El misterio se va resolviendo
Desde que comenzó a publicarse la serie ‘Muerdeuñas’, una pregunta atormenta a todos sus lectores… ¿qué demonios tiene de especial Buckaroo para que sea el lugar de procedencia de nada más y nada menos que dieciséis asesinos en serie de Estados Unidos? Ahora gracias a Norma Editorial llega a nuestro país el penúltimo tomo de esta serie bajo la promesa de empezar a aclarar este misterio, bajo el título ‘Muerdeuñas 5 – Lazos de sangre’…
Un entrante desafortunado
Llego a este tomo con unas ganas inmensas tras los anteriores cuatro volúmenes. Tengo en mis manos el penúltimo arco argumental de la serie y no puedo esperar más, será una tarde emocionante. Lamentablemente el tomo abre con un crossover entre esta serie y otra de la misma editorial, Image Comics, titulada ‘Hack/Slash’.
Este número inicial no es precisamente una maravilla, a pesar del hecho de presentarnos a otro de esos psicópatas de Buckaroo. Por suerte, se trata de una lectura rápida e intrascendente (o tal vez no tan intrascendente como podría parecer en una primera lectura) que pronto se termina para empezar ahora ya sí de verdad con lo bueno…
De tal palo tal astilla
Ya sabemos desde hace algún tiempo (e incluso antes de que se revelara lo podíamos sospechar) que Alice Crane es la hija de la sheriff Sharon Crane y el psicópata Edward “Muerdeuñas” Warren, y el comienzo de este tomo puede dar la impresión de que la manzana no ha caído demasiado lejos del árbol.
Al igual que ocurre con muchas películas de terror de los años ochenta, este arco argumental que lleva por título ‘Lazos de sangre’ comienza con una pareja de jóvenes adolescentes que deambulan solos por la noche a pesar del evidente peligro que eso supone. Pero tras su sorprendente encuentro con una enloquecida Alice que cubierta de sangre porta en una mano una cabeza humana decapitada y en la otra una especie de machete mientras grita como un demonio, es probable que estos dos no vuelvan a salir de su habitación en un tiempo. Un comienzo impactante, ¿verdad? Tendremos que esperar hasta casi el final del tomo para saber qué le ha ocurrido realmente a Alice, ya que esta escena inicial es un flashforward ideado para sorprender al lector.
Gran parte de lo narrado en este tomo tendrá que ver precisamente con la relación entre el “Muerdeuñas” y su primogénita, ya que cuando el agente Nicholas Finch, aquel cuya investigación comenzó toda esta historia y que aquí pasa definitivamente a un segundo plano, le revela por error al supuestamente reformado asesino en serie su relación con Alice este no duda en ir a su encuentro para tener una charla padre-hija. Y es quizás ese encuentro uno de los puntos más álgidos de toda la serie en lo que a desarrollo de personajes se refiere, un apartado que no es precisamente de los más trabajados en ‘Muerdeuñas’.
¿Todas las respuestas?
Si en algo ha tenido interés el señor Joshua Williamson a la hora de abordar este quinto arco argumental en es armar un buen escenario para darle por fin al lector todas las respuestas que se esconden detrás del gran misterio que se esconde en esta serie. ¿Cómo es posible que un pueblo tan pequeño como Buckaroo haya sido el lugar de nacimiento de 16 de los asesinos en serie más peligrosos de Estados Unidos? Algo tan estadísticamente imposible como esto debe tener una explicación, y tras cuatro tomos mareando la perdiz con pistas falsas que nos llevan de un lado para otro, Williamson por fin pone todas las cartas sobre la mesa…
¿Pero realmente lo ha hecho? No hay que olvidar que aún está pendiente un sexto tomo para llegar a la conclusión de esta obra. Si bien es cierto que aquí parece que llegamos a ver lo que se oculta realmente en las entrañas de Buckaroo (a falta de algunos importantes detalles, eso sí), no hay que olvidarse de la posibilidad de que puede que el guionista todavía se esté guardando algún as en la manga para darle un nuevo giro a la historia a modo de canto de cisne…
Y es que no se puede negar que desde el principio ‘Muerdeuñas’ ha apostado todo por una trama de thriller efectista con la que mantener enganchados a los lectores número tras número a base de continuos giros inesperados y revelaciones sorprendentes, el viejo truco de la zanahoria en el palo. Pero, eso sí, hecho con mucha clase y sin trampas, logrando que el resultado final sea muy bueno. El problema es que cuando apuestas todo a algo de este tipo, puedes tener problemas cuando llega la hora de revelar el truco de magia y enseñar lo que escondes en tu sombrero de copa. Y aquí es cuando todo el trabajo anterior se puede ir al traste…
A veces este tipo de obras tiran por un final previsible y nada sorprendente pero coherente. Y cuando has enganchado al lector con un misterio, si este llega al final tan solo para descubrir que la respuesta es la que él mismo había vaticinado puede sentirse decepcionado. En otras ocasiones los autores se devanan los sesos para ofrecer un final que nadie podría haber visto venir, pero para conseguir tal cosa pueden llegar a forzar demasiado la lógica impuesta por la propia obra llegando a una conclusión tramposa. Otros guionistas más imaginativos pueden buscar poner en duda el misterio en sí mismo y salirse por la tangente no ofreciendo ninguna resolución al no ser esta necesaria, o bien ofreciendo un cierre muy vago en el que sea el lector el que tenga que rellenar los huecos con su propia imaginación. Todas las propuestas son válidas, y es la habilidad del escritor para contar ese final lo que definitivamente determinará si este triunfa o no. ¿Lo ha conseguido Williamson? Para dar una respuesta a esto, lo mejor será ser precavido y esperar a la conclusión de la serie…
Una serie que merece mucho la pena
Pero independientemente de la pericia del guionista para dar un cierre a la trama, lo que es innegable es su buen hacer a la hora de llevarnos hasta este momento. Y todo ello gracias también a la más que correcta narración visual del señor Mike Henderson (que ha estado aquí desde el primer momento, logrando que la obra tenga una coherencia gráfica envidiable), acompañado al color por Adam Guzowski.
En lo referente a la edición, hay que decir que este quinto volumen de ‘Muerdeuñas’ presentado por Norma Editorial mantiene las mismas características que los anteriores tomos de esta colección, siendo así de formato de tapa blanda con un tamaño de página de 17 x 26 cm. El tomo contiene 140 páginas a color e incluye la traducción de los números del #21 al #25 de la edición americana de ‘Nailbiter’ y el número especial ‘Nailbiter/Hack/Slash’, además de las portadas de cada uno de los números contenidos. El precio de venta recomendado es de 17,50 € y se puso a la venta en septiembre de 2017.
Joshua Williamson
Nacido el 23 de diciembre de 1981 y residente en Portland, Oregón, su carrera empezó en 2007 y desde entonces ha trabajado para diversas editoriales, entre las que se incluyen Image, Dark Horse o DC. De Image, destacan sus trabajos más actuales y que escribe todavía en la actualidad: ‘Muerdeuñas’, ‘Ghosted’ y ‘Birthright’. Para Dark Horse ha escrito ‘Captain Midnight’, y para Marvel la serie ‘Illuminati’.
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‘Muerdeuñas 5 – Lazos de sangre’
El penúltimo episodio del misterio que todos estamos ansiosos por resolver. El penúltimo episodio del misterio que todos estamos ansiosos por resolver.
El pueblo de Buckaroo, Oregón, es la cuna de ni más ni menos que dieciséis asesinos en serie hasta la fecha y la joven Alice está cerca de descubrir por qué. Su madre, la sheriff Crane quiere protegerla del peligro, pero debe continuar su investigación. ¿Será su padre, el Muerdeuñas, quien la salve de un destino sangriento?
Joshua Williamson y Mike Henderson se acercan al final de uno de los misterios más bien guardados del cómic.
Guion: Joshua Williamson
Dibujo: Mike Henderson, Adam Guzowski y John J. Hill
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