Pocas vías hay para unir facciones que encontrar un objetivo común. Tal y como muestra la historia, no han sido uno ni dos los pueblos que se han unido a lo largo de los tiempos para defenderse de un enemigo común, ya fuera otro pueblo más fuerte, una catástrofe climática o, en algunos casos, simplemente un partido de fútbol. El instinto de supervivencia se abre camino por encima del odio, el miedo o cualquier otra emoción que pueda embriagar a la persona, para intentar asegurar que llegue con vida al día siguiente.
Como hemos podido comprobar a lo largo, tanto de ‘Tokyo Ghoul’ como de ‘Tokyo Ghoul:re’, incluso los grupos con mayores diferencias son capaces de superar todas sus diferencias con tal de hacer frente a alguien que pone en riesgo su supervivencia. De la misma manera, el propio instinto de autoconservación es el que lleva a las personas a tomar decisiones que serían impensables en cualquier otro escenario, como es el caso, por ejemplo, de los Q’s, resultado de la experimentación en la mezcla de humanos y ghouls.
Según pudimos ver en los tomos anteriores, tal y como muchos estaban esperando, los juegos mentales de la CGC con Sasaki han demostrado no ser infalibles y, una vez que se puso en peligro la seguridad de una de las personas más queridas por Kaneki, la antigua personalidad de nuestro protagonista volvió a salir a la luz. Además, como no podía ser de otra manera, este momento no fue el único gran cambio que vivimos, pues también pudimos ver un gran crecimiento en Urie, quien poco a poco está convirtiéndose en un jefe de equipo capaz de suceder a Sasaki en su puesto.
Siguiendo la típica mecánica a la que ya nos tiene acostumbrados Ishida, estos dos tomos centran su atención, no solo en Sasaki y su grupo, sino que también dedican bastantes páginas a la CGC y al grupo de los Q’s, así como algún que otro vistazo al pasado de los personajes. Mientras que el número de peleas y su intensidad se mantiene estable, al igual que también lo hace el trasfondo político-filosófico de esta cabecera, lo que ha sufrido en los últimos capítulos es el humor, denotando que este es el momento clave del arco para el autor.
En estos tomos, aunque seguimos viendo el crecimiento de Urie y la vuelta, poco a poco, de Sasaki a la normalidad, el desarrollo de personajes más interesante lo tenemos en el Escuadrón 0 y en Akira Mado. Por un lado, Hirako y sus chicos se encuentran ante una situación que haría sentirse incómodo a cualquiera, teniendo que dar la espalda a todos sus compañeros de la CGC y aliarse con el asesino de su mentor. En este punto, es vital para el lector comprender la relación que unía a Arima con su escuadrón. Una fe tan ciega, capaz de hacerles renunciar a su propia especie, para aliarse con aquellos a quienes llevaban años masacrando.
Por otro lado, Mado también se encuentra ante una situación muy delicada, habiendo sido salvada por aquel a quien en su día instruyó, pero que también ha dejado atrás aquella personalidad, para volver a convertirse en, a quien ella consideraba como, un líder de los ghouls. Como si para el autor este no fuera suficiente castigo, también le tiene preparados varios reencuentros con otros personajes importantes de su pasado, que le harán replantearse si hasta ahora ha estado luchando con los buenos, con los malos, o si simplemente buscaba escapar del dolor.
Al entrar en dos volúmenes bastante más tranquilos, lo cierto es que tanto la historia como el dibujo se han estabilizado bastante en estos tomos, por lo que no hay excesivos aspectos a destacar. Aunque Ishida sigue dejando sus ocasionales maniquíes sin boca u ojos por ahí, lo cierto es que su numero sigue decreciendo conforme avanzan los capítulos, igual que siguen mejorando los fondos de las viñetas (cuando aparecen), que siguen consistiendo mayoritariamente en modelados en 3D realizados por ordenador. En el aspecto en el que sí que se nota una reducción en estos volúmenes es en la cantidad de ilustraciones a doble página, que aumentó drásticamente en los últimos tomos, pero que parecen haber sido olvidadas por el autor en estos dos números, en los que prefiere centrarse en páginas con viñetas grandes, lo que, obviamente, reduce el espacio disponible para las ilustraciones completas, que esperamos vuelvan en los próximos capítulos.
Estos dos volúmenes de ‘Tokyo Ghoul:re’ nos llegan de la mano de Norma Editorial, en una edición en blanco y negro con 2 páginas a color y encuadernación en rústica con sobrecubiertas a un precio de 8€ cada volumen. Concluido el arco del Tercer Asalto a Cochlea, la franquicia se prepara para entrar en el arco más polémico hasta la fecha, como podremos ver en el volumen 12, que incluso le reputó amenazas de muerte por parte de algunos fans bastante radicales.
Sui Ishida
Nacido el 28 de diciembre en la prefectura de Fukuoka, en Japón, en 2010 ganó la edición 113 del premio Grand Prix de la revista de manga Young Jump con un ‘oneshot’ o número único de ‘Tokyo Ghoul’. A raíz de esto, empezó a publicarla en la misma revista ya como serie regular a partir de septiembre de 2011. Durante la publicación de la misma, realizó un par de números únicos basados en el mismo universo, ‘Tokyo Ghoul Rize’ y ‘Tokyo Ghoul Jack’, así como un spinoff precuela de la serie original ‘Tokyo Ghoul: Jack’. Tras terminar la obra original, ‘Tokyo Ghoul’, cuya popularidad ha hecho que sea adaptada al anime, empezó a publicar la secuela, ‘Tokyo Ghoul:re’ a partir de septiembre de 2014 en Japón.
[note]‘Tokyo Ghoul:re’ #10 y #11
Autores: Sui Ishida
Colección: CÓMIC MANGA
Serie: TOKYO GHOUL:re
Formato: Rústica con sobrecubierta
Tamaño: 11,5 x 17,5
PVP: 8,00 €
KANEKI HA RECUPERADO POR COMPLETO LA MEMORIA…
Kaneki acata la voluntad del anterior Rey Cíclope y se presenta en la cafetería :re. Sus compañeros y el aroma del café le traen recuerdos del pasado, y en él surge el deseo de vivir en una sociedad donde ambas especies se acepten mutuamente…
¿CONSEGUIRÁ EL NUEVO REY CÍCLOPE CAMBIAR LA RELACIÓN ENTRE HUMANOS Y GHOULS?
Los ghouls de las máscaras de payaso atacan simultáneamente varias sucursales de la CCG, controlados desde las sombras por Nimura Furuta, que también controla a la CCG a su antojo. Por otra parte, los Quinx que entrenaron bajo la tutela de Haise Sasaki no saben qué pensar cuando se enteran de la existencia de la organización Goat, liderada por Ken Kaneki.[/note]