El planeta de los simios (I-V)
Como todo el mundo sabe, hay algunas sagas cinematográficas que, por muchos años que transcurran, nunca pasan de moda. Además, aún siguen congregando frente a los televisores a una ingente cantidad de fans cada vez que una cadena decide emitir cualquiera de sus entregas. Un evidente ejemplo de este caso lo tenemos en la franquicia de ‘El planeta de los simios‘, cuya primera parte vio la luz en 1968. A esta exitosa película le siguieron ‘Regreso al planeta de los simios‘ (1970), ‘Huida del planeta de los simios‘ (1971), ‘La conquista del planeta de los simios‘ (1972) y ‘Batalla por el planeta de los simios‘ (1973), cerrando así un ciclo que logró mantener el interés de la audiencia durante seis años.
La idea de lanzar una nueva saga que funcionara como precuela de la pentalogía clásica (haciendo uso de una estrategia parecida a la que utilizó en su momento la franquicia de Star Wars) ha gozado de un éxito considerable. Gracias a ello, los espectadores ya hemos podido disfrutar de ‘El origen del planeta de los simios‘ (2011) y ‘El amanecer del planeta de los simios‘ (2014). Para cerrar el ciclo y quedarnos a una distancia aproximada de dos décadas con respecto a los sucesos acaecidos en la saga original, actualmente se encuentra en cartelera ‘La guerra del planeta de los simios‘. Por tanto no hay un momento mejor para hacer un repaso a aquellas cinco películas que marcaron la vida de tantos espectadores.
El planeta de los simios
En 1968, basándose en la novela homónima de Pierre Boulle, Franklin J. Schaffner dirigió esta película de 112 minutos de duración, protagonizada por Charlton Heston (como el coronel George Taylor), Roddy McDowall (en el papel de Aurelio), Kim Hunter (que interpreta a la doctora Zira), Maurice Evans (que encarna al doctor Zaius), James Withmore (que da vida al Presidente de la Asamblea de Simios), James Daly (que se mete en la piel del doctor Honorius) y Linda Harrison (como Nova).
En el año 1974, los astronautas George Taylor, Landon, Dogde y Stewart, la única mujer del equipo, se encuentran en estado de hibernación en el transcurso de una misión espacial. Tras despertar y descubrir que su compañera ha muerto, debido a un fallo de su cápsula, los tres hombres deben escapar de la nave, antes de que se hunda en las aguas del lago en el que se ha estrellado. Pronto se dan cuenta de que se encuentran a finales del año 3978, en un extraño planeta, en el que los simios son los que mandan y los humanos son tratados con crueldad, como los tres atronautas no tardan en descubrir.
Aunque sus compañeros corren una nefasta suerte, George Taylor, acompañado de la muda nativa Nova, logra escapar, gracias a la ayuda de los chimpancés Zira y Aurelio. Sin embargo, tras encontrarse con una semienterrada Estatua de la Libertad, el coronel George Taylor debe asumir la verdad: se encuentra en la Tierra, pero ahora se trata de un planeta de simios.
La impecable labor de Charlton Heston y el resto del elenco propició el estreno, dos años después, de una segunda parte, dado el abierto final de esta entrega. De hecho, el mayor inconveniente que se le puede encontrar a este largometraje es su cartel promocional, cuya imagen desvela la que debería ser la sorpresa final del filme.
La película fue postulada a los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood por tener la mejor banda sonora y el mejor vestuario. Además, ganó un premio honorífico por la calidad del maquillaje (ya que, en aquella época, no existía ningún Óscar para esa categoría).
Regreso al planeta de los simios
El año 1970 marcó el inicio de una década, pero fue también la fecha en la que se estrenó la segunda parte de la franquicia. Con una duración de 95 minutos, esta película se encuentra dirigida por Ted Post y protagonizada por James Franciscus (como John Brent). En esta ocasión, el largometraje cuenta con David Watson (que sustiuye a Roddy McDowall en la encarnación de Aurelio). Por su parte Kim Hunter, Maurice Evans, Linda Harrison y Charlton Heston repiten en sus respectivos papeles del filme anterior.
En el año 3955, una nave que va en busca del coronel George Taylor y sus compañeros sufre un accidente similar al narrado en el filme anterior. Solo logran sobrevivir el capitán John Brent y el comandante Skipper (que fallece unos minutos después). Un encuentro casual con Nova pone al astronauta sobre la pista de la localización de Taylor. Sin embargo, el capitán no está preparado para el gran descubrimiento que realiza: la existencia de unos seres mutantes, que ocultan bajo máscaras unas cara deformes, viven en una mística sociedad teocrática y tienen como dios una bomba atómica con capa de cobalto, que es capaz de destruir toda la vida en La Tierra.
Son estos extraños seres los que tienen prisionero a Taylor, al que pretenden enfrentar a muerte contra John Brent, por medio del uso del control mental. Sin embargo, la cosa se complica cuando los simios irrumpen en el lugar, dispuestos a acabar con los mutantes y Nova muere en mitad de la refriega. Con una implacable sed de venganza y después de quedarles claro que no saldrán vivos de allí, los dos humanos deciden sacrificarse y Taylor acciona la bomba venerada por los mutantes.
En una de las innumerables millones de galaxias del Universo luce una estrella de mediana magnitud y uno de sus satélites, un descolorido e insignificante planeta está ahora sin vida.
La película resulta una correcta continuación de su predecesora y, dado que finaliza con la explosión del planeta Tierra, podría deducirse que se trata del final de la saga. Sin embargo, como se descubre si se continua leyendo el artículo, la cosa no ha hecho más que empezar.
Huida del planeta de los simios
Esta tercera entrega, fechada en 1971, dura 98 minutos y está dirigida por Don Taylor. En el elenco protagonista repiten Roddy McDowall y Kim Hunter (como Aurelio y Zira, respectivamente). Junto a ellos, podemos destacar a Bradford Dillman (en el papel del doctor Lewis Dixon), Natalie Trundy (que encarna a la doctora Stephanie Branton), Eric Braeden (que interpreta al doctor Otto Hasslein), Ricardo Montalban (que da vida a Armando), William Window (que hace las veces del presidente) y Sal Mineo (como Milo).
Gracias a la nave del coronel George Taylor, Zira y Aurelio, acompañados de otro chimpancé llamado Milo, logran escapar del planeta antes de que estalle, pero acaban, de manera accidental en la Tierra de unos 2000 años atrás. Al principio, son recibidos de manera agradable por los ciudadanos, aunque el compañero de Zira y Aurelio muere accidentalmente a manos de un primitivo gorila. Todo marcha bien hasta que se descubre el destino que le espera a nuestro planeta. Para evitar que llegue a suceder, se decide sacrificar al bebé que está esperando la hembra y esterilizar a los dos adultos. Temiendo por su supervivencia, Zira y Aurelio, con la ayuda de los doctores Lewis Dixon y Stephanie Branton, deciden intentar escapar junto a su bebé, que ya ha nacido, pero las autoridades no están dispuestas a permitirlo.
Uno de los principales datos que conviene destacar de este largometraje es el hecho de que se hace referencia a cómo nuestro mundo acabó convertido en un planeta de simios. Lo malo es que dichas declaraciones chocan con lo comentado en las precuelas actuales.
La conquista del planeta de los simios
En 1973, bajo la dirección de J. Lee Thompson, vio la luz la cuarta entrega de la saga, también conocida bajo el título de ‘La rebelión de los simios‘. La película vuelve a estar protagonizada por Roddy McDowall (que, en esta ocasión, da vida a César, el hijo de Zira y Aurelio). Junto a él podemos destacar a Don Murray (como el gobernador Beck), Ricardo Montalban (que repite en el papel de Armando), Natalie Trundy (que, esta vez, interpreta a la chimpancé Lisa) y Hari Rhodes (que encarna a MacDonald).
Nos encontramos en el año 1991. Pese a que Zira y Aurelio murieron en la película anterior, su hijo logró sobrevivir, gracias al cuidado especial de Armando, el dueño de un circo donde el pequeño chimpancé ha permanecido oculto hasta convertirse en un simio adulto. Pero, en este tiempo, como ya había augurado Zira en la entrega anterior, una terrible epidemia ha acabado con la vida de todos los perros y gatos, lo que hizo que la gente empezara a usar simios como mascotas, hecho que acabó por aumentar la inteligencia de los primates.
Después de que César, nombre que decide adoptar el hijo de Zira y Aurelio, haya sido descubierto y capturado y, sobre todo, tras el suicidio de Armando (para evitar ser interrogado sobre el asunto de los simios), comienza una auténtica rebelión por parte de todos los primates. Tras conseguir escapar del lugar donde lo tenían retenido, César encabeza la revolución y hace la siguiente declaración, tanto a sus camaradas simios como a los humanos:
Allí Donde hay fuego, hay humo. Y, en ese humo, desde hoy en adelante, mi especie se agrupará y conspirará y Planeará y hará proyectos para ese día inevitable del ocaso del Hombre. Ese día, al fin, él mismo se destruirá volviendo sus armas contra su propia raza. Ese día, escrito ya en el cielo, cuando sus ciudades queden sepultadas bajo una losa radiactiva. Cuando el mar sea un mar muerto y la tierra, una tierra Yerma. Entonces será cuando yo libre a mi especie de la cautividad. y edificaremos nuestras ciudades, en las cuales no habrá sitio para los humanos, excepto para los que nos sean útiles. Y crearemos nuestros ejércitos, nuestra religión, nuestra dinastía. ¡Y ese día ha llegado para vosotros hoy!
Pero ahora… no daremos rienda suelta a nuestro odio. nos bastará con tener a punto nuestras armas. Ya terminó para nosotros nuestra noche negra. todos aquellos que han sido nuestros amos, se convertirán en nuestros siervos. Y nosotros, que no somos humanos, nos permitiremos el lujo de serlo. El destino es la voluntad de Dios. y si el destino del Hombre es ser dominado, la voluntad de Dios es que sea dominados con compasión… ¡y comprensión! Por lo tanto, desterrad vuestra venganza. ¡Esta noche, estamos asistiendo al nacimiento del planeta de los simios!
La idea inicial era que esta fuera la última película de la saga, de manera que cerrara el círculo, al enlazar con la primera entrega. Pero, como veremos a continuación, la realidad acabó siendo muy distinta.
Batalla por el planeta de los simios
Esta entrega final de la saga, fechada en 1973, tiene una duración de 86 minutos (96 en la versión extendida) y vuelve a contar con la dirección de J. Lee Thompson. Mientras que Roddy McDowall y Natalie Trundy repiten en los papeles que interpretaron en el filme anterior, contamos además con la presencia de Claude Akins (como el general Aldo), Severn Darden (en el papel del gobernador Kolp), Lew Ayres (que interpreta a Mandemus), Paul Willams (que encarna a Virgil) y Austin Stoker (que sustituye a Hari Rhodes como Bruce Macdonald).
Nos encontramos en el año 2670, donde un simio legislador nos narra los sucesos acontecidos en las dos entregas anteriores, para luego contarnos como, en tiempos del chimpancé César, los humanos y los monos aprendieron a convivir juntos, aunque un hombre no podía osar contradecir a un simio. No obstante, los deseos del hijo de Zira y Aurelio por conocer su pasado, sumados al desprecio que el general Aldo sentía por los humanos, pusieron los cimientos de una cruenta batalla por el control del planeta.
Al menos, lo que podemos sacar en claro de esta entrega es que César logró cambiar el futuro, lo que resulta un alivio, ya que resultaba bastante desalentador saber que, hiciéramos lo que hiciéramos, nuestro planeta iba a acabar siendo dominado por simios, para terminar volando por los aires, por medio de un astronauta con la cara de Charlton Heston.
