‘Little Nightmares’ es un quiero y no puedo. Un soplo de aire fresco en mitad del desierto que no llega a rozar nuestra cara. El videojuego, desarrollado por Tarsier Studios y distribuido por Bandai Namco Entertainment para PlayStation 4, Xbox One y Windows PC, nos lleva a vivir una pesadilla en la piel de una niña llamada Six.
Six, que solo tiene nueve años, ha sido raptada de su casa y llevada a trabajar a un complejo subacuático conocido como The Maw, donde será testigo de la crueldad de sus capataces. En cierto momento, la pequeña tendrá opción de escapar y es ahí cuando el jugador toma los mandos del personaje. Pero claro, aunque yo os haya situado en contexto, en el inicio del juego no hay mención alguna de qué ha pasado, pese a que sea la sinopsis que el estudio ofrece. Ni unos textos, ni una presentación. Solo conocemos esto si hemos visto el tráiler.
Para el jugador Six está en una pesadilla. En un oscuro mundo, todo hay que decirlo, muy bien realizado. Ataviada con un chubasquero de color amarillo y portando solo un mechero, tendrá que recorrer los tétricos pasillos de los almacenes mientras se enfrenta a una serie de seres sacados de las peores pesadillas de la infancia.
El apartado gráfico es muy bueno. El sonido acompaña a la ambientación. El terrorífico entorno y los enemigos ofrecen una doble lectura con tintes de crítica social que hace recapacitar al jugador. Entonces, ¿dónde está el fallo? En su ejecución.
‘Little Nightmares’ es un juego de puzles que bien podría ser considerado una experiencia. Un jugador medio no tardará nada en resolver los rompecabezas, que se presentan de forma tan clara que harán del juego un simple “avanza a la siguiente zona”. Solo hay que ir hacia delante, sin que tengamos que pararnos a pensar qué hacer o que elección es la más acertada.
Si a la inexistente dificultad para un juego que se ha vendido como rompecabezas, se le suma que su duración es muy corta (no tardaremos más de 2 o 3 horas en pasárnoslo), tenemos un propuesta que aunque tiene un precio reducido, no compensa lo que vale.
Pero hay más. Para solucionar el tema de la duración, a los chicos de Tarsier Studios se les ocurrió meter numerosos momentos en los que prácticamente moriremos de forma más o menos obligada. Y al morir, tendremos que empezar desde el último punto de control, repitiendo de nuevo la escena. ¿A qué me refiero con momentos preparados para matarnos? Por ejemplo, vamos corriendo por un pasillo y en cierto momento de la pared sale una mano que nos atrapa y nos mata. No te dan opción de luchar contra ella o escapar. Sino que habrá que volver a empezar, solo que ahora ya sabemos dónde saldrá y por ello esperaremos a que aparezca y desaparezca para pasar.
Pero esto aún no es todo. El otro gran fallo es su jugabilidad. La perspectiva nos jugará malas pasadas a la hora de correr por una escalera o saltar, muriendo en el camino porque Six se haya caído.
Todos estos ingredientes hacen de ‘Little Nightmares’ un juego lineal, que aburrirá a los que buscaban entretenerse resolviendo puzles. La premisa inicial era muy buena, pero los fallos en su ejecución convierten la apuesta de Tarsier Studios en un juego prescindible.