El 35 Salón Internacional del Cómic de Barcelona trajo, como es habitual, a una gran de artistas de cómic como invitados al evento, entre ellos la gallega Emma Ríos. La Casa de El tuvo la oportunidad de charlar con la autora en una entrevista que podéis leer a continuación…
La Casa de EL: Esta pregunta es muy típica, pero realmente nos gustaría saber cómo empezaste en el mundo del cómic, cómo decidiste dedicarte a esto.
Emma Ríos: Bueno, yo empecé a leer cómic desde cría, porque mis padres tenían cómics en casa, prácticamente aprendí a leer con ellos. Y ya desde entonces creo que los empecé a hacer, porque me molaba. La cuestión es que quise hacer Bellas Artes y tampoco hubo posibilidad, y al final acabé haciendo Arquitectura. Nunca pensé que hacer cómics pudiera ser una profesión real, aunque yo seguía haciendo cómics.
LCDE: En esa época ya habías empezado con fanzines, ¿no?
ER: Uy sí, si con 15 años ya estaba dibujando cómic en casa, para mí, y en los fanzines empecé con 18 años. Fui conociendo gente, a colaborar con una asociación y después ya empecé a autoeditarme. Había varios eventos en Galicia que también promocionaban eso, como Viñetas desde el Atlántico o las Jornadas de Cómic que había en Orense, que eran muy importantes, y ahí nos juntábamos gente de toda Galicia. Pero no me dedicaba todavía profesionalmente, yo acabé la carrera y trabajé como arquitecta, aunque seguía haciendo mis cómics y tenía material en internet… era la época de Blogger y Flickr y todo esto. Y realmente fue Warren Ellis.
LCDE: ¿Warren Ellis?
ER: Sí, yo seguía su página fielmente y le mandé una solicitud de amistad en Flickr para seguirle. Y parece ser que ese día él tenía tiempo, entró en mi página y me hizo un post, y gracias a eso mi trabajó salió más a la luz. El tío puso algo así como “no tengo ni idea de quién es Emma Ríos, pero he entrado en su página y su trabajo me parece una pasada“. Era una época en la que Ellis también promocionaba mucho a nuevos autores. Creo que parte de mi actitud editando Island está muy marcada por esto, a mí me ha ayudado mucha gente, así que siempre que puedo promociono a nuevos autores. Yo sigo creyendo en los fanzines y la autoedición. En Coruña tenemos también la iniciativa del Autobán, que es algo parecido al Graf pero a nivel local nuestro, puede venir cualquiera, es un pequeño festival de cómic independiente con dos ediciones al año. Ahí participo siempre que puedo y se habla de cosas que quizás se deberían hablar en sitios más mayoritarios. Por ejemplo, la charla que hicimos ayer en Gigamesh es un ejemplo de estas cosas [hace referencia a la charla “Perspectiva de género en el cómic contemporáneo”, con Natacha Bustos, Muntsa Vicente, Clara Soriano, Ana Belén Rivero, Núria Tamarit, Xulia Vicente, Marina Vidal y la propia Emma, que podéis ver en este enlace]. Yo me sentí muy bien, súper arropada, había un montón de gente y fue algo bastante especial, un evento que organizas tú y es algo limpio, nadie te está utilizando.
LCDE: Esa es una de las cosas que quería preguntarte. Hablas de un evento que sientes que está bien, que lo estás haciendo como quieres y sin que nadie te esté utilizando. ¿No crees que se está haciendo a veces mercantilismo del propio tema del feminismo, cuando se intenta hacer quizás una única charla muy señalada en el marco de un evento que por lo demás no apuesta por el tema? No hablo del Salón, sino de cualquier evento.
ER: Claro. Es que eso… nosotras vivimos en una dualidad constante en la que nunca sabemos si realmente nos están utilizando desde un punto de vista casi de zoológico, en plan “vamos a traer unas mujeres a ver cómo interactúan con el cómic, a ver cómo interactúan entre ellas, qué tipo de reacciones tienen y cómo podemos distinguirlas de lo que hacen los hombres”. Y hay que distinguir eso de cuando realmente sí que quieren oír tu voz y que se vea representada esa diversidad. No se sabe, es una situación bastante complicada. Además, hay muchas mujeres en el mundo del cómic, pero la gente finge que esto no existe. Y es lo que nos pasa ahora, es como “no hay mujeres haciendo cómic” o “hay muy pocas”, o “dentro de las autoras tú eres la más guay”, que es casi peor, poner un techo o hacer un gueto. Pero que también tengo la sensación de que esto pasa en todas partes y en ámbitos que no son el cómic.
LCDE: ¿Escuchaste el discurso de Conxita Herrero en la entrega de premios ayer?
ER: Sé lo que pasó pero no la vi, no sé exactamente lo que dijo. Sí que estoy contenta con que este año haya habido bastante movida con ese tema, por ejemplo en lo que respecta a las nominaciones de Angulema. Hay un problema muy grave con el tema de las votaciones y los premios de los salones, y es que la mayoría de las voces que cuentan son las mismas. Y al final siempre están los mismos autores que son colegas, y parece que no hay una preocupación de leer otras cosas que no sean lo que tienes al lado. Y no es difícil encontrar autoras, recientemente hemos sacado un listado con 100 obras y nos hemos dejado un montón fuera. Esas obras están ahí, pero claro, a lo mejor las tienes que buscar y las tienes que coger conscientemente, a lo mejor es que te estás perdiendo algo. Creo que ya no como lector, sino como persona debes tener cierta inquietud por entender otras cosas. A mí me interesa leer tanto a mis colegas como a gente que no es como yo.
Siendo más concreta, creo que para hacer unos premios serios debe haber un jurado capacitado para hacer una preselección, que haya un comité que seleccione las obras, y luego que haya votaciones y que la gente se pronuncie. Pero me parece necesario que haya algo más de profesionalización.
LCDE: Hablando ahora de los últimos trabajos que has hecho, imagino que hubo un gran cambio cuando te fuiste de Marvel y decidiste hacer otro tipo de trabajo. ¿Necesitabas buscar algo diferente?
ER: Teniendo en cuenta que yo vengo de los fanzines y de hacerlo yo todo, tenía por así decirlo una ansiedad autoral. También porque siempre me ha gustado escribir y tenía ganas de hacer mis propias cosas y mis propias historias. Y bueno cuando me fui de Marvel… también es que yo no sabía que me estaba yendo de Marvel (risas). Pensé, bueno, voy a hacer con Kelly Sue [DeConnick] esto, que nos va a dar una imagen como más “cool” y tal, y luego ya vuelvo porque no creo que la cosa vaya a funcionar. Y bueno, me llevé una sorpresa, o mejor dicho varias. Una fue que alguna gente de Marvel reaccionó regular y yo no pensaba que fuese a ser así, en ese momento me asusté y pensé que quizás la había fastidiado, que ‘Pretty Deadly‘ no funcionaría muy bien porque no nos conocía nadie… La otra sorpresa fue que al final salió genial y me permitió quedarme ahí.
Esto me dio suficiente estabilidad económica para no tener que volver al trabajo de encargo, vi que podía quedarme trabajando en Image y la sensación fue de “¡Puedo hacer lo que quiera!”. Al mismo tiempo esa sensación me metió un poco de presión al pensar “tía, estás donde querías estar… ahora dale caña, es tu oportunidad”. Me costó también decidirme a escribir en inglés, como por ejemplo ‘I.D.‘. Pero está muy bien realmente, luego cuando lo trae Astiberri lo reescribo todo, no hago realmente una traducción, sino que lo reescribo más como escritora que como traductora.
LCDE: ‘I.D.’ es un cómic bastante novedoso y experimental tanto gráficamente como en el contenido. Planteas el tema de la transexualidad pero de forma muy natural, como una parte más de la historia.
ER: El cómic habla bastante claro sobre cambiar de cuerpo y me parecía que al hacer ese planteamiento era inevitable y que sería interesante hablar de ello. El tema es que yo no soy una persona a la que le guste dar discursos ni ser categórica con mis opiniones, simplemente puedo decir cómo me siento. Así que con mis cómics igual, no voy a decirle a la gente lo que tiene que pensar de ni a darle una moraleja. Ni siquiera soy de usar voz en off porque no me gusta que haya un elemento de omnisciencia ni nada. Así que mi voz como escritora es ponerme igual que el lector, siendo espectadores de lo que está ocurriendo. Noa aquí es un personaje más y no quería remarcar nada, es algo totalmente natural. La idea es que el cómic te haga ponerte en el lugar de ellos.
LCDE: ¿Y el color? ¿Por qué es así?
ER: En primer lugar, porque me apetecía, me apetecía trabajar en dos tintas. Y dos, es porque era muy cárnico… quería que tuviera ese componente inquietante. ‘I.D.’ tiene esa mezcla de ser por un lado algo muy delicado, porque el tema emocional iba a tener un peso bastante importante, pero luego también tiene esa parte visceral que va muy bien con estos rojos. Por eso juego también con el ritmo, ya que al principio el cómic mete mucha caña y luego se va pausando hasta que al final ya parece un manga contemplativo (risas) …o algo así es la sensación. Fue muy interesante para mí ya que trabajé a varios niveles, y como autora, pues es un acto de ego, pero me hizo sentirme bien y en mi sitio. Escribir me cuesta más y me obliga también a exponerme más. Incluso aunque hiciera un tebeo de aventuras, va a tener un trasfondo, va a tener algo de mí.
Me gusta mucho la ciencia ficción, hablas de lo que ha pasado y haces conjeturas, te planteas cómo pueden ser las cosas. Te da qué pensar, quizás desde un punto de vista más filosófico o más emocional. En ‘Mirror‘ pasa lo mismo, estamos extrapolando un montón de temas.
LCDE: ‘Mirror’ es un cómic de fantasía, pero no tiene casi nada que ver con la fantasía tradicional.
ER: Sí, bueno, bebe de muchas fuentes. Por ejemplo de la ciencia ficción, del manga de los 80, o cosas como Mōto Hagio. Mangas de los 70 y los 80 que son cosas que a mí me suelen gustar y que también tienen una carga filosófica. Además la forma de contarlo también es muy poco convencional.
Es curioso, porque a la gente le cuesta un poco… como que consiguen engancharse emocionalmente con los personajes, pero hasta el final no hilvanas todo. Ahora la gente como que no tiene mucha paciencia, y eso se me hace muy raro. Parece que estamos acostumbrados al consumo tan rápido y tan mascado de las cosas… en el piloto de cada serie te van a explicar el conflicto, quién es el villano, qué problema va a tener el protagonista. Y después lo va a desarrollar, pero es como que el primer capítulo o el primer número de algo tiene que plantear todo para que el lector decida si quiere seguir comprando o no. Y yo no, yo si quitas todo el misterio ya me aburre. Creo que tengo una relación un poco lúdica con el lector, quiero que participe un poco, pero también es porque yo como lectora es lo que me gusta, me gusta ser lectora activa.
LCDE: ¿En qué está trabajando ahora Emma Ríos?
ER: En la siguiente parte de ‘Pretty Deadly’. Pasan unos catorce años o así del primero y están en Hollywood, la protagonista es Clara, la niña, que es directora de cine. Es en tono de serie negra con toques de terror. Te enseño los bocetos, tengo algo aquí… (Vemos bocetos y os aseguramos que tiene una pinta espectacular).
Se va a hablar bastante de los inicios de Hollywood, de la fiebre, de la ambición… hay dos nuevos reapers: uno es la sed y otro es el hambre. Y es cierto que va a ser muy serie negra en Los Ángeles, pero al mismo tiempo yo quiero meter el tema del terror y los diseños que estoy haciendo son bastante desagradables, la verdad. Ya los verás, pero el hambre por ejemplo es un tío corpulento al que le salen serpientes por la boca, y la sed es como una tía yonqui a la que las serpientes le muerden. ¡Y así estamos! Mola, me apetece mucho hacerlo, tiene buena pinta.