Las adaptaciones cinematográficas de la industria de los videojuegos parecen no tener mucha suerte. No sabemos si hay una mano negra, no se sabe coger la esencia de estos juegos o simplemente poca suerte, pero lo que es cierto es que pocas veces la crítica y el público acompañan a este tipo de películas. Tarde o temprano era de esperar que la franquicia de Assassin’s Creed tuviese su propia adaptación, y esta tuvo lugar en 2016 con Michael Fassbender en el papel protagonista. Aunque no fue un estrepitoso fracaso, se teme que su idea de continuar como una saga quede en el limbo, ya que ni su recaudación (de un presupuesto de 125 millones de euros, la taquilla global rondó los 240 millones) ni la crítica fueron muy aceptables. Ahora tenemos unas declaraciones de Fassbender, a quien no le queda otra que reconocer que algo falló, y cree tener los motivos:
Yo la hubiese hecho más entretenida, creo que ese es el apunte principal. La sensación de la película, creo que se tomó demasiado en serio, y hubiese llegado a la acción mucho antes. Parece que haya tres inicios en la película, lo cual es un error
No vamos a abrir un debate de si una película siempre debe ser un entretenimiento o no, pero una basada en un juego de aventuras y acción, de grandes efectos y belleza visual, parece que ese hecho debería ser una pieza clave. Pero como el propio Fassbender indica, parece haber ciertas incoherencias en el guion, con un inicio algo extraño y que a muchos les hace desconectar rápidamente de la película, un fallo mucho más grave que el mero entretenimiento.
Sobre una posible secuela, Fassbender no parece que mostrarse muy optimista, ya que declaró que “esperaremos a ver con lo que nos viene Ubisoft”. Mientras tanto, podemos apostar nuestras esperanzas con la serie sobre Assassin’s Creed que también está en marcha.
Fuente: Indiewire