En el universo de Star Trek existe la ‘primera directriz’ que es la regla más importante de la Flota Estelar. Consiste en la prohibición a los capitanes de las naves de interferir en la política interna de civilizaciones extraterrestres. Pues según Entertainment Weekly, ‘Star Trek: Discovery’, la última entrega de la franquicia, va a derrocar esa directriz que tantos dolores de cabeza ha dado a los guionistas de entregas anteriores. Al parecer, los productores Aaron Harberts y Gretchen J. Berg están intentando ofrecer una saga de Star Trek que se libre de una de las limitaciones que lleva décadas en la franquicia con el fin de evolucionar.
Como parte de la visión utópica del futuro de Gene Roddenberry, el creador de Star Trek, los guionistas estaban obligados a evitar cualquier situación que pusiese a los miembros de la tripulación en conflicto entre ellos. A menos, claro está, que un miembro de la tripulación sea, por ejemplo, controlado por una fuerza alienígena.
Para los guionistas de la serie el drama es conflicto, y si el conflicto está basado fuera de los miembros principales de la tripulación cuando la historia está basada en ellos, existen unas limitaciones en los tipos de historias que pueden ser contadas.