Stranger Things ha vuelto cumpliendo todas las expectativas de sus fans. Aventuras, referencias ochenteras e incluso nuevos personajes más cercanos a Once. Pero aunque el resultado final sea satisfactorio, lo cierto es que esta vuelta a Hawkins es más una secuela que una segunda temporada. Igual que hicimos con la primera temporada, aquí os dejamos nuestra crítica (los primeros párrafos sin spoilers, hasta que os damos aviso de ellos).
La historia
Hace casi un año desde que ocurrieran las desventuras de Will y, aunque está en casa, lo cierto es que no está bien. Las pesadillas con el Mundo del Revés cada vez son más frecuentes. Por otra parte, algunos sucesos extraños acontecen en el tranquilo pueblo como la pérdida inexplicable de las cosechas. Todo parece indicar que algo está llegando, de nuevo.
La secuela
Como decía más arriba, nos encontramos con una secuela porque en vez de hacer que la historia crezca, y los personajes evolucionen, tenemos una recreación de lo visto en la primera temporada. Básicamente nos encontramos con los mismos recursos: un peligro que va creciendo/acercándose poco a poco, con el claro objetivo de engancharnos como lo hiciera entonces; Joyce, de nuevo, perdiendo el control ante el mal que acontece a su hijo (ahora obsesionada con dibujos en vez de luces); Jonathan y Nancy persiguiendo una misión por su parte que, en principio, no es demasiado importante para la trama; incluso el personaje de Bárbara (y su muerte) flotan sobre el ambiente.
Los hermanos Duffer han dividido la serie en dos partes bien diferenciadas: una primera mitad que sirve de introducción y una segunda en la que, de nuevo, todas las subtramas confluyen para (gracias a un cierto ‘Deus Ex Machina’) solucionar el problema.
A partir de aquí la crítica contiene spoilers. Avisados quedáis
El prólogo
Los primeros cinco episodios nos sitúan en la acción temporalmente, pero también geográficamente. Y es que comenzamos ampliando el mundo de Stranger Things y nos vamos a una ciudad más grande, Pittsburg, donde conoceremos a Kali, otra chica con poderes. Y es que, al igual que pasaba con Arma-X, es lógico pensar que si Once tiene ese número tatuado en su muñeca, debe haber otros 10 niños anteriores con los que se experimentó. Kali es el número 008.
Mientras, a Hawkins han llegado dos nuevos estudiantes presentados de la forma más convencional y tópica: el delincuente juvenil que escucha rock duro (y que ocupará el papel de “malote” que dejara vacante Steve); y su hermanastra, una niña que va en monopatín y a la que le gustan los videojuegos. De nuevo una chica será la que haga surgir una crisis en la amistad del grupo que deberá afrontar sus “reglas” internas y la sinceridad de sus actos. Y de nuevo esta crisis pasará como si nada.
Entonces ocurre algo que chirría demasiado: Dustin encuentra un pequeño bicho y se lo lleva a casa. Cuando Dart (que es como llaman al “renacuajo”) demuestra ser un peligro más que considerable, Dustin sigue acogiéndolo, mintiendo a sus amigos y poniendo en peligro a todo el pueblo. Los cuatro protagonistas de la serie han demostrado que, aun siendo niños, son lo suficientemente inteligentes como para no cometer esos errores, mas aún si conocen de primera mano todo lo relacionado con el Mundo del Revés. Por eso esta historia no cuadra, haciendo que el espectador tenga que aumentar mucho la suspensión de la credibilidad.
¿Y Once? Pues Hoper la tiene protegida en una cabaña, aislada y sola. Esto tiene dos problemas: la niña lleva un año sin salir, lo que es una bomba de relojería. Y, en otro sentido, tener a Once encerrada y sin interactuar con el resto de los personajes es un desperdicio argumentalmente hablando. Son demasiados capítulos los que se utilizan como “preparación”, como prólogo a la acción que todos deseamos ver.
Y este es el mayor problema de la primera parte de esta temporada, el esfuerzo que nos exige para dejar de lado ciertas acciones de los personajes principales. Entiendo que Hoper no quiera decir a nadie que Once está viva, pero ¿ni siquiera al pobre Mike que sigue desesperado por contactar con ella y Hoper lo sabe? De cualquier manera es absurdo que todos los personajes, cada uno a su nivel, oculten secretos y no se cuenten unos a otros lo que van descubriendo, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que vivieron el año anterior. Otro ejemplo: Hoper sigue siendo tan perspicaz como irresponsable, metiéndose en la boca del lobo él solo (de nuevo, teniendo en cuenta todo lo que sabe).
La serie arranca por fin
A mitad de la temporada Once comienza a andar (de forma figurada y de forma literal), pero echamos en falta que se relacione con el resto de la pandilla. Tal vez haya sido para evitar una confrontación entre la poderosa Once y el enemigo demasiado temprana. Pero la fuerza de ‘Stranger Things’ reside en la actuación de todos los personajes intentando solucionar el problema principal, y la serie tarda mucho (cinco episodios) en tomar ese camino.
Pero es entonces cuando la serie da al espectador lo que estaba deseando ver, salvo el capítulo donde vuelve a aparecer Kali, que rompe completamente el ritmo y parece un piloto de un spin-off, por más que nos muestre más información de Once (y la prepare para el enfrentamiento final).
Como si de una partida de rol se tratara, todos los personajes claves recuperan su papel para realizar cada uno su función en el juego. Ya hemos podido ver una referencia explícita a esta analogía unos capítulos antes. La tensión sube cuando se produce el ataque final a nuestra dimensión, con un dramatismo aumentado por el hecho de que Will está poseído por el Señor del Mundo del Revés y le utiliza como sus ojos para saber dónde y cuándo atacar.
Sin embargo, el episodio termina con un cliffhanger… que no continuará hasta dos episodios después, ya que introducen el citado “piloto” donde conoceremos más de Ocho (Kali) y de Once, gran error que rompe por completo el ritmo que, por fin, había conseguido la serie. Incluso la forma en que nos muestran el “entrenamiento” de Once para el enfrentamiento final es demasiado tosco y evidente.
Pero ya estamos entregados a ‘Stranger Things’ y, cuando volvemos a Hawkins olvidamos todo esto y disfrutamos enormemente del intento de invasión de la Dimensión Oscura. Ver a un Will casi totalmente poseído es abrumador y he de decir que, al contrario de lo que hemos visto hasta ahora, la forma en que tienen de “exorcizarlo” es bastante coherente y creíble, además de darle cierto sesgo de película de terror. El intento por recuperarle a través de recuerdos de sus familiares y amigos es entrañable y muy efectivo. Y la llegada (¡por fin!) de Once es el clímax que todos deseábamos y que funciona perfectamente.
Ahora, con todos juntos, es cuando la serie recupera toda su potencia, sobre todo al verlos planear el asalto final y trazar el plan de los dos equipos (el titular y el del banquillo), ya que ‘Stranger Things’ toma su fuerza de la unión de sus personajes principales. Es lo que queremos ver, y lo que mejor saben escribir los hermanos Duffer. Volvemos a tener épica, dramatismo, emoción… y un buen manejo de las aventuras que corren, de forma paralela, todos los personajes, trabajando en pos de un objetivo común.
El final no deja ninguna duda de que solo se ha ganado una batalla, de que no se ha vencido totalmente al enemigo (de hecho, lo único que han hecho ha sido cerrar el portal), dejándonos con ganas de una tercera temporada que, efectivamente, volverá a ser más de lo mismo: la pandilla peleando entre ellos pero uniéndose en el momento indicado para repeler al Mundo del Revés. Tal vez hay un poco (demasiado) de repetición de esquemas, pero todos tenemos ganas de volver de nuevo a Hawkins.
Conclusión
Con altibajos, la serie sigue siendo interesante. Si bien es cierto que el enemigo debería cambiar (se ha abierto un mundo de “superhéroes” que podrían unirse contra un mal mayor aun), también es verdad que hay mejoras en esta segunda temporada.
Se agradece que las referencias ochenteras sean más sutiles, y las más evidentes estén bien integradas en la historia. Solo espero que la introducción de la próxima temporada no sea tan larga y que se refleje la evolución que los personajes han tenido en los últimos episodios de esta.
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Volvemos al pequeño pueblo de Hawkins, Indiana. ‘Stranger Things 2‘ nos trae de vuelta al grupo de chavales que vivieron una gran aventura. Un portal a otra dimensión, una terrorífica criatura, una madre desesperada…
Con Millie Bobby Brown (Once), Finn Wolfhard (Mike), Gaten Matarazzo (Dustin), Caleb McLaughlin (Lucas), Noah Schnapp (Will), Winona Ryder (Joyce), David Harbour (el jefe Hooper), Matthew Modine (Martin Brenner), Charlie Heaton (Jonathan), Natalia Dyer (Nancy).
La segunda temporada de ‘Stranger Things’ se estrenó el 27 de octubre de 2017.
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