En 2012 un francotirador de las Fuerzas Armadas Australianas logró superar el récord mundial del disparo más lejano con muerte confirmada. La distancia recorrida por la bala, que salió de un rifle Barret modelo M82A1, alcanzó los 2.815 metros, llegando a estar 6 segundos en el aire. El objetivo, un comandante talibán, ni siquiera llegó a escuchar el disparo. La proeza supera así a la del francotirador británico Craig Thompson, que ostentaba el récord desde 2009, cuando mató a una persona a 2.475 metros.
Los francotiradores se han convertido por méritos propios en uno de los tipos de soldado más carismáticos de la guerra. La necesidad de tener que estudiar las variaciones del entorno desde una posición elevada o el velar por sus compañeros de manera imperturbable a cientos de metros, han hecho que sean elegidos como protagonistas de numerosas historias de ficción. Libros, películas o videojuegos rinden homenaje a esta profesión que logra atraer a un alto volumen de personas. Por ello, el estudio CI Games, encargado de desarrollar juegos como Lords of the Fallen o la saga Sniper Ghost Warrior, vuelve a la carga con la tercera entrega de esta última: ‘Sniper Ghost Warrior 3’.
En esta ocasión el jugador se mete en la piel de Jonathan North, un francotirador estadounidense que tendrá que lidiar en el norte de Georgia con los señores de la guerra de la región. Pero todo no queda ahí, el marine tiene también una misión personal que irá realizando según avance en la historia.
Así, bajo una trama principal dividida en cuatro actos, Jon North se desenvuelve en un mapa creado en forma de mundo abierto, para bien y para mal. Los sandbox pecan muchas veces de mostrar un entorno gigantesco carente de vida. En el caso de ‘Sniper Ghost Warrior 3’ estamos ante un mapa mediano (según avanzamos los actos iremos a nuevos mapas), pero más allá de las misiones principales o secundarias, el mundo está muerto. No hay sensación de vida en él. Por ello, muchas veces elegiremos la opción de viaje rápido entre puntos porque ir en jeep o a pie no nos aportará nada.
Pese a esto, la propuesta de un mundo abierto frente a un uno lineal permite que los jugadores realicen las misiones de diferentes formas. Por ejemplo, llegamos a la zona en la que está nuestro objetivo, pero una vez allí, podemos darle caza desde distintos frentes. Cada opción, a la que se une el clima dinámico y el ciclo de día y noche, determinará la forma de llevar a cabo nuestro cometido. Una vez completada seremos recompensados, además de con dinero, con puntos de habilidad según nuestro estilo: francotirador, fantasma o guerrero.
Por otro lado, por el mapa se irán indicando puntos de interés, que pueden ser objetos coleccionables o eventos, como rescatar a un grupo de rehenes. A esto, además de las misiones secundarias, se le une otro tipo de tareas conocidas como cazarrecompensas, donde nos dan el nombre y la localización de un objetivo al que debemos asesinar.
Dejando a un lado el entorno, donde ‘Sniper Ghost Warrior 3’ sigue siendo el rey es en el realismo que trasmite. Podemos elegir entre numerosos rifles, así como armas secundarias y pistolas. A cada de ellas se le pueden modificar una serie de puntos, como el cargador, la mira, el silenciador o algún accesorio acoplado. Sumándole a esto los distintos tipos de balas y calibres que hay, así como los objetos que puede llevar el personaje encima, sin olvidarnos del dron, también personalizable.
Todas estas opciones hacen que en los enfrentamientos ‘Sniper Ghost Warrior 3’ lleve al jugador a experimentar lo que siente un francotirador. Cada tiro es diferente. Hay que controlar la velocidad y dirección del viento, así como la distancia del objetivo. Todo ello teniendo en cuenta que el silenciador se irá estropeando con el paso de las balas, por lo que en ocasiones habrá que pararse a arreglarlo en mitad del combate.
En cuanto a la historia en sí, los chicos de CI Games han intentando que sea más atrayente que la de las anteriores entregas, pero para los que no dominen inglés sus pequeños subtítulos, sumado a que en ocasiones hablan al inicio de la pantalla de carga, hará que se pierda el hilo. Por lo que sí, es mejor que las anteriores, pero no llega a atrapar al jugador, que se limitará a ir de un punto a otro a acabar con sus objetivos.
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Por último, aunque CI Games no es un estudio grande, no se le pueden pasar por alto los numerosos fallos que tiene el juego: la pantalla inicial de carga o entre mapas ronda los 2 minutos; en ocasiones el personaje se queda bloqueado, y en otras las balas atraviesan a los enemigos sin impactarles. Esto desmerece un juego con grandes posibilidades. Es más, no cuenta con modo multijugador de salida. Sus creadores ya han comunicado que están trabajando en su optimización y mejoras y que luego se centrarán en añadir un modo online. Pero por ahora, son promesas.
Los amantes de los juegos de francotiradores encontrarán en ‘Sniper Ghost Warrior 3’ una apuesta muy acertada, pero tendrán que ser pacientes si quieren disfrutar de un juego redondo.