Entre 1937 y 1949, el mundo de la literatura fantástica dio un paso de gigante, ya que fue en esa época cuando el novelista británico J. R. R. Tolkien escribió la famosa trilogía conocida como ‘El Señor de los Anillos‘, secuela de ‘El hobbit‘ (exitosa novela escrita entre 1920 y 1930). Como todo fan de esta página debe saber, los cuatro libros han sido adaptados a la gran pantalla en seis películas, gracias al buen hacer de Peter Jackson, entre 2001 y 2014. No obstante, aunque todas ellas constituyeron un gran éxito de crítica y público, ‘El Señor de los Anillos‘ ya había sido llevada al mundo del celuloide, en una versión homónima de animación que vio la luz en 1978 y que ahora, en su 40 aniversario, regresa a la gran pantalla, tanto en su versión original como doblada a nuestro idioma, a gusto del consumidor. Sigue leyendo si quieres conocer nuestro análisis sobre esta peculiar versión de ‘El Señor de los Anillos‘:
Bajo la dirección de Ralph Bakshi, esta película, de 133 minutos de duración, resume hábilmente lo narrado en ‘La comunidad del Anillo‘ y en parte de ‘Las dos torres‘ (primera y segunda entrega de la trilogía literaria y cinematográfica que responde al título de ‘El Señor de los Anillos‘).
Por un capricho del destino, el hobbit Frodo Bolsón se embarca en la misión de llevar el Anillo Único, que confiere un terrible poder a su portador, a Mordor para arrojarlo al magma del Monte del Destino, que parece ser el único lugar en el que puede ser destruido. Sam, Merry y Pippin, los tres amigos hobbits de Frodo se unirán a él en su misión, al igual que el mago Gandalf, los humanos Aragorn y Boromir, el elfo Legolas y el enano Gimli. Sin embargo, el camino que los espera es arduo, la comitiva acaba por separarse y no todos lograrán llegar vivos hasta el final.
Uno de los aspectos más destacables del filme es, sin lugar a dudas, el visual. A pesar de contar con cuarenta años de antigüedad, la animación de la película no da muestra alguna de desfase, tal y como se muestra en las imágenes que acompañan a este artículo. Además, gracias al uso del rotoscopio en algunas escenas, sobre todo si son de batalla, el dibujo adopta un tono más oscuro, a la vez que las figuras son mostradas con un contorno mucho más realista, el cual las hace parecer más una imagen real que simple animación.
Todos los fans de la saga que hayan visto esta película deben estar de acuerdo en cuál es su mayor defecto. Hayas leído o no la novela original de J. R. R. Tolkien, sabes como acaba la historia, gracias a la saga cinematográfica de Peter Jackson, como ya hemos comentado. No obstante, por si lo sucedido en dicha trilogía no fuese prueba suficiente, la propia película de animación reconoce estar inconclusa. Tal y como se dice al final, por boca del propio narrador, aquí solo acaba parte de la historia. Y es cierto que la trama se queda en el aire, ya que estaba previsto que se llevase a cabo el rodaje de una segunda parte, hasta que los productores decidieron negarse a financiarla, ya que algunas críticas malas de la primera entrega les hizo echarse atrás. Quizás sería buena idea aprovechar el aniversario del filme para rodar su continuación, pero no parece que nadie esté dispuesto a hacerlo.
No obstante, el español Luis Bermejo adaptó esta película como un libro de historietas. Además, el impulso mediático obtenido llevó a la editorial Toutain a realizar un lanzamiento de los tres volúmenes de la obra original. Tampoco conviene dejar de mencionar que, en 1980, vio la luz un especial animado televisivo que versionaba ‘El retorno del rey‘, a cargo de Rankin/Bass Productions Inc, y que, un año después, la BBC Radio adaptaría la obra completa a modo de serial, respetando las voces originales de Michael Graham Cox y Peter Woodthorpe para los personajes de Boromir y Gollum, respectivamente.
Normalmente, las películas de animación, si son infantiles, no suelen alargarse mucho más de noventa minutos. No obstante, ya sabemos que este filme supera las dos horas de duración. Y si esto no fuera prueba suficiente para demostrar que no se trata de un largometraje exclusivamente para niños, las escenas de batalla en las que la sangre brota sin ningún tipo de miramiento sirven para reafirmarnos en nuestra teoría.
En definitiva, si perdonas el hecho de que la película esté incompleta, merece la pena que le eches un vistazo a esta versión de ‘El Señor de los Anillos‘, aunque solo sea por curiosidad, ya que logró despertar el interés del público de aquel entonces por la obra de Tolkien y, sin lugar a dudas, sentó las bases sobre las que veintitrés años después se levantaría la saga cinematográfica de Peter Jackson, como se demuestra en el hecho de que ambas versiones tienen secuencias cuyo parecido hace olvidar que una es de animación y la otra no.