‘Kirinyaga’, uno de los títulos de ciencia ficción mejor valorados
Al principio, nunca sabes cuándo has encontrado un libro importante. Y con “importante” me refiero a aquellos que te tocan las emociones, los que van más allá de entretenerte, los que logran que, tiempo después de haberlos leído, te sorprendas pensando en ellos en un momento cualquiera. Igual que cuando conocemos a alguien, se trata de algo bastante subjetivo y siempre difícil de prever, aun cuando nos hagamos expectativas. Y aquí llega ‘Kirinyaga‘ de Mike Resnick, un conjunto de relatos a modo de gigantesca fábula. Un conjunto irregular, en absoluto perfecto, pero que tiene momentos que te sacuden el corazón.
Quizás es ese el motivo de que ‘Kirinyaga’ sea una de las obras de ciencia ficción más premiadas y valoradas: desde su publicación original en 1988, acumula más de 60 premios y nominaciones por todo el mundo. Es cierto a que en parte este alto número de galardones se debe a que estamos ante un “fix-up”, es decir, originalmente fue publicándose como novelas cortas que a posteriori han sido recopiladas. Pero no hay duda de que el reconocimiento internacional de esta colección de historias y el cariño de sus lectores son muy merecidos.
‘Kirinyaga’ es, como el mismo autor la subtitula, la fábula de una utopía. También nos habla de la fina línea que separa la utopía de una dictadura distópica, o mejor dicho, cómo la utopía de una sola persona puede ser pesadilla para las demás. Aunando ciencia ficción con cultura tradicional africana, en estas historias conocemos Kirinyaga, un planeta llamado así en honor a la montaña sagrada de los kikuyus, en Kenia. Este planeta es colonizado por una sociedad que pretende vivir en armonía con la naturaleza y honrando a la religión tradicional y las costumbres ancestrales de su pueblo, que tras la industrialización de Kenia se encuentran prácticamente desaparecidas.
Mike Resnick nos habla de los peligros y las consecuencias de la utopía
Es en este panorama en el que Resnick nos transmite toda la riqueza de sensaciones que podemos imaginar asociadas a Kenia: el sol implacable, la sequedad de la arena, las lluvias, la alegría de las celebraciones, la aceptación de la muerte, los valores colectivistas del pueblo, sus historias. La vividez de las descripciones llenas de matices te atrapa y te transporta a un lugar mágico, protegido del tiempo y del avance imparable de la civilización. Pero al mismo tiempo, siempre hay elementos que chirrían, situaciones que hacen saltar las alarmas, que recuerdan al lector que eso no es la Kenia tradicional, sino un simulacro cuidadosamente controlado.
Koriba, el “mundumugu” o brujo del pueblo kikuyu, funcionará como guía y líder de su gente. Se trata de un líder que ha recibido la mejor educación de occidente, pero que reniega de esa civilización para abrazar los valores tradicionales de su pueblo. También aboga por una vida sin la presencia de tecnología, aunque es él mismo quien hace uso de la tecnología avanzada para controlar el clima del planeta, por ejemplo. La historia esta contada desde su perspectiva, y por tanto la utopía que nos narra es SU utopía. Y en su utopía no se permiten elementos discordantes.
Su guía es adoctrinamiento, su tradición son normas férreas que nadie puede cuestionar. Todas las historias se desarrollan a base de diálogos entre el narrador, Koriba, y los demás personajes, con una narrativa fluida que refleja perfectamente la tradición oral y que resulta absorbente. El mundumugu defenderá siempre sus acciones, convencido de estar haciendo lo correcto y de trabajar por el bien común. Sus convicciones son férreas e inmutables, su actitud fanática. Pero no es ningún tonto ni le faltan argumentos de peso, y eso va a hacer que en ciertos puntos de las historias el “bien” y el “mal” no estén tan claros. De este modo el lector se verá ante dilemas morales que no son tan sencillos de responder.
‘Kirinyaga’ comprende un conjunto de relatos, algunos magistrales
Resnick se toma el trabajo de no caer en lugares comunes y de hacer complejo al que puede considerarse como el villano de la historia: aquí el villano es también el protagonista, y al verlo todo desde sus ojos, es inevitable entenderle y empatizar, aunque a veces también nos horrorice. Los planteamientos de cada relato son profundos y dejan huella, con algunos tan magistrales como ‘Pues el cielo he tocado‘, relato que la editorial ofreció de forma digital mediante pago social durante la preventa de la obra. Imposible leerlo y no seguir pensando en Kamari, la niña en la que se centra el relato, imposible no interiorizar los versos finales y recordarlos con desasosiego.
Tras ‘Kirinyaga’, que consta de ocho capítulos junto a un prólogo y un epílogo, esta edición se completa con la novela corta ‘Kilimanjaro‘. Se trata de una vuelta de tuerca, otra perspectiva sobre la misma cuestión que Mike Resnick plantea así:
“¿Qué pasaría si los masáis, los rivales de los kikuyus por la supermacía en Kenia, crearan su propio mundo utópico, trataran de sacar provecho de los fallos de Koriba y de Kirinyaga para crear un mundo masái perfecto, bautizado en honor al Kilimanjaro, la montaña donde vive su dios?”
Y así, tenemos nuevos capítulos desde esta perspectiva. Aunque son muy interesantes, la comparación es inevitable y tanto narrativa como temáticamente, salen perdiendo en comparación con ‘Kirinyaga’. La fuerza emocional es menor, el pulso de la historia menos tenso, la descripción de la sociedad menos vívida. Esto no hace que esta última parte sea mala, ni mucho menos; se trata de un complemento interesante y que merece la pena leer, pero que no logra la magia conseguida por el primer conjunto de relatos.
La editorial Gigamesh publica este título dentro de su colección Gigamesh Ficción, en un tomo en rústica con solapas. Consta de 352 páginas y tiene un precio recomendado de 24 euros. En portada, una magnífica ilustración de Enrique Corominas, colaborador habitual de la editorial. A modo de extra, incluye al final el ensayo de Mike Resnick publicado en 1991 y titulado ‘Esto…, chicos…, yo no soy Koriba‘, una reflexión sobre la repercusión que estaba teniendo la obra y sobre los problemas de confundir al autor con el narrador.
En caso de que se prefiera la lectura digital, Gigamesh lo ofrece en la plataforma Lektu, que lo comercializa sin DRM con un modo de pago bastante innovador: el editor establece un precio mínimo de 5 euros, y son los propios lectores los que deciden cuánto quieren pagar, viendo además con claridad cómo se reparten los beneficios de esa venta.
Mike Resnick
Michael “Mike” Diamond Resnick, más conocido simplemente como Mike Resnick, nació en Chicago en 1942 y es un prolífico autor de ciencia ficción. Cursó estudios de literatura en la Universidad de Chicago, pero los abandonó para dedicarse profesionalmente a la escritura. Ha escrito 68 novelas, más de 250 relatos y dos guiones, además de haber sido editor de 41 antologías. Esa impresionante obra además ha recibido numerosísimos premios (entre ellos los prestigiosos Hugo, Nebula y Locus), y tiene el honor de ser el autor con mayor número de premios de narrativa corta en ciencia ficción de la historia.
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KIRINYAGA
Michael Diamond Resnick
Ficha técnica
Título original: Kirinyaga
Traducción: Ramón Peña
Presentación: Ramón Peña
Ilustración: Enrique Corominas
Koriba es mundumugu y guardián de la colonización de Kirinyaga, un planeta bautizado en honor a la montaña sagrada de los kikuyus y que, bajo la supervisión del Consejo Eutópico, alberga la utopía con la que soñaban los más apegados a la cultura ancestral de la sabana: una sociedad que recuperase el estilo de vida kikuyu previo a la colonización europea. Con todas las consecuencias.
Esta recoplilación, que se completa con la perspectiva masái en la novela corta “Kilimanjaro” y con un ensayo del autor, reelabora las fábulas de la tradición oral de la sabana en el marco analítico de la ciencia ficción. El contraste enfrenta al lector a sus prejuicios culturales y a una sucesión de dilemas para los que no existe salida fácil, y le muestra el precio de intentar controlar la historia.
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