, y presenta estas reflexiones a base de experimentación, de encuentros entre técnicas e intenciones dispares que dan buena muestra del inabarcable mundo plástico de Dave McKean. Porque referirse a este artista multidisciplinario como dibujante es reduccionista si se tiene en cuenta el universo visual que plasma sobre las páginas de esta obra irrepetible.
‘Cages’ es único. Es una historia de historias, que se mueve entre el realismo urbano algo decadente y el escapismo onírico. A veces es tan callejera como una novela negra, en otras ocasiones encuentra la forma de jugar con la realidad, a base de distorsiones, juegos, imaginaciones o sensaciones arrancadas de un sueño. Los personajes se tambalean por un mundo reconocible, pero extraño y excitante. ‘Cages’ es coherente en sus propios términos; las reglas las establece McKean, y los lectores somos invitados a un cuento multiforme y mutante, lleno de corazones solitarios, esperanzas rotas o mentes delirantes. A pesar de ese tono melancólico, no dudes que ‘Cages’ es una obra sobre un mundo que puede ser cruel, violento y vengativo, pero donde se puede mantener la cordura gracias a las cosas pequeñas.
Dave McKean mete en su pócima recuerdos de la tradición ancestral, cuando se contaban cuentos a la luz de las hogueras. A esa naturaleza añade ingredientes que sitúan a ‘Cages’ en la modernidad, rompedora y amable en igualdad de condiciones. Y es que las contradicciones y los contrastes son esenciales para entender esta mágica propuesta. Los claro oscuros, los tonos de gris, dan paso a explosiones de color llenas de significado y simbolismo. Los personajes se hacen uno con la página, se difuminan en el blanco o son engullidos por la negrura protagonista en las manos de este maestro del entintado.
El magistral uso de los silencios llena de quietud misteriosa las esquinas de los espacios, decorados perfectamente presentados y protagonistas de la historia como un personaje más. Los ventanales que sirven de escudo contra el mundo exterior, o las escaleras decrépitas que sirven como punto de encuentro, se adueñan de la historia como elemento indispensable para entender la propuesta del guionista y dibujante. Las sombras, el atrezo, los personajes imbuidos en esta oscuridad nocturna, nos traen a la memoria recuerdos del barroquismo siniestro de una vieja película expresionista. El fotorrealismo, el trucaje fotográfico, el collage, … Cada página es la demostración del inabarcable talento visual de un artista que trasciende las fronteras del cómic.
Pero las virtudes artísticas y de planificación se quedan en nada comparado con la cantidad de emociones y sensaciones que ofrece ‘Cages’. Nos metemos de lleno en la cotidianidad de personajes que nos parecen imposibles, pero entrañables. El efecto de la fabulosa narrativa de McKean envuelve al lector, armado del tono misterioso y callejero, pasado por el tamiz del sueño. El dibujo convencional se da la mano con el texto escrito, con las partituras, de la música que nunca escuchamos pero resuena en el corazón. ‘Cages’ se asoma a libros que nunca leeremos y canciones que jamás llegarán al estudio de grabación. Habla de dioses y personas con la misma crueldad, con la misma belleza, con la misma sencillez. ‘Cages’ se aferra a la calidez de un cuento susurrado antes de dormir, aunque sacando partido de todas las bondades de la narración gráfica.
‘Cages’ es, sobre todo, la honestidad, la capacidad de experimentación, el respeto por el lector y el amor por la capacidad de crear que refleja el alma del autor. Dave McKean se deja la piel en las páginas de ‘Cages’. Arroja al lector a un mundo que resuena en los ecos de todas las historias que nos han contado. Aunque es nuevo, no nos resulta desconocido. Es oscuro, siniestro, excesivamente silencioso. También es amable, esperanzador, pequeño e infinito al mismo tiempo. Es una historia sobre un gato y una piedra, sí, y sobre un tipo que es incapaz de terminar un retrato, y de un libro rabioso que enfadó a mucha gente. Trata sobre recetas voladoras, notas tocadas al azar. A veces parece una pesadilla, otras tiene hechuras de documental, y, según la página, vemos un ejemplo de realismo, o todo lo contrario, fantasía sin destilar.
Y es bonito. Un tomo preciosos, sí. Aunque es grande, impracticable, pesado, difícil de leer incluso. Pero ‘Cages’ no puede presentarse de otra forma. Además, todo eso da igual. Lo importante es que, puede, al final de leer ‘Cages’ seas un persona distinta. Esta obra puede conseguir eso.
‘Cages’ vuelve a las librerías gracias a ECC, que nos presenta esta fabulosa edición 25 aniversario. Tras muchos tiempo descatalogado, por fin podemos disfrutar de esta rompedora obra presentada como un elegante libro en cartoné. Cuenta con impresionantes 504 páginas en las que se incluyen como extras las distintas portadas de las diversas ediciones de ‘Cages’ y dibujos complementarios del Dave McKean sobre su propia obra. Además, el director de cine Terry Gillian se encarga del texto introductorio en esta nueva edición. El precio recomendado para hacerse con este imprescindible volumen es de 50 euros.
Dave McKean
McKean tiene detrás una larguísima carrera multidisciplinar que incluye el cómic, el cine, la ilustración o el diseño. Comenzó su carrera al lado de Neil Gaiman, y se ha encargado de ilustrar varios de los libros del autor. ‘Coraline’, ‘El libro del cementerio’ o ‘El día que cambié a mi padre por dos peces de colores’ son alguno de los títulos en los que ha colaborado con Gaiman. Además, realizó las impresionantes portadas de la célebre colección ‘The Sandman’.
Su relación con el cómic ha dejado a los lectores momentos tan impactantes como ‘Orquídea Negra‘ o la famosa novela gráfica ‘Batman: Arkham Asylum’, escrita por Grant Morrison.
Añadido a todo esto, su trabajo se ha visto traducido a diferentes medios, que van desde libros de recetas, a portadas de discos para artistas como Alice Cooper o Tori Amos, o proyectos multimedia en los que se mezclan la música y el arte visual.
[note]Tras ofrecer una sorprendente e irrepetible versión del Hombre Murciélago en Batman: Asilo Arkham, Dave McKean reflexionó sobre las creencias y la fantasía en la ambiciosa y personal Cages, multipremiada obra que recuperamos a través de una edición que conmemora su 25 aniversario, y que cuenta con una introducción a cargo del polifacético Terry Gilliam.
Sandman y sus proyectos derivados, Orquídea negra, Casos violentos, Asilo Arkham, Grandes Autores de Vertigo: Dave McKean, Hellblazer…Seguimos integrando en nuestro catálogo títulos firmados por uno de los artistas más influyentes en la historia moderna del noveno arte. Este mes ponemos al fin a vuestra disposición Cages, un monumental y largamente descatalogado trabajo en solitario, que fue galardonado con los premios Harvey, Pantera, Ignatz y Alph-Art. [/note]